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En la década de los 90, coincidiendo con su adolescencia y su despertar sexual, no hubo talleres, ni charlas, ni explicaciones directas y claras. Internet supuso una vía de escape para encontrar respuestas. Esa necesidad de saber marcó el futuro -sin saberlo entonces- de Laura ... Marcilla, psicóloga, sexóloga y experta en violencia de género. Ciudadrealeña de 32 años, vive en Almería aunque se mueve por toda la geografía andaluza (y española) para impartir talleres de educación sexual en colegios e institutos. Asegura que los jóvenes tienen hoy día un exceso de información que les hace sentirse más preparados de lo que realmente están a la hora de iniciarse en el sexo. La especialista también pone de relieve el peligro que supone la normalización de las relaciones tóxicas que, a su entender, incluso blanquean la violencia en las primeras relaciones de pareja. «El control y dominación en las relaciones de pareja ha existido siempre y sigue existiendo.Ahora el machismo se ha vuelto, en cierto modo, más inteligente», avisa.
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Rossel Aparicio
-Si nos enteramos de que nuestro hijo adolescente consume porno, ¿qué hacemos?
-De entrada, la bronca sobra. Nuestro primer impulso es regañar pero es importante sentarnos a hablar y explicarles por qué ese contenido no nos gusta para ellos: porque representa de forma superfalsa las relaciones sexuales. Es bueno hablar de lo que han visto, preguntar si hay algo que no han entendido o no les cuadre. Poner filtros parentales y barrer el asunto debajo de la alfombra haciendo como que no ha ocurrido tampoco es la solución. Al final ellos van a acceder de una forma u otra al contenido. Es mejor sentarnos, naturalizar y explicarles que lo que ven es una exageración, que las mujeres no tienen porque gritar, que en la vida real se usa preservativo, etc. Plantearlo como una conversación, no un como un monólogo.
-Otro asunto: ¿los juguetes sexuales cada vez gustan más o sigue habiendo reparos?
-Parece que la gente se ha desinhibido, sobre todo las mujeres. Quizá hay más reticencias entre los hombres porque se sigue teniendo una imagen del hombre como un conquistador, un sujeto deseante que tiene que ligar mientras que de la mujer se vende una imagen de objeto deseable que va a ser seducida. Es como si se percibiese que el hombre usa esos juguetes porque no ha sido capaz de encontrar pareja sexual. Este enfoque tiene fallos de conceptualización. Por ejemplo, se piensa en la masturbación como si fuera un sustituto del sexo cuando es una práctica complementaria. Y en este punto sí diría que me preocupa que se venda la masturbación como si el orgasmo fuera el objetivo o como si alcanzarlo más rápido fuera lo más satisfactorio. Que el objetivo del sexo o la masturbación sea ese orgasmo fácil y rápido puede ser un problema porque puedes interiorizarlo y olvidarte de la excitación o pasarlo bien.El cuerpo es vago y si lo hacemos así luego nos puede costar más disfrutar si lo hacemos de otra manera.
-Le he leído decir que, aunque estemos empeñados en el sexo 'nocturno', es mejor el 'mañanero', ¿es así?
-Depende de las circunstancias de cada uno. Es verdad que por cómo funciona la sociedad -trabajos, niños, colegios, etcétera- es complicado encontrar por la mañana un rato para tener intimidad y se recurre a la noche que es cuando realmente estamos más cansados, tenemos la energía más baja y la mente puesta en que tenemos que madrugar al día siguiente. Si las circunstancias lo permitieran, el sexo 'mañananero', por llamarlo de alguna forma, puede ser efectivamente más satisfactorio, porque es una manera de empezar el día con buen humor y pilas cargadas. A nivel físico y químico, si las circunstancias de cada uno lo permiten, la mañana es un momento muy bueno para mantener relaciones sexuales.
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