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David González, Sara López de Pariza y Borja Mallo
Lunes, 24 de febrero 2025, 08:52
La Ertzaintza estudia las grabaciones de varias cámaras de seguridad y tomará declaración a una decena de testigos para tratar de dilucidar qué sucedió ayer, ... a las 4.53 horas, en la puerta de una céntrica discoteca de Vitoria. Como adelantó 'El Correo', un portero presuntamente asestó «un golpe» en la cara a K. V., un joven de 31 años y muy conocido en el mundo de la canasta local, que pretendía acceder al local en compañía de tres amigos. La fuerza empleada le tiró al suelo. Al parecer se dio con la cabeza en el suelo y entró en parada cardiorrespiratoria. El agresor, que acabó detenido, está investigado por «homicidio involuntario».
Y es que, según fuentes de la investigación, se sospecha que tras su ataque, este empleado de seguridad, de sólo 24 años y con un físico muy corpulento, se giró y se introdujo en el interior del local de ocio, atestado de clientes a esas horas de la madrugada. Mientras, los amigos de K. V. trataron de reanimarle y, al ver que no respondía, pidieron ayuda al 112. Varias personas les auxiliaron. Entre ellas, una enfermera.
Homicidio involuntario en Vitoria
4 años es el máximo tiempo en prisión para un homicidio involuntario, según el actual Código Penal. La ley prevé un abanico de uno a cuatro años para este delito. La horquilla varía en función de aspectos como si el autor estaba bajo efectos de algún sustancia estupefaciente o si permaneció en la escena de los hechos y ayudó al fallecido.
Una hora intentando reanimar a la víctima Sanitarios de un par de recursos médicos estuvieron «alrededor de una hora tratando de reanimar» a la víctima. Poco antes de las seis de la mañana se certificó su muerte. La agresión ocurrió a las 4.53 horas.
«Despierta, tenemos partido» K. V. acudió al local de ocio acompañado por tres amigos. Uno de ellos, cuentan testigos del ataque, estuvo en todo momento hablándole y dándole ánimo. «Despierta, que tú eres fuerte. Venga, que mañana tenemos partido», le dijo en repetidas ocasiones.
Pronto se unieron a los intentos de reanimación varios integrantes de dos ambulancias, entre ellas una UVI móvil, así como algunos ertzainas. Este cuerpo policial tomó los accesos al establecimiento para dar con el autor. «Los sanitarios han estado como una hora haciendo maniobras al chico para reanimarle», aseguró un testigo de la agresión con final fatal. La víctima presentaba «sangre en la boca», probablemente del manotazo o puñetazo recibido.
«Ha sido dramático. Uno de sus amigos no paraba de animarle. Le decía: 'despierta, que tú eres fuerte, que mañana tenemos partido'», relata consternado este testigo. El partido de su equipo, el Saski Koyote, previsto para las 12.30 horas, fue suspendido. La Federación Alavesa de Baloncesto, de la que la víctima formó parte como jugador y como árbitro, decretará un minuto de silencio para todos sus encuentros de su próxima semana.
Poco antes de las seis de la mañana, los facultativos desplazados a este punto de la calle La Paz certificaron el fallecimiento del joven. El cadáver fue trasladado a las dependencias del Instituto Vasco de Medicinal Legal, donde tendrá lugar la autopsia para determinar las causas de su muerte violenta.
De forma paralela, los ertzainas desplegados se centraron en determinar las circunstancias exactas de lo ocurrido. Fuentes de la investigación revelan que «al principio, la colaboración del personal de seguridad dejó mucho que desear». Se refieren a que algún compañero del ahora detenido «negó la agresión». Cuando localizaron al supuesto autor, éste admitió su acción «de una manera muy fría» y la enmarcó en que el chico no estaba en condiciones como para entrar y que no aceptó de buen grado la prohibición. Desde la discoteca para la que trabajan precisan que su personal tiene orden expresa de negar la entrada en estos casos. Otro tema es la violencia empleada.
La Sicta, acrónimo del Servicio de Investigación Criminal Territorial de la Ertzaintza en Alava, se ha hecho cargo de la investigación policial. Esta unidad especializada ha centrado su trabajo en las grabaciones de varias cámaras de seguridad. En el caso de que las imágenes recabadas no aporten la luz necesaria, cobrarán aún más peso los recuerdos de los testigos. Hay una decena. Y al menos uno aseguró en su primer contacto con los agentes desplazados que el portero asestó un violento golpe en la cara a K. V. y que, a continuación, bajó las escaleras sin prestar auxilio al entonces inconsciente.
El trabajo policial, indican fuentes internas, se alargará toda la jornada de hoy. Por lo que, en principio, el supuesto autor de este «homicidio involuntario» pasará mañana a disposición judicial. El Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria será el encargado de calificar este expediente, todavía en su fase embrionaria.
La noticia del fallecimiento de K. V. fue recibida con gran pesar en el mundo del baloncesto alavés ya que el joven era un apasionado de este deporte, que practicaba desde pequeño. «Era muy de basket y siempre estaba dispuesto a colaborar con la Federación. Un chaval muy tranquilo», le definió el presidente de la alavesa de baloncesto, Luismi Corres, quien no podía ocultar su pesar por lo sucedido.
La víctima militó en las categorías inferiores del Baskonia y después dio el salto al Araberri, club en el que jugó durante varias temporadas en LEB Plata. Ayer, este club le dedicó un sencillo homenaje en la cancha de Mendizorroza. K. V. también vistió la camiseta del Saski Coyote en la categoría de Primera Senior provincial. Otro ejemplo de su pasión por el baloncesto es que ejerció como árbitro de la federación a lo largo de varias campañas.
«Era un apasionado del baloncesto, le gustaba mucho entrenar y aprender. Siempre era el primero que arrimaba el hombro cuando había que ayudar con cualquier actividad solidaria», le dedicó Óscar Vázquez, presidente del Araberri. Cuando este exterior, de 1,90 metros, dejó de entrenar en este equipo solía acudir a los encuentros de sus antiguos compañeros. «Tenía su cuadrilla de toda la vida, pero también mucha facilidad para hacer nuevos amigos. Era muy muy querido», profundizó Vázquez.
«Era súper buen chaval, algo introvertido y nunca daba problemas», le definió un amigo. «Nunca le hemos visto involucrado en polémica alguna, no nos entra en la cabeza. Nos hemos quedado todos los amigos en shock al enterarnos», agregó otro compañero.
K. V. era paisajista y actualmente trabajaba en el área de mantenimiento del Ayuntamiento de Vitoria. Antes había desarrollado funciones en el área municipal de jardines de la capital alavesa.
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