El portero de un local de alterne de Lorca muere tras recibir varios disparos

El portero de un bar de Purias, pedanía de Lorca, en Murcia, murió en la madrugada de este domingo tras recibir varios disparos durante un atraco. Según fuentes de la Guardia Civil, que ha abierto una investigación, varios encapuchados llegaron por la noche e intimidaron al trabajador, senegalés de 36 años, contra el que abrieron fuego varias veces y posteriormente se dieron a la fuga.

Cerca de las 04.00 horas, siete encapuchados irrumpieron en las habitaciones contiguas al local rompiendo la puerta con un marro, según relataron varias jóvenes que se encontraban dentro. Fuentes de la investigación apuntan que, tras hacerse con el dinero que había en el lugar, llegaron a una de las estancias donde estaba el portero, un senegales de 36 años, al que dispararon varias veces. Según pudo conocer La Verdad, el local es privado y solo se puede acceder llamando al videoportero.

Bibiana, cuya casa es contigua al local, relató a La Verdad que cuando llegó cerca de las cuatro de la madrugada, después de salir con unos amigos, escuchó a una chica gritar pidiendo que llamara a una ambulancia y al acercarse a la puerta vio al hombre «tirado en el suelo y sangrando por los lados. Ellas no sabían que hacer, estaban asustadas».

Cuando llamó al teléfono de Emergencias, «me pidieron que le tomara las pulsaciones pero estaban muy débiles y les dije que vinieran rápido. Fue muy fuerte», dice esta mujer con la voz temblorosa al rememorar el suceso. «No sabía que eran tiros, pensé que le habían herido con una navaja en la barriga porque a su lado había unas tijeras, se ve que intentó defenderse con ellas».

A su llegada, los sanitarios de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias de la Región de Murcia (061) intentaron reanimar al hombre, pero solo pudieron confirmar el fallecimiento. Marisol, otra vecina cuya familia ha regentado el bar Verde, que permanece cerrado desde 2021, salió de la casa al escuchar los gritos de auxilio. «No oímos los disparos, ni el perro ladró y siempre lo hace cuando se acercan extraños».

Esta mujer lamenta «que han matado a un hombre por unas joyas y unos teléfonos móviles. estamos muy nerviosos, cualquier día podemos ser nosotros». Domingo, trabajador de una gasolinera situada al otro lado de la carretera explicó que la Guardia Civil, entró al establecimiento cuando subió la persiana a las 7 de la mañana para pedir las grabaciones de las cámaras de seguridad.