Dr. Manuel Delgado Criado
Martes, 22 de abril 2014, 21:12
La presencia de síntomas obsesivos no implica necesariamente que una persona padezca un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Las obsesiones pueden darse en personas normales, simplemente como rasgos del carácter, o bien alcanzar una intensidad muy importante y llegar a ser patológicas. Entre ambos extremos, podemos hallar no pocas situaciones intermedias. Asimismo, pueden constituir un síntoma integrante de otras patologías diferentes al TOC.
Publicidad
En el caso de presentar ideas obsesivas, o fuertes impulsos de realizar determinadas acciones, estimuladas por dichas ideas, la cuestión más importante a valorar es en qué medida dichas obsesiones o impulsos generan malestar en la persona y/o en otras personas de su entorno cercano.
En el caso de que dicho malestar exista, y dada la dificultad de catalogar estos síntomas de manera correcta por personas no expertas, lo mejor es ponerse en manos de un especialista (psiquiatra o psicólogo), y contarle en persona y con detalle todo el conjunto de síntomas o molestias de diversa índole que se presenten, así como responder con detenimiento, claridad y sinceridad, a las preguntas que le haga el especialista, para definir mejor a qué clase de patología (si es que la hubiese) pueden corresponder dichos síntomas. Una vez determinado exactamente cuál es el problema, se podrá abordar el correspondiente tratamiento.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.