El invierno ha sido el séptimo consecutivo más cálido de lo normal con 1,2ºC más

Según este resumen, el invierno 2024-2025 ha tenido un carácter muy cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 7,8°C, valor que queda 1,2°C por encima de la media de esta estación. Las anomalías térmicas se situaron en torno a +1°C en la mayor parte de la España peninsular, salvo en algunos puntos del Cantábrico oriental y del sistema Ibérico, en los que alcanzaron valores cercanos a +2°C.

Ha sido, además, el sexto invierno más cálido desde el comienzo de la serie en 1961, fecha a partir de la cual la Aemet dispone de datos con validez científica para toda España. Y ha sido el quinto más cálido del siglo XXI. En su transcurso no hubo ninguna ola de frío, algo que sucede por segundo invierno consecutivo. De los diez últimos inviernos, solo uno ha sido frío, el de 2017-2018. El resto han sido cálidos (tres) o muy cálidos (seis).

El invierno tuvo un carácter cálido o muy cálido en prácticamente toda la España peninsular, así como en Baleares (11,6ºC de temperatura media, 1ºC más) y en Canarias (16ºC, lo que significa 0,8ºC más).

Por meses, diciembre fue cálido, y tanto enero como febrero, muy cálidos. Aun así, entre el 13 y 19 de enero se registraron las temperaturas más frías del invierno, con intensas heladas nocturnas, aunque con valores diurnos en torno a lo normal. En aquel episodio Molina de Aragón llegó a -11,2ºC el día 14. Se trata del registro más bajo de todo el invierno en estaciones de la red principal. También destacaron los -9,7 °C observados en Salamanca el 14 de enero, los -9,6 °C de Teruel medidos también el 14 de enero, y los -8,7 °C de Burgos, registrados el 15 de enero.

Pese a estas bajas temperaturas fueron frecuentes los episodios cálidos para la época del año. Destaca el del 9 al 22 de febrero, un mes en el que no hubo ningún episodio frío significativo. La temperatura más alta durante el invierno se midió el 15 de diciembre en La Palma, con 28,8 ºC. En la Península, Murcia alcanzó 28,1 ºC el 27 de enero.

El invierno fue en conjunto seco, con un valor de precipitación media sobre la España peninsular de 145,9 mm, cantidad que representa el 77% del valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020. Se trató del decimosexto invierno más seco desde el comienzo de la serie en 1961, y del séptimo del siglo XXI.

Comenzó con un diciembre muy seco (el segundo con menos lluvias del siglo actual, tras el de 2015) y enero arrancó también seco en general, pero la segunda quincena fue muy lluviosa y el mes terminó con carácter húmedo en su conjunto. Febrero fue un mes más seco de lo normal, aunque lluvioso en zonas de la mitad norte. Nada parecido al arranque de la primavera meteorológica (que comenzó el 1 de marzo, aunque la astronómica lo hará el próximo día 20) con las lluvias barriendo el país y dejando cantidades de hasta 100 l/m2 en provincias como Málaga solo en una jornada y acumulados de hasta 160 litros en puntos de Girona durante el fin de semana.

El invierno 2024-2025 fue entre normal y húmedo en la mitad oeste de la Península, con excepción de puntos de Asturias, de Cantabria y de País Vasco donde ha mostrado carácter seco. En contraste, fue seco o muy seco en la mitad oriental peninsular y en ambos archipiélagos, llegando a ser extremadamente seco en pequeñas zonas del sur de Cataluña, sur de Aragón y del suroeste de Castilla-La Mancha.

Hubo un predominio de las borrascas atlánticas durante los períodos lluviosos. Mientras que zonas del oeste y noroeste peninsular registraron precipitaciones entre el 125 y 150% del promedio normal, en áreas del tercio oriental peninsular no se llegó ni al 25% de lo normal.

El mayor acumulado en 24 horas se registró el 26 de enero en A Coruña, con 96,7 l/m². A lo largo de ese mes se registraron 473 l/m² en Santiago de Compostela.

La Aemet ha hecho, además, un avance con la predicción estacional para el trimestre abril-mayo-junio, coincidente aproximadamente con la primavera astronómica. El pronóstico muestra alta probabilidad de que las temperaturas estén por encima de lo normal en todo el país, especialmente en zonas costeras de la Península y en los archipiélagos. «Sin embargo, no hay una tendencia clara en cuanto a las precipitaciones, y es tan probable que el trimestre sea más lluvioso de lo normal como que sea más seco en toda España», señala la nota de la Agencia.

Para esta semana la tendencia es que la borrasca Jana (que ha dejado importantes precipitaciones en todo el país) se debilite, pero llega Konrad, una nueva borrasca de gran impacto nombrada por el servicio meteorológico portugués y cuyos frentes asociados dejarán lluvias abundantes en la Península este miércoles y el jueves.