Un estudio revela que los jóvenes aún justifican ciertas prácticas sexuales sin consentimiento expreso

Una de las conclusiones a las que ha llegado este estudio es que «las violencias machistas entre jóvenes y adolescentes son una realidad y están poco identificadas y visibilizadas desde el mundo adulto».

Si bien el informe atisba avances significativos derivados de la lucha feminista, como el cuestionamiento de los mandatos de género y los mitos del amor romántico, también pone de manifiesto, según apunta Oxfam Intermón, que «aún queda mucho camino por recorrer para cambiar estas creencias sociales especialmente promoviendo modelos de relaciones sexoafectivas sanas».

Uno de los aspectos más relevantes que la investigación saca a luz es que aún se justifican ciertas prácticas sexuales sin consenso o sin consentimiento expreso. Mientras el 98,6% de las jóvenes encuestadas sostienen que «la única persona que puede decidir sobre el cuerpo de una mujer es ella misma», este porcentaje desciende hasta el 68,3% en el caso de los chicos.

Incluso, en el caso de ellos, uno de cada 10 cree que si una mujer ha consumido mucho alcohol se expone a que un chico tenga relaciones con ella, aunque no esté consciente, y el 8,9% de los chicos piensa que, si una chica se viste de manera provocativa y anda sola por la calle a altas horas de la noche, se está exponiendo a que le pase algo. «Como si la posibilidad de vivir una situación de violencia machista en estos casos en concreto es un riesgo implícito dado que se trata de una situación de mayor vulnerabilidad, y que, por tanto, en el momento en que se exponen a dicha situación los aceptan, sin hacer alusión a la culpabilidad o no de la persona agresora», apunta el informe.

Relacionado con las prácticas sin consentimiento, el estudio aborda tambiénlas violencias derivadas de la práctica del sexting (enviar mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico y sexual personal a través del móvil), advirtiendo «que han aumentado durante el confinamiento».

En este sentido, un 44% de los chicos opina que «si alguien hace sexting está asumiendo el riesgo de que alguien pueda reenviar el contenido», culpabilizando así a quien experimenta este tipo de violencia y quitando la responsabilidad a la persona que la está ejerciendo, frente al 32,1% de las chicas.

Ante esta situación, el informe advierte que «es imprescindible una educación sexoafectiva feminista, transversal y con perspectiva de derechos que aborde aspectos como la comunicación en las relaciones sexuales y la gestión emocional». También señala que las campañas de prevención y sensibilización de las violencias machistas deben generar mensajes positivos y deben interpelar a los chicos «promoviendo masculinidades diversas y críticas».

Uno de los aspectos que destaca la investigación está estrechamente ligado al planteamiento de la chica de 16 años expuesto al inicio del texto y se relaciona con la prevalencia de ciertos imaginarios sobre cómo debería actuar, sentir y relacionarse una persona para ser reconocida como hombre o mujer.

En el caso del modelo de masculinidad, el informe concluye que está basado en la creencia de que los hombres son menos vulnerables a las emociones, que tienen un deseo sexual incontrolable y que si son dominantes resultan más atractivos. Contrario al modelo femenino, en el que prevalece el mandato de complacer a las demás personas y el de la sumisión.

Así, uno de cada 10 chicos piensa que la capacidad de dominar hace a un hombre más atractivo, mientras que dos de cada 10 chicos y una de cada 10 chicas afirman que los hombres tienen mayor deseo sexual que las mujeres.

Unas creencias que, según el estudio, llevan a plantear «tres imaginarios sobre la masculinidad que podríamos relacionar con las violencias machistas: la invulnerabilidad emocional; el deseo (hetero) sexual incontrolable y la actitud dominante como un rasgo atractivo».

En cuanto, al amor romántico, parece que los adolescentes y jóvenes lo cuestionan, principalmente las chicas. Así, ante la afirmación de «El amor de verdad lo aguanta todo», un 34,8% de los chicos está en desacuerdo, frente al 55,3% de las chicas. También ellos estás más convencidos de que «es común que el amor duela» ya que el 18,7% de los chicos así lo sostiene (dos de cada 10), mientras que en el lado de las chicas solo lo considera así un 9,3%.

Caso aparte son los aspectos relacionados con los celos . La encuesta de Oxfam Intermon revela que existe una mayor conciencia de que no son saludables. Y ante afirmaciones del tipo «Cuando mi pareja se pone celosa, significa que me quiere» o «Si siento celos, es porque mi pareja me ha dado motivos», el 93,5% de las personas encuestadas están muy en desacuerdo en el primero caso, y un 67,5%, en el segundo.

La mayoría también se muestra contraria a ejercer un control sobre el móvil o las redes sociales de la pareja. Aunque, una cosa es decirlo y otro hacerlo, porque también consideran bastante común intercambiar la contraseña de los dispositivos. «Es decir, que, aunque identifican claramente el control digital como una posible forma de violencia o señal de relación tóxica, es algo asiduo en sus entornos», concluye el informe.