El aplastante estudio de la OCU: de 331 bolsas de patatas fritas, chips y nachos solo recomienda estas cuatro

Lisas, onduladas, paja, chips, nachos... Con o sin sabores. Las patatas fritas -aunque no sean saludables- están presentes en las despensas de muchas familias. Sin embargo, ¿cuáles son la mejor elección? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha estudiado el etiquetado de 331 de estas bolsas de supermercado. Su resultado es aplastante: la mitad de los productos analizados (116 de 331) son -según la asociación- una «mala o muy mala» opción, pues obtienen valores inferiores a 40 sobre 100 en los parámetros de su escala saludable. «La razón principal es el alto grado de transformación debido a la presencia de ingredientes relacionados con ultraprocesados, entre ellos aditivos y aromas. Tampoco su composición nutricional, sobre todo el alto contenido en grasas y sal, los hace aconsejables», concluyen.

Por fortuna -matiza la OCU- algunos productos se salvan. Entre ellos, la organización destaca los nachos de trigo sarraceno de la marca Sol Natural ecológico (por tener la mejor composición: 8,1% de grasas, 0,4% de sal y Nutriscore A; sin aditivos ni ingredientes ultraprocesados). Obtienen una puntuación en la escala saludable OCU de 87 sobre 100. Del mismo modo, superan el examen las patatas fritas sin sal añadida de la marca Veritas ecológico, los nachos de legumbres -también de la marca Sol Natural ecológico- y las Frititas de la marca Hispalana.

¿Sabes cuántas calorías ingieres con un cuenco de patatas fritas de tamaño estándar, de los que se suelen servir para acompañar una cerveza o un refresco? Un cuenco son unos 40 gramos, lo que suponen 214 kcal, más del 10% de las calorías diarias recomendadas para un adulto, recuerda la OCU.

Más de la mitad de las calorías (52%) proceden de las grasas. Dentro del estudio de la OCU, los productos menos calóricos son dos chips vegetales elaborados con harina de garbanzo y fécula de patata, que aportan menos de 410 kcal/100 g (Spogliette di ceci de Sarchio y Chips de garbanzos de Ecocesta). ¿El que más engorda? Unas patatas paja con 597 kcal/100 g.

Por su parte, las grasas empleadas en la elaboración de estos productos son aceites vegetales tipo oliva, girasol, nabina (colza) o maíz. Por lo tanto, se puede considerar que, de forma general, la calidad de las grasas empleadas es buena. ¿Y la cantidad? «Son productos con un contenido graso nada desdeñable. De media, contienen un 30%, pero en algunos se eleva al 44%, es decir, más de 4 partes de su peso es grasa», advierte el estudio.

«Consideramos aceptable hasta un 1 g de sal/100 g. Sin embargo, el contenido medio de sal es de 1,2%, y en algunas patatas lisas y onduladas llega al 4%», sentencia la OCU. La sal es, pues, uno de los puntos críticos de estos productos. Pero también es posible encontrar variedades sin sal añadida, elaboradas únicamente con la materia prima vegetal (patata u hortaliza) y el aceite. ¿Son mejores los que se anuncian con sal marina? Según la organización de consumidores no: «El hecho de que la sal proceda del mar no la hace más beneficiosa».

Curiosamente los chips vegetales son los que tienen mayor contenido de azúcar, añade la OCU. «Por ejemplo, los Sun Snacks de Aldi, Snack day gourmet de Lidl o Veggie experience de Marinas tienen un 22% de azúcar. Y no son los únicos».

En cuanto a los aditivos, el colorante E150d (caramelo de sulfito amónico), es de los que conviene evitar. Aparece en dos productos: Ruffles sabor jamón y patatas fritas onduladas sabor jamón de la marca Consum. Además, casi la mitad de la muestra, utilizan aromas. La OCU señala que ha encontrado de humo en la lista de ingredientes de 16 patatas fritas lisas, onduladas y chips con sabores. «Hasta que dichos aromas sean retirados del mercado, nuestro consejo es evitar aquellos productos que los contengan», subrayan.

Su recomendación pasa por elegir siempre un producto con la lista de ingredientes corta. «Es evidente que las patatas fritas, chips y nachos no son alimentos frescos, pero se pueden escoger los menos industriales posibles, elaborados solo con la materia prima, aceite vegetal y sal», plantean.

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