![La ciudad mexicana de Guadalajara, cubierta por una gruesa capa de hielo](https://s1.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/201907/03/media/cortadas/granizada-kSmG-U80675265565ceC-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
![La ciudad mexicana de Guadalajara, cubierta por una gruesa capa de hielo](https://s1.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/201907/03/media/cortadas/granizada-kSmG-U80675265565ceC-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
fernando miñana
Jueves, 4 de julio 2019, 00:23
En medio de ese paisaje apocalíptico, sobre ese manto helado más propio de Groenlandia que de Guadalajara, la ciudad de México que unos días antes había alcanzado los 30 grados, una niña, ajena al caos y los daños materiales, se hizo una trenza, se vistió con un disfraz de Elsa, la protagonista de 'Frozen', la exitosa película de Disney, y se lanzó a la calle a hacerse fotografías y vídeos que compartió en las redes sociales.
No iba a tener otra oportunidad para conseguir unas fotos tan apropiadas caracterizada como su admirada Elsa. O quizá sí, quién sabe, porque Guadalajara está en medio del corredor del granizo, que hace algo menos sorprendente un fenómeno meteorológico, la tremenda granizada que cayó sobre la capital del Estado de Jalisco y que formó una capa de hasta un metro y medio de altura. Un lecho de hielo que devoró decenas de coches y que dejó muchas otras imágenes chocantes, como la de un tráiler abriéndose paso como si fuera el mismísimo 'Arktika', el rompehielos ruso que es el más grande del mundo.
Los meteorólogos se apresuraron a explicar lo aparentemente inexplicable, que una ciudad de México estuviera cubierta de hielo en verano. Y citaron cuatro factores para aclarar el fenómeno:las elevadas temperaturas, ya en verano;la afluencia de humedad del océano Pacífico; la presencia de sistemas de viento en niveles altos de la atmósfera; y el paso de la onda tropical número 9. La suma de los cuatro tuvo como resultado esta enorme tormenta.
La confluencia de todo ello empezó a generar nubes de gran desarrollo vertical, de unos 15.000 metros de altura, y dentro comenzaron los núcleos de hielo. Eran nubes muy altas y cuanto más altas, mayor generación de granizo. Muy elevadas, sí, pero concentradas sobre una superficie de terreno muy localizada. Esto provocó que se concentrara en la zona metropolitana de Guadalajara, una ciudad situada a unos 1.500 metros de altitud.
Los expertos, como informó la prensa local, aclararon que en México existe lo que denominan como el corredor del granizo, que se extiende desde los estados de Jalisco y Michoacán, cruza el país por todo el eje volcánico y llega hasta la sierra de Veracruz. Y que en esta franja de tierra, conocida como el Eje Neovolcánico, pueden producirse grandes granizadas, aunque no tan intensas como esta, al menos cinco veces al año.
La sorprendente tormenta dejó 215 viviendas afectadas, además de siete comercios, quince árboles caídos, más de cincuenta vehículos dañados y 850 personas damnificadas. Un recuento que ha empujado al Ayuntamiento de Guadalajara y al de Tlaquepaque, donde también cayó granizo en abundancia, a pedir la declaración de emergencia para poder acceder a la asignación de recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales.
José Ángel Núñez contempló este fenómeno con la frialdad del que ya ha visto y estudiado infinidad de sucesos meteorológicos. El jefe de Climatología de Aemet en la Comunidad Valenciana coincide en que esa zona «es muy propicia para que se den este tipo de fenómenos». Aunque recuerda que en España también se han producido, de manera ocasional, grandes granizadas, y rememora una en su tierra, en julio de 1987, «con bolas de granizo de más de medio kilo».
Núñez concreta que las granizadas son «fenómenos asociados a tormentas con mucha inestabilidad, algo más típico del verano». Y en el caso del país centroamericano agrega: «La zona cercana al golfo de México, tanto de Estados Unidos como de la parte mexicana, registra las tormentas más severas del planeta. Se juntan un mar cálido, que es el Atlántico, e intrusiones de aire muy frío desde el norte. Con esos ingredientes, se generan tormentas con mayor densidad de rayos y tornados. Comparados con los fenómenos que acontecen en España, lo nuestro es una broma».
Otra región muy propicia para esta clase de incidencias meteorológicas es el corredor de granizo de Cuyo, en Argentina, desde el centro-este de la provincia de Mendoza hasta el oeste de la provincia de San Luis, en los extensos llanos cuyanos, donde se dan las granizadas más violentas del continente por la confluencia del aire de los Andes y el del territorio del Cuyo, propiciando la lluvia de bolas de granizo de hasta quince centímetros de diámetro.
En Guadalajara no cayeron piedras de hielo de gran grosor, pero sí en una abundancia inusitada. De manera que las calles llegaron a parecer auténticos glaciares entre los edificios. Enrique Alfaro, el gobernador de Jalisco, aseguró que nunca había presenciado nada parecido y lo relacionó, como manifestó en Twitter, aunque sin mucha base científica, con el cambio climático.
«La gran cantidad de vapor de agua condensada y posteriormente congelada fue la que sirvió de combustible para que la granizada fuera intensa, además de que se mantuvo por bastante tiempo la corriente de aire frío en niveles altos», justificó el portal tiempo.com sobre la gigantesca tormenta blanca.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.