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Es una de las tradiciones populares más arraigadas. Darle la bienvenida al año nuevo tomando 12 uvas al compás que marcan las 12 campanadas. Los niños son testigos desde que adquieren conciencia de este ritual en el seno de sus familias y, como es lógico, ... muchos piden imitar a sus mayores. A simple vista algo inofensivo. Movidos por el caracter festivo de la noche muchos padres ni se paran a cuestionar la seguridad de esta práctica. Por ello, los médicos ejercen una vez más de Pepito grillo y recuerdan los riesgos de que los menores tomen esta fruta dado el peligro de asfixia que conlleva. Más aún cuando hay prisas de por medio.
Al respecto, el Servicio de Urgencias pediátricas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha querido ofrecer a las familias algunos consejos importantes para prevenir los atragantamientos en niños, ya que son una causa común de accidentes infantiles, sobre todo en menores de 6 años. En la misma línea, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) recuerda que los niños menores de cinco años no deben comer las uvas en Nochevieja por el riesgo de asfixia. Tampoco debe sustituirse por la ingesta de frutos secos o lacasitos, apuntan. Por su tamaño, su piel resbaladiza y el jugo de su interior pueden propiciar que se traguen sin masticar y generen un taponamiento de las vías aéreas, impidiendo al niño respirar.
Ya ocurrió en la Nochevieja que dio la bienvenida al 2019. Una tragedia que sacudió a una familia de Gijón que perdió a su hijo de 3 años. Una vez en el hospital, donde el equipo médico que lo atendió le extrajo la uva e intentó reanimarlo, nada pudo hacer pese a los esfuerzos por salvar su vida.
Para evitar que se repitan estas desgracias, los otorrinolaringólogos recomiendan que cuando se les ofrezcan a los niños -siempre mayores de 5 años- sean sin piel, sin pepitas y partidas en trozos de forma longitudinal.
Estos accidentes suelen ocurrir de forma inesperada, por eso es tan importante conocer las maniobras que hay que realizar para intentar resolver el problema mientras pedimos ayuda o llegan los servicios de emergencia.«Si el niño tose de forma enérgica, hay que acompañarle, dejarle incorporado y animarle a seguir tosiendo. Si la tos deja de ser efectiva, el niño empieza a toser menos y hay cambio de coloración, lo más importante es llamar al 112 para pedir ayuda y pasar a realizar las maniobras de desobstrucción», indica la pediatra María Escobar del Gregorio Marañón.
Si el niño es menor de 1 año, hay que comprobar si hay algún objeto en la boca, «si lo vemos claramente, lo extraeremos con el dedo en forma de gancho, nunca meteremos la mano porque puede empeorar la situación», indica.
Pasos a seguir en atragantamientos de niños menores de un año
- Se debe comprobar si hay algún objeto en la boca, si se ve claramente, hay que extraerlo con el dedo en forma de gancho, sin meter nunca la mano porque puede empeorar la situación.
- En caso contrario, se debe colocar al niño sobre tu antebrazo, ligeramente hacia abajo y darle cinco golpes secos en la parte alta de la espalda (entre los omóplatos).
- Después, hay que darle la vuelta y realizarle con dos dedos cinco compresiones en el centro del pecho, dos dedos por encima del esternón, justo por debajo de la línea imaginaria que une los pezones.
- Se deben repetir estas maniobras cinco y cinco hasta que el niño respire bien, expulse el objeto o empeore y pierda el conocimiento, en cuyo caso, se deben iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Pasos a seguir en atragantamientos de niños mayores de un año
- Se debe comprobar si tiene algún objeto en la boca, si se ve claramente, hay que extraerlo con el dedo en forma de gancho.
- Tras ello, hay que darle los cinco golpes secos en la espalda (entre las escápulas) apoyando al niño sobre tus piernas.
- En el caso de los niños mayores de un año, se debe realizar la denominada 'maniobra de Heimlich'. La misma se ejecuta así: cierra el puño con el dedo pulgar dentro y abraza al niño con la otra mano encima del puño justo en la boca del estómago.
- A continuación, hay que hacer un movimiento hacia arriba y hacia ti, apoyando la espalda del niño sobre tu pecho. Así cinco veces.
- Hay que comprobar si ha salido el cuerpo extraño, de lo contrario se deben repetir estas maniobras 5 y 5 hasta que el niño respire bien, expulse el objeto o empeore y pierda el conocimiento, en cuyo caso, hay que iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
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