Las distracciones al volante se cobraron el año pasado la vida de 359 personas, según datos proporcionados por la Dirección General de Tráfico que, hasta este domingo 20 de septiembre, lleva a cabo en las carreteras españolas una campaña de vigilancia y concienciación
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Por cuarto año consecutivo, las distracciones se colocaron como la primera causa de accidentes mortales en 2019, principalmente en salidas la vía, colisiones frontales, choques con el vehículo precedente o atropellos.
Uno de los factores que genera un mayor descuido a la hora de conducir es la utilización del teléfono móvil . Su uso «multiplica por cuatro» el riesgo de sufrir un accidente, tanto es así que es equiparable a la conducción con exceso de alcohol, según pone de relieve la DGT, ya que supone apartar la vista de la carretera durante un tiempo determinado en el que se recorre una serie de metros sin que el conductor tenga el control del vehículo, ya que la atención la tiene puesta en el móvil, tal y como se muestra en la siguiente infografía.
A pesar de ser una de las conductas más peligrosas y aunque los conductores tienen una «alta percepción de riesgo», un «gran porcentaje» de los mismos declara que utiliza el teléfono móvil mientras conduce. En este sentido, una encuesta realizada por RACE entre más de 2.100 usuarios, pone de relieve que una mayoría de automovilistas reconocen que consultan el móvil al volante. Un 96% confiesa haber visto a alguien hablando por el móvil mientras conduce (80% de forma habitual), y el 76% (el 72% muchas y bastantes veces) usando el móvil sin hablar (manipulándolo o mirándolo).
Este estudio realizado en 2019 también arroja resultados preocupantes, ya que revela un aumento considerable del uso del móvil al volante. Según RACE, se debe a que los que hace años eran niños y adolescentes en plena era digital, ahora son conductores de entre 18 y 24 años, que han incrementado de forma exponencial nuevos usos peligrosos del 'smartphone' en la carretera.
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De entre todas estas prácticas, ha crecido el uso de las redes sociales. Así, un 12% del total de encuestados confiesa utilizar las redes de forma habitual mientras conduce, elevándose el porcentaje hasta el 17% entre los jóvenes de 18 a 24 años. El uso de las redes sociales al volante de forma habitual se sitúa en quinto lugar, por detrás de la manipulación del móvil como GPS (25%), la mensajería instantánea (19%), las llamadas sin manos libres (14%) o la lectura de correos electrónicos (13%). Derivado de estos usos del móvil, aproximadamente 530.000 conductores reconocen haber sufrido un percance o accidente por culpa de un despiste.
Y si se compara la implicación de los móviles en los accidentes de tráfico desde el año 2014 al 2019, los porcentajes hablan por sí solos. Hace cinco años, solo el 0,5% de los conductores confesaba usar el móvil para consultar las redes sociales, frente al 12% que asegura hacerlo con asiduidad en 2019. Apenas el 1% lo empleaba para hacer fotos y vídeos (12%, en 2019) y el 7,7% lo empleaba como dispositivo GPS (25%).
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El estudio también revela un incremento, aunque menos acusado, del uso del teléfono para enviar o recibir llamadas sin manos libres (12% entonces y 14% en 2019) o la mensajería instantánea (14,4% frente al 19% actual).
La Ley de Seguridad Vial considera infracción grave conducir mientras se usa de forma manual dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación, así como, conducir utilizando cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la obligatoria atención permanente a la conducción. Se trata de infracciones que suponen una sanción económica de 200 euros y conlleva la pérdida de 3 puntos.
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La DGT insiste en usar el móvil solo para emergencias y con el coche parado. También recomienda activar el 'modo coche' en aquellos dispositivos que lo incluyan. En la misma línea, señala que el manejo de la radio o el MP3 provoca distracciones, por lo que aconseja sistemas que se controlen directamente desde el volante; programar emisoras y CDs antes del viaje y señala la importancia de fijar las rutas de viaje con el GPS antes de ponerse al volante porque hacerlo durante el trayecto es muy peligroso.
Tráfico también recomienda dormir bien, no consumir ni alcohol ni drogas, evitar las comidas copiosas y cuidar la ingesta de ciertos medicamentos antes de ponerse al volante. Además, durante el trayecto, desaconseja fumar y si se siente somnolencia recomienda parar. También apunta a que se debe mantener una temperatura agradable entre los 21 o 22 grados centígrados.
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El sueño y la fatiga son otros de los factores que están muy implicados en la accidentalidad vial y están detrás de numerosos alcances traseros, salidas de la vía, o ciertas invasiones del carril contrario contiguo son tipos de accidente muy frecuentes por estos factores.
Respecto a fumar y conducir, la DGT precisa que encender un cigarrillo lleva una media de 4 segundos, algo que a una velocidad media de 100 kilómetros permite recorrer 113 metros. Fumar mientras se conduce multiplica por 1,5 el riesgo de sufrir un accidente.
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