josé manuel andrés
Miércoles, 25 de febrero 2015, 15:09
El sobrepeso ha sido durante los últimos años el gran problema de salud entre los escolares españoles. España era hasta hace poco uno de los países europeos con un mayor índice de obesidad infantil. En concreto, en el caso de los nacidos entre 1999 y 2000, este problema afectaba al 35% de los niños hace apenas unos años. No obstante, la crisis económica ha variado algunas de esas tendencias, y actualmente el bajo peso y la estatura se erigen en problemas incipientes, que ya alcanzan el nivel de incidencia de la obesidad infantil.
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A pesar de que el sobrepeso se ha reducido en las generaciones nacidas en 2007 y 2008 hasta el 20%, la evolución ha variado sustancialmente y también uno de cada cinco menores de entre 6 y 7 años presenta un índice de masa corporal inferior al saludable. El sobrepeso, asociado a las familias de nivel socioeconómico bajo, y el bajo peso, vinculado tradicionalmente a los entornos más acomodados, han cambiado su incidencia entre ambas generaciones y actualmente los niños de familias con más dificultades presentan índices de masa corporal inferiores y una estatura media de cuatro centímetros menor respecto al polo de ingresos familiares más elevados.
Según el doctor Vicente Martínez Vizcaíno, director del Centro de Estudios Sociosanitarios de Castilla-La Mancha y coordinador de los estudios MOVI, los problemas de estatura podrían deberse a algún tipo de defícit nutricional entre el periodo de lactancia y los dos años, etapa en la que confluyen muchos de los factores del desarrollo. No obstante, los problemas de peso tendrían que ver, según los expertos, con los casos de niños "sedentariamente activos": aquellos que cumplen las recomendaciones de actividad física pero desarrollan hábitos sedentarios durante el resto del día.
"Falta de actividad"
El hecho de que, en muchos casos, niños con bajo peso y sobrepeso "compartan mantel" desvela, según Martínez Vizcaíno, que, además de un problema nutricional, se trata de un asunto de falta de actividad. En muchos casos las anomalías en el índice de masa corporal no se deben a la ingesta calórica puesto que los niños con sobrepreso no comen más que los niños con bajo peso.
Por ello, según el informe, resulta imprescindible, además de promover dietas equilibradas, recuperar los juegos y hacer que los niños se muevan más, tanto en el periodo escolar, con actividades físicas asociadas al aprendizaje, como en su tiempo libre, con programas extraescolares y la inclusión de periodos breves de actividad física vigorosa moderada, controlados regularmente.
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