La mejor lasaña fresca del supermercado, según la OCU

La entidad analiza diez de estos productos refrigerados para valorar su contenido nutricional, sal y aditivos, entre otros aspectos

Isabel Méndez

Málaga

Domingo, 28 de enero 2024, 13:26

Sólo hay que abrir el envase, calentar unos minutos en el microondas y a continuación ya se puede disfrutar de un plato. La proliferación de comida preparada a a la venta en supermercados es cada vez mayor para dar apoyo a las personas (mayores) que ... viven solas, las que tienen que comer en la oficina... La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha detenido en analizar uno de estos platos refrigerados que pueden servir de salvavidas en algún momento: las lasañas frescas.

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Para saber si están equilibradas y suponen un plato completo desde el punto de vista nutricional, se han seleccionado diez lasañas de carne o salsa boloñesa compradas en el supermercado en la parte refrigerada. Se presentan en envases individuales, con su etiqueta completa. Ocho de las lasañas estudiadas son de la marca del propio establecimiento de venta: Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, El Corte Inglés, Lidl, Hacendado (Mercadona) y Eroski, y otras dos son de marcas generales: Casa Más y Dunany.

Las mejores

Los tres productos mejor valorados según la OCU, que son también los que tienen las mejores valoraciones en degustación son:

- Lasaña boloñesa de Hacendado. Precio: 2,65 euros/envase 350 gramos. Elaborada sin aditivos y sin ingredientes industriales, aunque podría tener menos sal.

- Lasaña boloñesa Dunany. Precio: 2,75 euros/envase de 350 gramos. Es la única lasaña que emplea mantequilla y apenas lleva ingredientes industriales, pero tiene bastante sal y aditivos.

- Lasaña boloñesa de El Corte Inglés. Precio: 2,97 euros/envase de 400 gramos. Obtiene la mejor nota en degustación, pero usa demasiados aditivos y también se pasa de sal.

Ojo con la sal

El tamaño, entre 350 y 400 gramos, es adecuado para una porción de un plato principal. ¿Qué aporta una ración de estas lasañas? Una ración media de 370 gramos aporta 560 kcal, que vienen principalmente de las grasas y de los hidratos de carbono, según destaca la OCU.

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El valor de las grasas saturadas se espera que sea alto, ya que la bechamel tradicionalmente se elabora con mantequilla; sin embargo, solo Dunany la emplea. Los hidratos de carbono también son necesariamente altos por la propia pasta y la harina de la bechamel: tienen de media unos 40 gramos por porción. La fuente de la proteína es la carne del relleno: rondan de media los 28 gramos de proteína por porción.

El azúcar no debería estar apenas presente, salvo por lo que lleva la salsa de tomate, pero algunos se pasan y aportan hasta18 gramos por porción, de acuerdo con los datos del análisis.

La mayor pega la encontramos en la cantidad elevada de sal: una de estas lasañas ración supone entre 2,8 y 4,2 gramos, valores muy altos, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no tomar más de cinco gramos de sal al día.

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Ya sabemos que cuantos menos aditivos, mejor. Sin embargo, en la mayoría de estas lasañas hay aditivos, a veces hasta 9 o 10, entre agentes de textura, emulsionantes, conservantes, acidificantes, antioxidantes, colorantes, etc. Además, leyendo el etiquetado se aprecia también que aparecen una gran cantidad de ingredientes industriales, esos que rara vez se utilizan en la cocina de casa: almidón modificado, aromas, dextrosa, lactosa, jarabe de glucosa, colorantes, fosfatos. Estos ingredientes delatan el elevado grado de procesamiento del alimento.

Recomendaciones

Un panel de expertos cocineros han calentado los productos siguiendo las instrucciones de la etiqueta y a continuación han valorado el aspecto, sabor, olor y textura de los platos. Las valoraciones son buenas en general, salvo para la lasaña de Dia, que se lleva los peores comentarios por presentar una pasta muy gruesa y dura, poco relleno y muy pastoso. En el lado opuesto, la lasaña de El Corte Inglés destaca por el buen relleno en sabor y cantidad y por la buena bechamel.

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En resumen, laas lasañas frescas envasadas son una solución cómoda, como otras comidas preparadas, algunas están ricas y bien de precio… pero en general tienen muchos aditivos e ingredientes industriales y se pasan de sal: de media, una porción aporta el 66% del máximo de sal que se recomienda en un día.

Por todo esto, desde la OCU aconsejan:

-Reservar estos platos para tomarlos solo de vez en cuando.

-Cuando se ingieran, hay que intentar que durante el resto de la dieta del día sea muy baja en sal. Si se tienen problemas de hipertensión, mejor no consumirlos.

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- El contenido en grasas saturadas es también alto, es importante tenerlo en cuenta durante el resto de la jornada.

- Para completar la comida, acompaña la lasaña con una pieza de fruta y agua como bebida.

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