Piojos y árbol del té: la OCU advierte sobre este remedio popular

Pese a su nombre, no tiene nada que ver con el tradicional té de infusión: el aceite de árbol del té procede de una especie de arbusto australiano (Melaleuca alternifolia), de cuyas hojas se extrae por destilación. Tiene un olor alcanforado y un color que va del amarillo al transparente.

Se comercializa como aceite esencial sin diluir, puro al 100%, y también diluido, como ingrediente de cosméticos y otros productos para el cuidado de la piel. Las presentaciones de aceite puro suelen llevar indicaciones de cómo usarlo diluido: unas gotas en el champú o mezclado con otros aceites es una forma de uso habitual.

Según destaca la OCU, aunque no hay una información científica concluyente, sí parece que el aceite de árbol del té es capaz de matar los piojos pero no ocurre lo mismo con las liendres. Sin embargo, desde esta organización destacan que este repelente puede tener efectos tóxicos. Así, destacan que sólo debe usarse por vía tópica y es tóxico por vía oral: no se debe tragar ni inhalar. Se pueden dar intoxicaciones y causar somnolencia, desorientación, erupción cutánea y ataxia (pérdida de equilibrio y coordinación) e incluso, el coma en ciertos casos, según apuntan desde la entidad. De este modo, insisten en que hay que tener mucho cuidado con las confusiones, sobre todo en el caso de los niños, ya que algunas presentaciones vienen con gotero. Es importante mantenerlo fuera del alcance de los niños y con tapón de seguridad.

Pero incluso usándolo sobre piel y cabello no es inocuo, según destacan desde la OCU:

-Puede causar irritación de la piel o dermatitis de contacto en algunas personas.

- Las preparaciones de aceite de árbol del té no son muy estables y se alteran con la presencia de oxígeno, luz o altas temperaturas: el aceite de árbol de té oxidado (por haber sido expuesto al aire, por ejemplo) puede desencadenar más alergias. Se debe conservar en un lugar fresco y protegido de la luz.

- Algunos estudios, no concluyentes, apuntan a una posible acción disruptora del sistema endocrino. Es preferible evitar su uso directo en niños pequeños o embarazadas.

El Methyleugenol es una sustancia presente de manera natural en algunos aceites esenciales y aparece, en muy baja concentración, en el aceite de árbol de té. Esta sustancia, carcinogénica, está restringida por el reglamento de cosméticos: en productos sin aclarado el contenido debe ser indicado en la etiqueta y no debe superar el 0,0002% (2 ppm) y en productos con aclarado el 0,001% (10 ppm).

El Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (SCCS) emitió en 2008 un dictamen sobre el aceite de árbol del té concluyendo que faltaban datos para poder evaluar su seguridad. También fue objeto en 2021 del estudio de otro organismo, el americano CIR, que abordó su uso en cosméticos y dictaminó que era seguro a las concentraciones en que se emplea.

El aceite del árbol del té, que se usa por vía tópica, tiene propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. De hecho la sabiduría popular le atribuye efectos contra el acné, el pie de atleta, hongos de las uñas, herpes labial o el tratamiento de diversas heridas e infecciones, además de propiedades contra los piojos, como repelente de garrapatas y contra otros insectos.

En general, los aceites esenciales usados como ingredientes de los cosméticos son seguros, pero el aceite puro, con concentraciones mucho más elevadas que las propias de su uso en cosméticos y productos de higiene personal, es una sustancia química no exenta de riesgo. El aceite del árbol del té no es una excepción.