¿Qué alimentos pueden ayudar a tener un pelo más sano y fuerte?

La escena se repite con frecuencia en esta época: al cepillarnos se van más cabellos de los que quisiéramos, sobre todo comparado con otras fechas del año. Porque el otoño también afecta a nuestra salud, y especialmente al cuero cabelludo, que se resiente mucho en esta estación. En la pérdida de cabello influye la genética, la alimentación y por supuesto también el estrés, y en este 2020 la pandemia está causando estragos a nivel psicológico que repercuten en distintos aspectos.

Antes de comenzar a preocuparnos, es importante recordar que durante todo el año se nos cae pelo al peinarnos, aunque es en este tiempo cuando más se nota. Según los expertos, cada día despedimos entre 80 y 100 pelos, pero se van recuperando. Si no salen otros nuevos en su lugar es cuando se habla de pérdida y cuando se deben empezar a tomar medidas.

Si nos encontramos en este caso, hay que mantener la calma e intentar pensar en soluciones. La primera pasa por visitar a un especialista, que nos podrá guiar sobre qué hacer. También es recomendable utilizar, al menos una vez a la semana, un champú o algún producto que fortalezca el cabello e incluso recurrir a algún suplemento alimenticio que palíe nuestras carencias. Y aparte de intentar dejar a un lado el estrés y el tabaco, que también afectan a nuestro cabello, la alimentación juega un papel clave. De hecho, mantener una dieta equilibrada en la que abunden ciertos elementos puede ayudar a nuestra melena.

Nuestra alimentación debe ser lo más variada posible, y por supuesto beber abundante agua cada día también resulta muy beneficioso. Hay ciertos ingredientes que no pueden faltar pensando en nuestra cabeza, que necesita sobremanera vitaminas A, B, C, hierro y zinc: ¿dónde se pueden encontrar?

Su función es la de prevención y disminución de la pérdida del cabello. Se puede encontrar en los huevos, el hígado, las verduras, el aceite de pescado, de girasol y de oliva.

El pescado (el salmón, especialmente) el pollo, la soja, los huevos, las legumbres, los frutos secos y los cereales integrales presentan una buena concentración de vitamina B. Mención aparte es la levadura de cerveza, que es el nutriente natural que aporta más vitaminas del complejo B, por lo que es habitual encontrar complementos alimenticios con este componente como base.

Destacan los cítricos: naranja, limón, kiwi y también verduras como espinacas y brócoli. Estos alimentos intervienen en la síntesis del colágeno que constituye el cabello y que ayuda en la absorción del hierro.

Es clave para que el pelo crezca fuerte y sano. Puede encontrarse en mayor cantidad en la carne roja, las espinacas y las verduras.

El zinc es vital para el crecimiento del pelo y se encuentra en carnes y pescados, en los espárragos, las berenjenas, las patatas, el apio y los higos.

El azufre, que es fundamental para fortalecer el pelo débil y quebradizo, está presente en las almendras, el huevo, las frutas y las verduras y también en las carnes, como por ejemplo el hígado. Por su parte, el ácido fólico se obtiene a través de alimentos tan cotidianos como los cereales y las nueces.

Otros ácidos como el omega 3, presente en el aceite de oliva, junto con el chocolate y la albahaca desempeñan una función antioxidante. También es recomendable tomar magnesio, que es muy importante para la salud del cabello en general, y que puede encontrarse por ejemplo en las almendras.

Es cierto que ciertos alimentos pueden estar relacionados con el envejecimiento prematuro de nuestro cabello, las canas o la pérdida de grosor, por lo que si nuestro objetivo es intentar recuperar la frondosidad de nuestra cabellera deberemos dejar a un lado bebidas azucaradas, embutidos, fritos y alimentos procesados, por ejemplo.