La 'cruzada', la peligrosa maniobra en rotondas que podría costarte 500 euros

En España hay 33.978 accidentes al año en una intersección, de los cuales el 20,16% suceden en rotondas. La friolera de uno de cada cinco. Y la cifra es aún más preocupante cuando hablamos de carreteras interurbanas, donde alcanza el 29,3%, debido a la velocidad a la que se circula, que dificulta el frenado al llegar a ellas. Según un estudio de la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial, el 80% comete uno o varios errores en estos espacios. Entre los más comunes destacan el de posicionarse incorrectamente en los carriles, el utilizar mal los intermitentes, cruzarse por delante de otros vehículos al intentar tomar una salida o hacer la glorieta como si fuese una recta. Fruto de este desconocimiento nacen maniobras que debemos evitar: la 'cruzada' es una de ellas.

Aunque existe una gran variedad de rotondas, en todas ellas el conductor debe tener en cuenta los mismos principios: ceder el paso a quienes están dentro de ella y escoger el carril que se considere más adecuado en función de la salida que se vaya a tomar. Es decir, una vez dentro de la glorieta tiene preferencia el vehículo que está ocupando un carril respecto al que va a acceder a él. Para salir, es imprescindible situarse previamente en el carril exterior (el de la derecha); y si no ha sido posible, deberemos efectuar un nuevo giro para colocarnos con tiempo en esa posición.

La norma establece que la salida debe ejecutarse así para no cometer una de las infracciones más repetidas en las rotondas: la 'cruzada'. Este movimiento puede recibir la consideración de conducción temeraria y transformase en un delito si pone vidas en peligro. Así las cosas, salir desde el interior de una glorieta cruzando todos los carriles acarrea una multa de 500 euros y la pérdida de 6 puntos del carnet de conducir.

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