Un año sin el pequeño Álex, víctima de un criminal reincidente
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CRIMEN DE LARDERO ·
La Fiscalía pide prisión permanente revisable para su presunto asesino, Francisco Javier AlmeidaCARMEN NEVOT
Logroño
Viernes, 28 de octubre 2022, 09:59
Eran las 20.25 horas cuando una llamada al SOS Rioja alertaba de la desaparición de un menor. Tras esa primera se sucedieron varias a la Guardia Civil y a la Policía Local de Lardero. Comenzó entonces la búsqueda frenética de Álex, de 9 años. Una carrera contrarreloj con final trágico. Al pequeño lo encontraron prácticamente muerto en brazos de su asesino, en el rellano de la segunda planta del número 5 de la calle Río Linares, en Lardero, llamando insistentemente al ascensor. En el suelo, una peluca de colores de mujer. Era la que se había puesto Álex para asistir disfrazado de 'la niña del exorcista' a una fiesta de Halloween en el merendero de unos amigos de sus padres. Habían mediado 39 minutos eternos desde su desaparición.
Francisco Javier Almeida había engañado al niño con alguna artimaña para que le acompañara desde la plaza Entre Ríos, donde jugaba en ese momento con su hermano, hasta su casa. Un recorrido de apenas unos 50 metros.
Han transcurrido doce meses de la tragedia y su asesino aguarda juicio entre rejas en el centro penitenciario de Segovia, ubicado en el municipio de Torredondo, a apenas nueve kilómetros de la capital. Allí fue trasladado, por su propia seguridad, el 4 de noviembre, cuando no llevaba ni una semana en la cárcel de Logroño y ni siquiera había guardado la cuarentena del protocolo COVID. Dada la alarma y la escalada de tensión que desencadenó el crimen, Instituciones Penitenciarias consideró que era conveniente su traslado para evitar posibles conflictos con otros internos.
Desde su celda, en el módulo de aislamiento en la cárcel segoviana, espera que un jurado popular dilucide sobre su culpabilidad o inocencia. La juez del Juzgado de Instrucción número dos de Logroño, encargada del caso, acordó en diciembre pasado incoar el procedimiento ante el tribunal del jurado, competente para juzgar los delitos de asesinato y de homicidio, entre otros.
Previsiblemente en el primer trimestre del próximo año, Almeida se enfrentará desde el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial de La Rioja a la máxima pena: la prisión permanente revisable. Según ha podido saber este diario, así lo solicita la Fiscalía en su escrito de acusación. La misma pena que reclaman las acusaciones particular y popular, ejercida esta última, por la asociación 'Clara Campoamor'.
En este tiempo, Almeida, nacido en Logroño el 13 de abril de 1967, se ha negado a declarar en varias ocasiones, incluso en sede policial tras su detención y ante la juez nada más pasar a disposición judicial. Y de todas las veces que ha sido citado, solo en una ha pedido asistir presencialmente. Fue el 29 de junio. Ese día prestaban su testimonio dos menores. Almeida pudo escucharlos, pero no verlos. La juez ordenó la colocación de un biombo para evitar el contacto visual.
Agresión sexual a una menor .
5 de octubre de 1989: Francisco Javier Almeida intercepta a una menor de 13 años que se dirigía al colegio y la agrede sexualmente.
Julio de 1993: Almeida es condenado a 7 años de prisión por la agresión sexual.
Mayo de 1997: Tras cumplir poco más de la mitad de la condena, Francisco Javier Almeida queda en libertad.
Asesinato y violación a la empleada de una inmobiliaria .
17 de agosto de 1998: Francisco Javier Almeida, apenas trece meses después de abandonar el centro penitenciario, se cita con Carmen López, empleada de una inmobiliaria de Logroño para ver una vivienda de la capital. Tras una visita al inmueble a primera hora de la tarde, vuelve a citarse con ella horas después con la excusa de tomar unas medidas del piso. Una vez en la vivienda le agredió salvajemente con un arma blanca y posteriormente abusó sexualmente de ella.
7 de abril de 2000: La Audiencia Provincial de La Rioja, tras el veredicto del Tribunal del Jurado, condena a Almeida a una pena de 20 años de prisión por el asesinato de la agente inmobiliaria y 10 por la agresión sexual. El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja confirmó meses después el fallo.
