Esttik: «Yo sigo siendo el mismo; puedes ser un imbécil en un Ferrari o en un Seat Ibiza»

–¿De dónde nace la inspiración en un trabajo tan complejo?

–En el día a día indirectamente haces cosas y se te vienen ideas a la cabeza, o cuando piensas en el tema para el siguiente vídeo. Este es un trabajo de 24 horas, siempre estás maquinando algo y en cualquier momento puede llegar la inspiración.

–Entonces no descansa, no tiene 'días libres'.

–Descansar como una persona que tiene un trabajo de esfuerzo físico puede que sí, pero mentalmente no.

–Lleva siete años dedicándose de forma profesional a Youtube... ¿ve necesaria una reinvención constante?

–Cualquier trabajo relacionado con las redes sociales necesita reinvención, llega un momento en el que la gente se acostumbra y tienes que renovarte de alguna forma, aunque no drásticamente. Esto es como una serie o un programa de televisión, siempre tienes que sacar algo nuevo, aunque sea un poquito para seguir enganchando a la gente.

–¿Se arrepiente de haber tomado esta decisión?

–No, porque al final he encontrado algo que me gusta y que me hace ilusionarme cada vez que intento algo nuevo.

–¿Diría que es tímido?

–Si voy con un grupo de personas que no conozco sí, soy un poco introvertido. Aunque es por momentos; cuando hago un vídeo intento caer bien a la gente, no hago un papel falso, pero sí intento divertir. De normal no voy por la calle haciendo gracias a la gente que me encuentro. Ponerte delante de la cámara consigue eliminar complejos, como que te dé vergüenza hablar delante de una cámara o en público.

–Actualmente vive en Andorra, ¿por qué?

–Cuando eres autónomo en España tienes más impedimentos que ayudas. Como somos libres de vivir donde queramos, después de estar sacando beneficio de Youtube muchos años me di cuenta de que no me ayudaba estar viviendo aquí, porque en mi opinión trabajar y que ese dinero, casi el 50%, se lo lleven personas que no sé ni a dónde va... Estoy en mi derecho de vivir donde quiera mientras todo lo haga de forma legal y pague los impuestos en el país en el que vivo. Hay mucha gente que no llega a entender eso y se piensa que me he aprovechado, y no es así. A día de hoy no he hablado con ningún autónomo que viva en España y que me dijera 'yo también lo haría'. Te quitan el 47%, y cada vez más, de todas tus ganancias, para cuidar los servicios públicos o para cualquier otra cosa, pero yo no sé ese dinero a dónde va realmente. Cuando yo trabajaba de encargado en McDonald's veía que la gente que ganaba más dinero, como los deportistas, se quejaban pero estaban en un Ferrari montados. Ahora que veo que gano dinero y además por mí mismo, el punto de vista cambia.

–Es decir, vio que obtenía mucho beneficio de repente y prefirió irse.

–No, la gente se piensa que gano millones de euros al año. Gano y vivo bien, pero esto es algo temporal. Con 60 años no veo haciendo esto, así que tengo que buscarme la forma de tener un futuro, un colchón económico en el país que me dé la facilidad. El tema de Andorra se ve como evasión de impuestos, y para nada, yo vivo aquí, literalmente.

–Aunque usted vuelve a Málaga y al barrio de Martiricos a ver a su familia.

–Lo que puedo, una vez cada cuatro meses. A la familia hay que darle mucha importancia.

–¿Qué siente al volver a su barrio de toda la vida?

–El que me conoce sabe que soy la misma persona ahora que hace cinco años. Ahora mismo gracias a lo que he ido trabajando me puedo dedicar a lo que me gusta, pero yo sigo siendo el mismo, puedes ser un imbécil en un Ferrari o en un Seat Ibiza.

–Aunque es consciente de que muchos de sus compañeros de clase o amigos del barrio no tienen su vida, ni se le parece.

–Cada persona en su vida tiene un punto de inflexión en el que es capaz de ir por un lado y hacer lo que siempre ha querido o la opción segura. Mi punto de inflexión fue el día en el que dejé mi trabajo en McDonald's y opté por darlo todo, un 'all in', por algo cuando en su día nadie daba un duro por eso. Tampoco me daban mucha confianza, me preguntaban si estaba loco por dedicarme a Youtube. A los ojos de otra persona pueden decir que he tenido suerte, pero creo que en esta vida la suerte se busca.

–¿Y le ve fecha de caducidad?

–No como tal, porque creo que irá a más, pero llegará un punto en el que no podré ni sabré reinventarme más y tendré que tener un colchón económico para expandirme.

–¿Tiene más sueños por cumplir?

–Sí, aparecer en una película de Spiderman, aunque no es un sueño lógico (risas).

–¿Qué es lo peor de tener más de tres millones de seguidores?

–La gente, al verte todos los días, tiene una confianza contigo que luego tú con ellos no tienes. Cuando voy por la calle y alguien me reconoce se me acerca como si me conociera de toda la vida, pero yo no. E igual espera que reaccione como él, pero mi cara es de estar extrañado. Es difícil desvirtualizar a esas tres millones de personas, pero ellos sí lo hacen. Nosotros vemos sólo comentarios y números, y esto es un poco raro. Pero ahora mismo no podría llevar la vida de El Rubius, no puede salir a comprar, ni a pasear, ni al gimnasio.

–¿Y lo mejor?

–Crear contenido para que alguien que tenga un mal día se olvide de sus problemas, se entretenga o eche un rato agradable. Los 'influencers' tenemos un gran poder, que es la capacidad de llegar a muchísima gente con una simple tontería y muchos no se dan cuenta de eso.