sur.es
Lunes, 12 de septiembre 2022, 17:24
La DGT utiliza distintos métodos para intentar conseguir que los conductores mantengan una velocidad adecuada al volante. Una de las más conocidas es el radar, pero hay otras, no tan populares, que también resultan útiles. Por ejemplo, los dientes de dragón, que son más recientes ... y están localizados también sólo en ciertas carreteras de nuestro país. También las líneas verdes, cuyo objetivo es señalar tramos de alta siniestralidad.
Publicidad
¿En qué consisten? En el primer caso se trata de unos triángulos pintados en los márgenes del carril que generan una ilusión óptica que hace que la vía parezca más estrecha. De este modo, los conductores tienen a aminorar la velocidad por precaución. Al parecer, el ojo humano, al percibir unas líneas en los laterales, interpreta que el carril se ha estrechado, por lo que levanta el pie del acelerador. De momento se han probado de forma experimental en una vía del municipio de Nava de Roa, en Burgos.
Otra práctica a la que se recurre son los galones, que son marcas en las autopistas y autovías para que los conductores mantengan la distancia de seguridad. Ofrecen una referencia para calcular la separación y evitar de este modo los accidentes por alcance. La distancia entre esas marcas viales dependerá de la velocidad máxima de la vía. En una zona limitada a 100 km/h, los galones estarán pintados a una distancia de 85 metros, mientras que en una vía de 120 km/h la cifra se sitúa en los 100 metros.
Las líneas verdes, por su parte, se utilizan para señalar carreteras con tramos de alta siniestralidad. Estas cuentan además con vigilancia especial y control de la velocidad por medio de radares de tramo o patrullas de Tráfico de la Guardia Civil. Estas marcas viales se estrenaron hace cinco años tras un acuerdo entre la DGT y la Junta de Castilla y León. Al encontrarlas en la carretera se genera en el conductor la sensación de estrechamiento de carril para que levante el pie del acelerador. El objetivo es, en palabras de los responsables de Tráfico, que las carreteras «hablen al conductor». Con ellas se han reducido un 60 % los accidentes con víctimas, un éxito que ha hecho que se extiendan por España.
Además, esta experiencia ya había obtenido buenos resultados en otros países europeos, concretamente en Suecia y Países Bajos, donde ya se va asociando estas señales con la presencia de tramos de velocidad controlada. Todo ello va acompañado de señales verticales informativas que recuerdan de forma reiterada el tipo de vía en que se encuentran los conductores.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.