Cualquier excusa es buena para disfrutar de este capricho, y más ahora que se acerca uno de sus días grandes del año. Porque con la celebración de San Valentín la venta de bombones se multiplica en estas fechas, ya que es uno de los obsequios ... que tradicionalmente no faltan (ni fallan) el 14 de febrero, tanto para ellos como para ellas.
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Y ahora que llega el día de los enamorados, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado un ránking en el que ha analizado once tipos de bombones a la venta en el supermercado. Para llevar a cabo su informe se ha tenido en cuenta diveros aspectos como por ejemplo el mejor perfil nutricional según el tipo de grasas, azúcares, aditivos o el grado de procesado del producto. También se contó con un panel de expertos pasteleros para valorar los mejores productos por su sabor, olor o textura...
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Isabel Méndez
En su estudio, la OCU confirma que los bombones analizados presentan una elevada densidad energética; ya que de media un bombón de unos 10 gramos tiene unas 58 kilocalorías. Pero el problema no es ese valor energético, según inciden, sino sobre todo que proceden de las grasas y el azúcar. Por este motivo, se deben degustar sólo de vez en cuando y con moderación.
La base de un bombón debería ser la manteca de cacao y el azúcar, pero ocho de los once bombones del análisis sustituyen parte de la manteca por otras grasas más baratas, como la palma, el palmiste, el coco o la grasa láctea, según este estudio. En los casos más llamativos se encuentran hasta cuatro grasas distintas en un mismo bombón.
Otro fallo en la composición, menos generalizado (aparece en tres de las once muestras), es sustituir parte del azúcar por jarabes de glucosa, según apuntan.
También la práctica de rebajar el contenido en azúcar o manteca de cacao sustituyéndolo por alternativas más baratas (y de peor calidad) pasa factura al conjunto del dulce: estos productos resultan menos valorados en la degustación.
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Independientemente de cuál sea el gusto del consumidor, si se prefiere un bombón sencillo o con relleno, con praliné o con licor, en la OCU destacan que una serie de propiedades que definen lo que es un buen bombón, como son:
- Color brillante.
- Superficie lisa con ausencia de puntos blancos que reflejen la cristalización de la grasa.
- Si tiene relleno, debe contar con una fina capa de chocolate que lo recubra, que se funda en la boca lo antes posible y libere el relleno. El relleno debe ser agradable, sin exceso de dulzor ni exceso de grasa.
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-Si no tiene relleno, debe fundirse el chocolate en la boca. En cualquier caso, se debe apreciar el sabor del cacao.
Sin embargo, según se constata no siempre se cumplen estos requisitos: a veces la grasa ha cristalizado, o el chocolate es demasiado grueso y no consigue fundirse en la boca, o bien es tan dulce que no se aprecia la manteca y el sabor a cacao.
Una vez analizados los distintos parámetros, a juicio de la OCU el mejor bombón a la venta en el súper es el clásico de Ferrero Rocher, con un precio de venta de 5,89 euros/200g (29,45 euros/kg). Destaca también por su sabor equilibrado y una buena textura.
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En segundo lugar del ránking aparece otro bombón italiano, Pocket Coffee espresso, un bombón relleno con una fina capa de chocolate negro y un interior de cremoso café azucarado que se caracteriza por la potencia de sabor y su cuidada capa de chocolate exterior. Tiene un precio de 4,89 euros/225g (lo que suponen 21,73 euros/kg), por lo que en la OCU se le considera una compra maestra.
La tercera plaza del podio es para el Ferrero Mon Cheri, con un precio de 31,68 euros por kilo.
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