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Ratoncillo sediento. Fotografía de González Byass/ Youtube

Los alegres ratoncillos de Jerez

Gastrohistorias ·

Reclamo turístico de la bodega Tío Pepe, los ratones llevan catando vino oloroso de González Byass al menos desde los años 30

Ana Vega Pérez de Arlucea

Sábado, 19 de mayo 2018, 07:21

Si alguna vez se encuentran ustedes entre los centenares de personas que visitan diariamente las bodegas Tío Pepe en Jerez de la Frontera, verán, en un pasillo flanqueado por hileras de barriles, algo sorprendente: una escalera en miniatura apoyada en un catavino lleno de oloroso. ... Al lado, una escudilla con pan. Y con mucha, muchísima suerte, observarán allí una de las escenas más curiosas del mundo del jerez, la ceremonia de los ratones. Cuando les apetece, porque son sibaritas pero esquivos, unos cuantos roedores salen de sus escondrijos para subir por la escalerita, catar unos sorbos de Solera 1847 y pimplarse a la manera ratonil.

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