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J. V. Muñoz-Lacuna
Sábado, 20 de febrero 2016, 15:22
Una niña de Guadalajara, de tan sólo un mes de vida, ha fallecido por tosferina después de haber permanecido una semana hospitalizada en una UCI pediátrica.
Sus padres y su hermano, de origen marroquí, también se habían visto afectados por este brote de tosferina pero su estado nunca revistió gravedad. Según la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, los padres desconocían si habían sido vacunados en alguna ocasión contra el bacilo de esta enfermedad. No era el caso de su hijo mayor, de 7 años y nacido en España, que sí había recibido cinco dosis de la vacuna.
La pequeña fue la única que requirió atención hospitalaria. Así, en un primer momento fue evacuada al hospital Niño Jesús de Madrid y después fue derivada a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica del hospital Doce de Octubre de esta misma ciudad donde finalmente ha fallecido.
"Lamentamos este hecho luctuoso. Sabíamos que la niña estaba muy grave y los servicios sanitarios han hecho todo lo que han podido", ha declarado al respecto este sábado el director general de Calidad del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Rodrigo Gutiérrez. Según este departamento, la incidencia de la tosferina en esta comunidad es de 6,8 casos por cada 100.000 habitantes cuando la media en España es de 15,6 casos. Desde el pasado 9 de noviembre, la estrategia que se ha adoptado en Castilla-La Mancha es la de vacunar contra la tosferina a las embarazadas que se encuentren en el tercer trimestre de gestación.
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