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David González | Rosa Cancho
Viernes, 22 de marzo 2024, 09:09
«Había salido a dar un paseo, estaba cruzando el paso de peatones que hay frente a la casa y he visto cómo caía». Pedro seguía abrumado por la terrible escena. Un bebé de 11 meses se precipitaba desde un quinto piso de un ... bloque de la Avenida 8 de marzo, en el barrio de Salburua, en Vitoria. Eran las 16.45 horas y este hombre de mediana edad, único testigo directo, se acercó para intentar ayudar.
«No sabía qué había pasado. He visto a un niño pequeñito, con sangre en los oídos, descalzo y con el pañal. No lo he querido tocar y he llamado a la Policía. Han venido enseguida», relataba a El Correo todavía estremecido por lo vivido. El pequeño seguía con vida a pesar de la brutal caída. Debido al alcance de sus heridas, una ambulancia medicalizada le trasladó de urgencia al hospital Txagorritxu, donde ingresó en estado «crítico». Finalmente el pequeño ha sido trasladado a la UCI pediátrica del hospital de Cruces.
Inmediatamente después de la caída, esta arteria principal de Salburua se llenó de dotaciones policiales y sanitarias. La tensión y el desconcierto presidieron los instantes iniciales, ya que no estaba claro lo ocurrido. Varios peatones y residentes del edificio rompieron a llorar ante la escena. «Es terrible, una desgracia, da mucha pena», acertaban decir varias vecinas al otro lado del cordón policial. Todas con los ojos enrojecidos. Todas, madres. «No te acabas de creer que es un niño pequeño».
Enseguida, uniformados de la Policía Local localizaron al padre. Se trata de un joven de 20 años, que apenas llevaría un puñado de meses en ese piso compartido con su pareja y madre del pequeño. La joven tiene 18 años y necesitó atención especializada al recibir la noticia. «Llevan poco tiempo y viven de alquiler», apuntaron vecinos de su portal. El dueño de esta vivienda de VPO «falleció y la casa había quedado libre».
Pedro, testigo directo
Como ya avanzó la web de El Correo, todas las miradas policiales se depositaron desde un primer momento en el joven progenitor, quien se hallaba en el domicilio cuando el bebé cayó al vacío. Tras una breve entrevista con él y ante sus respuestas, la Guardia urbana decidió su arresto y traslado a la comisaría de Aguirrelanda para tratar de esclarecer lo sucedido. Un par de horas después, la Ertzaintza cogió el testigo y se hizo cargo de la investigación, llevando al veinteañero a las instalaciones de Portal de Foronda donde ingresó «muy afectado». El joven ha sido puesto en libertad esta madrugada.
Se trabaja en tratar de aclarar si se le cayó por accidente, si fue un descuido o si intervinieron otras circunstancias. Medios policiales deslizan que la primera versión aportada por el progenitor es que «se quedó dormido». Y que, a partir de ahí, la criatura, no se sabe muy bien cómo, se encaramó hasta la ventana abierta de la quinta planta con consecuencias fatales.
«He estado al lado el crío pero sin atreverme a tocarlo. Cuando ha pasado un grupo de adolescentes me he puesto en medio para que no le vieran», se sinceraba Pedro, quien también telefoneó a los servicios de urgencia. Esta zona de Salburua permaneció acordonada y cerrada al tráfico al menos un par de horas.
La madre parece ser que se encontraba fuera de la vivienda. El caso es que tuvo que ser atendida por un equipo médico, que la evacuó a un centro hospitalario sobre las 18.15 horas debido a su estado de máxima agitación. Al lugar se acercó una familiar que poco después abandonó la casa con un perro, se supone que la mascota de esta joven familia.
La Ertzaintza se hizo cargo del caso alrededor de las 19.00 horas, pasando el arrestado a su disposición. Ese cambio, sostienen los medios consultados, respondería a «la gravedad» de lo sucedido en este edificio del barrio de Salburua. Al mismo tiempo, un equipo especializado de este cuerpo subió al quinto piso para acometer una completa inspección de la vivienda. También midieron las dimensiones de la ventana, su altura del suelo y la colocación del mobiliario de esa estancia.
Mientras, a pie de acera, se tomaron fotografías y muestras en el punto donde cayó el pequeño, donde permanecía su pañal. Para entonces ya se habían llevado al padre a la comisaría y los agentes tapaban el lugar en el que había impactado el pequeño.
En principio, el Juzgado de Instrucción número 3 se hará cargo hoy de la investigación, siempre y cuando la Ertzaintza aprecie algún tipo de responsabilidad penal por parte del padre y, por ahora, único sospechoso.
Como sucediera en el pasado con la niña Alicia, asesinada por el novio de su madre que la arrojó desde un primero en la calle Libertad, o la pequeña Laura, de 4 años y fallecida al precipitarse desde un octavo en Lakua, el eco de la noticia dejó un eco de pesadumbre en la ciudad. Entre las numerosas muestras de solidaridad, la alcaldesa, Maider Etxebarria, escribió en sus redes sociales: «Consternada por el trágico suceso de Salburua. La investigación está abierta. Esperamos los resultados del trabajo que están realizando Policía Local y Ertzaintza para aclarar los hechos».
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