Los adolescentes españoles tienen menos conocimientos financieros que la media

La nota media de los alumnos españoles en competencia financiera es de 486 puntos, lo que supone 12 puntos por debajo de la media de los 20 países desarrollados que participaron en este capítulo específico de los exámenes, que lograron 498 puntos.

La brecha de desventaja entre los escolares españoles y los de la OCDE es prácticamente idéntica a la de cuatro años antes (en concreto, es de un punto menos). La desventaja no ha crecido porque aunque los alumnos españoles vieron como su nota se reducía en seis puntos, la pérdida se compensó con un peor resultado también del resto de países, con una caída media de siete puntos.

Los adolescentes que demostraron una mejor conocimiento de los conceptos financieros fueron los belgas, con 527 puntos, 41 más que lo españoles, lo que equivale a más de un curso de ventaja. En la cabeza estuvieron también Dinamarca (521) o Canadá (519). El nivel de conocimientos de España es similar al que demostraron los estudiantes de Noruega (489) o Italia (484). Lo único positivo es que los escolares españoles al menos no ampliaron la distancia que les separa de los primeros clasificados, pues en la edición de 2018 Estonia, que fue el vencedor, les sacó de media 55 puntos, 14 más que ahora Bélgica.

Sobre un 17% de los alumnos españoles tiene unos conocimientos financieros muy escasos o prácticamente nulos, el grueso, el 58%, se manejan con los conceptos básicos y poco complejos, y solo una cuarta parte, el 25%, tienen la capacidad de resolver problemas relativamente avanzados.

La parte positiva es la alta equidad del sistema educativo español. España es uno de los países donde menos desigualdad existe en competencia financiera entre el alumnado desfavorecido y el favorecido. Con una diferencia de 73 puntos en sus calificaciones, la brecha es 14 puntos menor que el promedio de la OCDE y significativamente inferior a la de países como Estados Unidos (92), Bélgica (104) o Países Bajos (97).

Los estudiantes españoles se manejaron razonablemente solo en siete de los dieciséis conceptos financieros que se les presentaron. Demostraron más conocimiento en nociones como el sueldo (75%), el presupuesto (70%), el empresario (68%) y el préstamo bancario (66%). Por el contrario, donde menos acertaron fue en las preguntas sobre interés compuesto (21%), tipo de cambio (21%), diversificación (19%), retorno de la inversión (18%) o depreciación (9%).

Los chicos españoles suelen hablar con sus padres al menos una vez a la semana sobre aspectos relacionados con el dinero para compras (49%), la paga (39%), sus ahorros (38%), sus gastos (37%) o las compras en línea (36%). De hecho, el 85% de ellos realizó alguna compra 'online' en los doce meses anteriores a la evaluación, en línea con el promedio de la OCDE. Un 58% de los estudiantes españoles también usó su teléfono móvil para pagar, en este caso ocho puntos por debajo de la media

Donde España sí que pincha es en el manejo de herramientas financieras personales por los adolescentes. Menos de la mitad (el 47%) declara tener una cuenta en una entidad bancaria, frente al 63% del promedio de la OCDE. El porcentaje aún es menor entre los alumnos españoles que poseen una tarjeta de crédito o de débito (un 24%). El promedio en los países desarrollados es del 62%, con estados como Dinamarca, Países Bajos y Noruega donde se supera el 90%.