8 de abril de 2020: Veinte años y un día después de la condena de la Audiencia Provincial y tras disfrutar de 39 permisos sin incidencias, obtiene la libertad condicional gracias a que Instituciones Penitenciarias admitió el recurso que interpuso contra la decisión de la junta de tratamiento de la cárcel de El Dueso (Cantabria) de no concederle el tercer grado.
Crimen de Álex .
29 de octubre de 2021: Francisco Javier Almeida engaña al pequeño Álex (9 años) –que celebraba con sus padres y unos amigos una fiesta de Halloween en un local del parque Entre Ríos de Lardero– para que le acompañe a su piso para enseñarle unos cachorros. Allí –de momento presuntamente– acaba con su vida y es localizado por agentes de la Guardia Civil en el rellano de su vivienda con el cuerpo del menor en brazos mientras llamaba compulsivamente al ascensor.
El presunto asesino de Álex había salido de la cárcel 18 meses antes. Se encontraba en libertad condicional después de haber cumplido 20 de los 30 años a los que fue condenado en abril de 2000 por el crimen de la Inmobiliaria. También entonces un tribunal ciudadano se encargó de escuchar a las decenas de testigos que prestaron su testimonio en uno de los juicios más mediáticos de La Rioja. Su abogado en ese momento ya avisó de que la historia se podía repetir, como así ocurrió el 28 de octubre de 2021. Incluso él mismo, en aquel juicio, se confesó ser un peligro para él y para los demás. Aún así, y pese a que en 1993 había sido condenado a 7 años por agredir sexualmente a una menor de 13 años, obtuvo la libertad condicional el 8 de abril de 2020, en pleno confinamiento, gracias a que Instituciones Penitenciarias admitió el recurso que interpuso contra la decisión de la junta de tratamiento de El Dueso (Catanbria) de no concederle el tercer grado.
A su salida de prisión, alquiló un piso en Lardero, en la calle Río Linares, próximo a un concurrido parque y a apenas unos metros del colegio público Villa Patro. Apodado Mortadelo por su altura, aspecto desgarbado y sus gafas, no pasaba desapercibido en la zona. Con problemas de habla y una sordera parcial, no se relacionaba con mucha gente y en el barrio le consideraban un tipo raro y solitario, que ya había despertado ciertas sospechas entre los vecinos. Tres días antes del asesinato, la madre de una pequeña interpuso una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Villamediana de Iregua. Según las diligencias a las que tuvo acceso este diario, a la altura del número 8 de la calle Río Linares, un individuo le había preguntado a la menor si era amiga de su hija Sara, luego la invitó a subir a su casa para que jugara con ella. Declinó la invitación. En la descripción que hizo de aquel individuo, la niña calculó que tendría unos 50 años. Almeida tenía cuatro más en ese momento.
Francisco Javier Almeida no es un interno cualquiera en el centro penitenciario de Segovia, en Torredondo. Allí fue trasladado el 4 de noviembre de 2021 desde la prisión logroñesa donde Instituciones Penitenciarias temía por su integridad. Ese fue el principal motivo de su 'mudanza' y esa es también la razón por la que en el centro segoviano pasa los días en un módulo de aislamiento.
El presunto asesino de Álex no tiene contacto con otros internos. Tampoco recibe visitas y su única actividad diaria es pasear solo en el patio durante tres horas cada día. Fuentes del centro señalan que «no da ruido alguno».
Ayer mismo se ponía en contacto con su abogado, César Martínez Ruiz Clavijo, para pedirle silencio, que no hiciera declaraciones a los medios de comunicación ahora que se cumple el primer aniversario del crimen de Lardero.
Antes de ser trasladado de Segovia y pese a los pocos días que estuvo en la cárcel de Logroño, fue tiempo más que suficiente para que dejara constancia de la frialdad con la que siempre le han descrito los funcionarios de la prisión de Cantabria, donde ha pasado la mayor parte de su vida. En esos días en la prisión riojana escribió una instancia que dirigió al cura del centro penitenciario para pedir un encuentro con él. El motivo del encuentro, según dejó escrito en la solicitud, era pedirle dinero para poder comprar en el economato porque, al parecer, el resto de internos, teniendo en cuenta el motivo de su estancia en prisión, no se lo prestaban. Lo más llamativo de la instancia estaba en el enunciado. Francisco Javier Almeida se identificó como 'El que ha matado al niño de Lardero'.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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