Lo que tienes que tener en cuenta antes de comprarte unas gafas de sol este verano

Aunque pueden ser utilizadas durante todo el año su uso suele ser más frecuente en verano cuando hay una mayor intensidad de los rayos de sol y horas de luz. Hablamos de las gafas de sol, un artículo indispensable en estas fechas para afrontar las jornadas al sol en la playa, en el chiringuito, o en la tumbona de la piscina. Se trata de un producto que cuenta en tiendas con una gran variedad y que se puede encontrar incluso a precios muy asequibles pero ojo al comprarlas porque no solo debemos fijarnos en su estética: la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalcuía recuerda a los a consumidores que no todas son iguales ni protegen igual la vista. A continuación, resumimos los claves principales a tener en cuenta a la hora de comprar unas gafas de sol.

Antes de dejarnos llevar por el precio, el modelo o el color de unas gafas de sol debemos revisar con detenimiento el etiquetado que es la fuente de información más importante del producto para garantizar su posterior uso. ¿Qué debemos mirar exactamente? Para empezar, dicho etiquetado debe incluir el marcado CE, que es el indicativo de que cumplen con las normas de seguridad y requisitos legales para su comercialización en la Unión Europea.

También apunta Consumo de que además, debe aparecer la identificación del modelo de gafas de sol, la entidad fabricante o suministradora –incluyendo nombre y dirección– así como la referencia a la norma ISO 12312 (Protección ocular y facial).

Además de cercionarnos de que las gafas de sol que nos gustan cuenta con un etiquetado correcto, otro aspecto importante es examinar su nivel de filtro. Consumo recuerda que existen cinco categorías en base a una clasificación que determina el nivel de protección frente al deslumbramiento, desde la categoría 0 (poca protección) hasta la 4 (protección muy alta).

Tal y como apunta Consumo, «los tres primeros filtros están pensados para situaciones de luminosidad solar desde muy baja a media, mientras que las categorías 3 y 4 ofrecen una protección alta y muy alta frente el deslumbramiento, respectivamente, para situaciones de fuerte luminosidad, de manera que se recomienda su uso para la playa, la montaña, y deportes acuáticos o de alta montaña como el esquí. Las gafas de sol de categoría 4 no son válidas para la conducción».

Por último, las recomendaciones de la Junta de Andalucía pasan por aconsejar a los consumidores comprar este tipo de productos en establecimientos de confianza y que se compruebe siempre que las mismas cuentan con una protección total contra la radiación ultravioleta.

¿Qué pasa si las gafas no cumplen con los requistos de filtrado o pretección? Pues qe pueden acarrear diversos daños o lesiones en los ojos. Si existen dudas a la hora de comprar, es preferible buscar a personal cualificado (por ejemplo, oftalmólogos) sobre el tipo de gafas que convendría comprar.

Por último, y no por ello menos importante, La Dirección General de Consumo realiza también un aviso especial con las gafas de sol destinadas a los niños. «En este sentido, las gafas de juguete, a pesar de tener que contar con el marcado CE, pueden no ofrecer la adecuada protección contra la radiación ultravioleta», insiste la Junta.

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