El aislamiento pasa factura a la salud mental de los estudiantes

Los problemas psicológicos y emocionales son la gran preocupación de los alumnos de secundaria, que echan en falta orientadores que les ayuden

Lunes, 1 de marzo 2021, 13:09

Aunque pueda resultar chocante, la mayor preocupación de los escolares españoles no son los problemas y dificultades que tienen, y son muchos, para adaptarse de forma acelerada a la educación en línea. La gran preocupación para tres de cuatro alumnos de secundaria es su salud ... mental, la enorme factura psicológica y emocional que le está pasando una pandemia que desde hace un año ha puesto patas arriba toda su vida social y personal.

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Así lo recoge el estudio realizado entre los propios escolares por la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae), una de las organizaciones más representativas en los institutos españoles. Según sus respuestas, recuperar su equilibrio mental es la gran prioridad actual de los estudiantes (al 72%), por delante de los dolores de cabeza que les provocan los exámenes y las evaluaciones (al 65%), o de los problemas que les da la docencia a distancia, que, con el 42%, solo ocupa el sexto lugar entre sus mayores preocupaciones.

Las respuestas de los alumnos evidencian que la pandemia ha cambiado radicalmente la vida de estos adolescentes y jóvenes y su forma de relacionarse dentro y fuera de los centros. «La crisis ha debilitado los lazos sociales, ha reducido el ocio y ha trastocado los institutos, que en muchos casos eran el principal espacio de socialización del estudiantado», resume el informe de Canae, que incluye la lectura de los resultados que hacen los propios escolares. «Achacan estas cifras a la falta de medidas específicas para combatir el efecto del aislamiento social y los meses de cuarentena, pues, tras medio curso dando clase desde casa y luego con semipresencialidad en muchos centros desde septiembre, los protocolos contra la covid-19 no incluyen refuerzos en las plantillas de orientadores». Lamentan que los refuerzos de plantilla solo se destinen a desdoblar clases y bajar ratios para cumplir con las medidas de distanciamiento y sanitarias, «pero no en resolver las necesidades educativas y emocionales de los estudiantes», con más psicólogos y orientadores en los centros.

Canae constata que en este aumento de los problemas mentales entre los escolares también influye la «criminalización» que algunos sectores han hecho del ocio juvenil, colocándolo como principal factor de la propagación del virus. Detectan que ha supuesto «una carga moral» para los estudiantes que conviven con sus familias. «Los estudiantes definen este año con tres palabras: 'agobio', 'estrés' y 'ansiedad'. La educación emocional es la gran asignatura pendiente de nuestro sistema educativo», comenta Andrea G. Henry, presidenta de Canae, que así se lo subrayo a la ministra de Educación, con la que se entrevistó la semana pasada para avanzarle las conclusiones del estudio. «Aún no somos conscientes de lo importante que es la salud mental y lo poco que la estamos cuidando. Hay que poner medidas ya», le reclamó a Isabel Celaá.

Mayor afectación en Bachillerato

Las más sensibles con la mala situación por la que atraviesa su salud mental son las alumnas. Para el 75,6% de ellas es su principal preocupación actual, 14 puntos por encima de sus compañeros (61,3%), aunque para ellos también sea el principal y mayor problema. Donde el desequilibrio psicológico y emocional preocupa más es entre los alumnos de Bachillerato, que han vivido y viven una gran incertidumbre y estrés añadidos por la atípica preparación y realización de la selectividad. Es su mayor problema para el 82% de los alumnos de Bachillerato, diez puntos por encima de la media. En el grado de preocupación le siguen los estudiantes de la ESO, con el 70%, y los de FP, con entre el 62% y el 65%.

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La demostración de que es un problema común y transversal, sin diferencia de clases sociales o estratos socioeconómicos, es que su ubicación en la cúspide de las preocupaciones no presenta diferencias entre las respuestas de estudiantes de centros públicos, privados o concertados. La afectación psicológica entre los jóvenes también es unánime en todas las zonas del país -solo Murcia coloca la salud mental como segundo problema, pero casi empatada con el primero-, y donde la media de coincidencia es más alta, 75,2%, es en la Comunidad de Madrid.

La confederación de estudiantes pidió a Celaá que, para paliar esta grave situación, se extienda la figura del psicólogo escolar, que aumente la plantilla de orientadores a uno por cada 200 estudiantes, que se incluyan en el currículo contenidos de educación emocional, que se garanticen salas de estudio y bibliotecas con las debidas medidas de seguridad, y que se fomenten actividades de ocio seguras durante los descansos escolares.

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