El excirujano Joël Le Scouarnec, acusado de violar o agredir sexualmente a 299 pacientes, en su mayoría niños, reconoce «la inmensa mayoría de los hechos», ... ha declarado hoy su abogado Maxime Tessier, al inicio del juicio en Francia. «El acusado reconoce su responsabilidad en la inmensa mayoría de los hechos», ha dicho Tessier ante el tribunal de Vannes, en el oeste de Francia. «En ningún caso, Le Scouarnec pretende eludir sus responsabilidades», ha añadido.
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El hombre de 74 años enfrenta 111 acusaciones de violación y 189 de agresión sexual entre 1989 y 2014, agravadas por el hecho de que abusó de su posición de médico y de que las víctimas eran a menudo menores de 15 años -256 de 299-. La edad media de las víctimas era de 11 años, pero entre la multitud de hechos que se le atribuyen al médico figura la violación de un bebé de un año y una agresión sexual a un paciente de 70 años. «Se trata del mayor dosier de pedocriminalidad en Francia, es el dosier que cuenta con un mayor número de víctimas agredidas o violadas por un solo hombre», explicó una fuente judicial al diario 'Le Figaro'.
De la misma manera que Dominique Pelicot grabó en video y almacenó en su ordenador decenas de violaciones colectivas sobre su entonces mujer Gisèle, Le Scouarnec relató por escrito sus abusos pedófilos. Solía empezar con una indicación del lugar, por ejemplo, «En la habitación» o «En mi despacho». También lo hizo sobre la mesa de operaciones. A menudo se refería a sus víctimas, a las que llamaba como «mi pequeña» o «mi querida». E, inmerso en su perversidad, hizo dos listados, cuyos títulos eran «coñito» y «pollita», con 200 nombres de los menores a los que abusó. Según estas notas, que los investigadores hallaron en su domicilio, el entonces cirujano tocaba por la fuerza, penetraba digitalmente y practicaba sexo oral a sus jóvenes pacientes.
Cuando registraron su domicilio, encontraron centenares de muñecas. Una de ellas la tenía en el sofá y medía 1,10 metros. También había consoladores y centenares de imágenes pedopornográficas, tanto en un clasificador como en su ordenador. En 2005, de hecho, ya lo habían condenado a cuatro meses de prisión condicional por posesión de imágenes de ese tipo. Pero la investigación se quedó entonces en la parte más superficial de su comportamiento.
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Eso le permitió seguir abusando durante más de una década, tiempo en el que sumó más de 50 víctimas. Dos de sus compañeros médicos -uno de ellos después de que le hiciera comentarios insinuantes a su hija pequeña- avisaron a los superiores del hospital. Pero no tuvo ninguna consecuencia para ese cirujano, que incluso consiguió en 2015 una autorización para jubilarse un año más tarde. En una entrevista para la cadena de televisión France 3, el periodista Hugo Lemonier, autor del libro 'Piégés. Dans le journal intime du Dr Le Scouarnec', resumió este caso con una fórmula lúcida: «Nadie quiso ver al depredador debajo de la bata. Era un cirujano y nadie pone en duda el comportamiento de un cirujano. (…) Era alguien todopoderoso».
Por estos hechos, Le Scouarnec, que ya cumple una pena de 15 años de prisión tras una condena en 2020 por delitos similares, se enfrenta a 20 años de cárcel. El veredicto se espera para el 6 de junio. En 2005, el tribunal de Vannes ya le condenó a cuatro meses de prisión, con suspensión de pena, por posesión de pornografía infantil, condena que no le impidió seguir trabajando.
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