Las mejores sartenes a la venta en el supermercado por menos de 15 euros, según la OCU

Es una sartén de acero inoxidable con recubrimiento de teflón, que ofrece muy buenas prestaciones tanto en vitrocéramica como en inducción, según el estudio de la OCU. Es estable, manejable y fácil de usar, aunque la resistencia es «solo aceptable», según destacan.

Esta sartén de teflón a la venta en el gigante sueco ofrece muy buena calidad en general, según la OCU, ya que es resitente y duradera. Y su precio es otro de sus puntos fuertes, ya que únicamente cuesta 9 euros.

Además, la organización de consumidores ofrece algunas claves a tener en cuenta para elegir bien una sartén, algo que no es tan fácil como podría pensarse, ya que podemos encontrarnos con la sorpresa de que lo que pensábamos que era una buena compra, tras ser usada un par de veces tenga que ir a la basura. buena apariencia pero basta usarlas un par de veces para comprobar que no dan la talla.

La primera cuestión a la hora de adquirir una sartén es valorar su diámetro. Las más vendidas son las de 24 centímetros, ya que se les puede dar prácticamente cualquier uso. Pero debemos tener en cuenta si necesitaremos otras sartenes más grandes para determinados platos o quizás una más pequeña porque nos limitemos simplemente a freir un huevo de vez en cuando.

Cuando acudamos a la tienda a comprar una sartén, lo mejor es levantarla por el mango, manipularla y moverla de un lado a otro para ver si está bien equilibrada y si se corre el riesgo de que se vierta su contenido, según advierten desde la OCU. Si es demasiado pesada, puede no ser práctica, pero si por el contrario es muy ligera, puede ser menos estable. Así que debemos buscar el equilibrio y apostar por una que manejemos con comodidad y resulte cómoda en nuestras manos.

Si el mango es de baquelita o de cualquier otro material plástico resistente al calor y tiene un buen diseño ergonómico, será la opción más cómoda y segura para no quemarse. Debemos comprobar que el mango se adapte bien a nuestras manos, y si está fijado a la sartén por un tornillo, habrá que comprobar que éste no esté suelto o mal unido y, de ser así, fijarlo firmemente.

La sartén debe albergar hueco para nuestros dedos en el mango, para que no corramos el riesgo de acercarlos demasiado a la zona caliente y quemarnos, y no sólo en la parte superior, también en la inferior. La sartén puede calentarse en exceso durante su uso y debemos evitar que tenga un mango muy corto, porque entonces no será ni cómoda ni útil.

La base de la sartén, ha de ser fuerte y resistente, pues en el caso de que sea una placa de acero demasiado fina, la sartén pronto se deformará con el uso. El fondo de la sartén debe tener una capa de aluminio que distribuya bien el calor. Para comprobar si la superficie de apoyo es lisa, colocaremos la sartén sobre una superficie plana y veremos si es estable. El más mínimo bollo puede provocar que no haga buen contacto con la placa y por lo tanto se pierda energía.

Es recomendable lavar las sartenes a mano, mejor que en el lavaplatos, pero en caso de recurrir a este electrodoméstico hay que fijarse si el fabricante ofrece algún tipo de indicación.

Cuando se esté usando en el fuego, debe colocarse el asa de la sartén hacia dentro, de manera que no moleste. De lo contrario podrías chocar con ella y derramarse el contenido. Es fundamental fijarse en el que el mango no quede colocado sobre otro fuego encendido. Además, no debe calentarse la sartén vacía, porque el teflón puede emitir sustancias tóxicas si se calienta a más de 280 ºC.