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El sistema de alertas para productos no alimentarios de la Unión Europea (Safety Gate, antes conocido como RAPEX) ha emitido una alerta sobre una silla de coche para niños de la marca Kinderkraft.
Según recoge la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en los procesos internos de control de calidad que lleva a cabo el fabricante se detectó un problema. Comprobaron que en algunos casos uno de los componentes de fijación del mango puede aflojarse o llegarse a perder, de forma que, al usar la silla fuera del vehículo, el asiento puede desprenderse del mango. Esto provocar la caída de la base con el niño colocado en ella, con el consiguiente riesgo para el pequeño.
En concreto, el fallo de seguridad se ha detectado en el modelo Kinderkraft I-CARE i-Size y afecta a los lotes con números entre 23W17 y 23W46.
El fabricante ya ha puesto en marcha medidas para solucionar la incidencia con un programa de recuperación de las sillas afectadas. En caso de tener uno de los artículos, se debe cumplimentar un formulario y desde la empresa recogerán la silla y la cambiarán por otra segura, de manera totalmente gratuita.
Mientras, la silla se puede utilizar pero es altamente recomendable evitar usarla sujetando por el mango, para no correr riesgos. Sí se puede usar, pero solo en el coche y sin llevar el portabebés por el mango.
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