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Una vez que se han cambiado los relojes para adaptarlos al horario de verano , la medida puede afectar a nuestro organismo, incluso durante un par de días, especialmente a la hora de dormir. Además, hay personas que sufren alteraciones del carácter y aquellos que sufren migrañas notarán además variaciones en la frecuencia e intensidad de los síntomas.
Ante esto, la Organizción de Consumidores y Usuarios (OCU) comparte una serie de recomendaciones para que el cambio de hora no afecte al sueño:
- Procura mantener un horario regular de sueño: acuéstate y levántate siempre a una hora parecida (también en fines de semana).
- Duerme las horas que necesites para estar fresco durante el día: ni más ni menos.
- Si eres aficionado a las siestas, ten en cuenta que son mejores las que duran 20 minutos o menos.
- Haz ejercicio regularmente, pero nunca justo antes de meterte en la cama o te costará conciliar el sueño.
- No consumas bebidas estimulantes (café, té, refrescos de cola, alcohol...) en las 4-6 horas previas a acostarte.
- No cenes demasiado: es mejor una cena ligera al menos 2 horas antes de dormir.
- Prepara un ambiente de sueño apropiado: oscuro, silencioso, de temperatura agradable y bien ventilado.
- Descansa sobre un colchón cómodo: ni muy rígido ni muy blando.
- Si tienes problemas para conciliar el sueño, no lo fuerces: evita mirar el reloj, vete a otra habitación y relájate (por ejemplo leyendo) hasta que te pesen los párpados. En el mercado hay diversos productos para dormir, plantas medicinales, medicamentos, suplementos.... que puedes adquirir sin necesidad de receta médica.
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