Un estudio destaca la buena calidad de los aceites de oliva de los supermercados, aunque dos suspenden el examen

¿Cuál es la diferencia entre un virgen extra y un oliva virgen? La acidez del primero puede ser como máximo de 0,8 grados, y en el análisis organoléptico debe apreciarse cierto frutado y ningún defecto; mientras que el segundo puede tener un grado de acidez mayor, hasta 2 grados, y en el análisis organoléptico se permite algún defecto mínimo en el olor o sabor.

No obstante, a pesar de estos defectos en el etiquetado de las dos marcas mencionadas, la Organización de Consumidores apunta a que los resultados del análisis han sido mucho mejores que los del último efectuado en 2018. Tanto es así, que asegura que los consumidores españoles tienen hoy en el supermercado aceites de oliva virgen extra de mejor calidad que hace unos años y además a un precio asequible teniendo en cuenta el tipo de producto que es: unos cinco euros el litro.

En el estudio se han incluido marcas de aceites de gran distribución, entre las que se encuentran grandes firmas como Maeva, Ybarra, Carbonell, Maestros de Hojiblanca y La Masía, entre otras, y también marcas propias del supermercado donde se venden, como Auchan, Hacendado, o Consum. De estos productos, algunos son ecológicos, y por ello algo más caros, y solo dos tienen denominación de origen: Oleoestepa D.O. de Estepa y Olivar del Segura D.O. Sierra del Segura.

Y si dos han suspendido en el examen, otros dos lo han superado con nota. Según la OCU, el mejor producto del análisis es el aceite Oleoestepa, con Denominación de Origen de Estepa, que ha logrado una puntuación de 89 sobre 100 en su presentación en botella de plástico de 1 litro, y un precio de referencia de 4,99 euros/litro. Su versión en botella de vidrio de 750 ml ofrece también muy buena calidad, apunta la organización, aunque no tanto (85 sobre 100) y es más cara. También consigue una buena nota el aceite de oliva virgen extra Auchan, de venta en Alcampo, en botella de vidrio de 750 ml, con 86 puntos sobre 100 y un precio de 4,89 euros.

En general, los resultados del estudio son positivos y concluyen que en los 37 AOVE (eliminando los dos en los que se han encontrado irregularidades en el etiquetado) se han utilizado aceitunas de buena calidad y que el proceso de extracción ha sido bueno. El grado de acidez es bajo, siempre por debajo de los 0,8 grados exigidos en un AOVE, y «solo se puede conseguir con aceitunas en buen estado, sin heridas donde puedan crecer las bacterias», estima la OCU, que añade que todos están bien en peróxidos, lo que significa que el aceite no es viejo ni está oxidado y ha estado almacenado lejos de la luz y el calor.

Además, ninguno, en este caso de los 39 analizados, lleva mezclas con aceites más baratos de semillas, oliva refinado u orujo, por lo que no hay adulteración.

Ante el estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios, la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (ANIERAC) y la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ASOLIVA) han querido precisar respecto a los dos aceites que la OCU sugiere que deberían eliminar de su etiquetado la palabra 'extra' y reducirlo a aceite de oliva virgen, que esta variación en los niveles de acidez puede deberse «a discrepancias derivadas de la cata», un método que consideran «esencialmente subjetivo».

Ambas asociaciones argumentan que la propia OCU lo reconoce en el informe publicado en su revista al señalar que los productos en cuestión -Borges y Olivar- «presentan defectos, confirmados en posteriores análisis, lo que significa que pertenecen a la categoría comercial virgen, sin llegar a ser extra. Aclaramos que son defectos que solo detecta un catador entrenado y con el aceite templado, un consumidor difícilmente podrá notarlos».

En este sentido, apuntan a que el sector industrial, con el apoyo de toda la cadena de valor del aceite de oliva, ha propuesto reiteradamente a la Administración que contemple la realización de una cata oficial -antes del envasado- con una vigencia legal de un año como con el fin de proteger la seguridad jurídica de la industria y la confianza del consumidor.

ASOLIVA y ANIERAC defienden que «la industria envasadora española de aceite de oliva desarrolla un trabajo inestimable por la excelencia de sus productos. Los aceites de oliva españoles, líderes a nivel mundial, son de la máxima calidad y cumplen todos los requisitos fisicoquímicos y organolépticos establecidos por la Unión Europea».