Concentraciones multitudinarias por toda España tras el fin de la alarma

La situación fue particularmente complicada en la capital de España, donde la Policía Municipal se vio incapaz de impedir los botellones masivos a pesar de haber realizado más de 450 intervenciones. Los agentes, a las 23:30 horas, antes incluso de que acabara el estado de alarma, tuvieron que desalojar la Puerta del Sol donde se estaba concentrando una muchedumbre a la espera de que el reloj de la Casa de Correos marcara las doce, como si de Nochevieja se tratase.

Aun así, hubo cuenta atrás y descorche de espumosos cuando el reloj dio la medianoche. El cordón policial, finalmente, no evitó que más de medio millar de jóvenes acabaran montando una gran fiesta, conga incluida, frente a los estupefactos agentes, que prefirieron no actuar.

Pero el Kilómetro Cero no fue, ni mucho menos, el único lugar de Madrid convertido en una fiesta callejera. Al grito de «puto toque de queda», «libertad» o «Ayuso» cientos de jóvenes se concentraron en Malasaña y Chueca, unos de los barrios de copas más populares de la ciudad, sin distancia ni mascarillas. Hubo lanzamientos de botellas a los agentes y carreras antes las fuerzas de seguridad.

Barcelona fue el otro gran punto de fiesta en el país, donde el desmadre casi llegó a los niveles de la capitalidad de España. Varios centenares de personas, sin mascarillas, se dieron cita en el paseo Lluis Companys, bajo el Arco de Triunfo, tras el fin del toque de queda más breve, que duró por última vez solo entre las 22:00 y las 00:00 horas.

En la Ciudad Condal -donde también hubo fiestas, petardos, botellones y algaradas en el Born, en Plaça dels Àngels o en la playa de la Barceloneta- la Guardia Urbana acabó deteniendo a unas 200 personas, la mayoría de ellas por ocupar la vía pública sin distancia ni mascarillas. Entre los arrestados había numerosos jóvenes extranjeros llegados a la capital para celebrar expresamente el fin del estado de alarma.

Al final, la Guardia Urbana de Barcelona y los Mossos d'Esquadra a unas 6.500 personas en 31 puntos de la ciudad por no cumplir con las medidas contra la pandemia.

Otro de las ciudades que dejó imágenes de miles de personas en la calle sin medidas anti-covid fue Salamanca. Una multitud invadió literalmente la Plaza Mayor de la capital al filo de la media noche para festejar con un macro-botellón el fin del estado de la alarma y las restricciones nocturnas. La ciudad charra no fue la única de Castilla y León en la que hubo desmadre. En la comunidad hubo más de medio centenar de denuncias por fiestas, agresiones, quema de contenedores e incumplimientos de las medidas para contener la covid, principalmente en Valladolid, Burgos, León y Ávila.

En Pontevedra fueron centenares de personas las que celebraron el fin de las restricciones nocturnas cantando, bailando y bebiendo por las calles del centro de la ciudad. Con bengalas, petardos y confetis despidió una muchedumbre a la legislación de excepción en Málaga, donde también se vieron numerosos extranjeros entre las personas que en muchas ocasiones no guardaron las distancias ni usaron tapabocas. En Zaragoza, los funcionarios interpusieron más de una treintena de denuncias.

El departamento de seguridad del Gobierno vasco reportó fiestas en diversos puntos de los tres territorios e intervenciones de policías locales y Ertzaintza para evitar botellones, pero no informó de incidentes reseñables. En Euskadi hubo concentraciones de menor entidad en el Parque de Doña Casilda y la Plaza de Unamuno del Casco Viejo en Bilbao, en la Parte Vieja de San Sebastián, en la Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria, y en algunas playas como Arrigunaga en Getxo, Vizcaya.

En general, según reportaron ayuntamientos y policías locales, hubo celebraciones y concentraciones, de mayor o menor envergadura, en buena parte de las poblaciones del país, incluidas localidades de cuatro comunidades que todavía mantienen el toque de queda: Canarias, Navarra, Comunidad Valenciana y Baleares.

En Palma, la Policía Nacional detuvo a 16 personas por provocar altercados en una concentración en la Plaza de España de la capital balear donde se dieron cita unas 200 personas para protestar por la decisión del Ejecutivo autonómico de mantener el toque de queda a las 23:00 horas, tras haber obtenido el aval del Superior de Justicia de esa comunidad.

En Pamplona la Policía Municipal desalojó a 50 personas de una fiesta en un piso del barrio de Buztintxuri.