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Acoso y humillación en redes sociales: Guía docente contra la ciberviolencia hacia las adolescentes

El IAM lanza un manual con los tipos de ciberacoso y pautas para actuar ante estas situaciones que, en muchas ocasiones, por miedo o por vergüenza no se denuncian

Rossel Aparicio

Málaga

Domingo, 13 de febrero 2022, 18:00

TikTok, Twitter, Facebook, Instagram o Snapchat. En plena era digital las redes sociales -y las herramientas que proporciona internet- forman parte de manera indiscutible de nuestro día a día. Sobretodo entre los adolescentes. Si descuidamos la privacidad (o no tenemos bien protegidas las claves), a través de ellas estamos en contacto permanente con desconocidos que pueden acceder a nuestros mensajes y fotos sin nuestro conocimiento. En este marco avanza con paso firme lo que se conoce como ciberviolencia de género o, lo que es lo mismo, el acoso producido por parte de una persona hacia otra utilizando las nuevas tecnologías.

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Desde el Instituto Andaluz de la Mujer han elaborado una guía básica para uso de los docentes que analiza, detecta y busca respuesta a la ciberviolencia a las adolescentes en las redes sociales: «Ciberacoso o ciberbullying, sextorsión, grooming, usurpación de la identidad, usurpación de claves, sexting, revenge porn o pornovenganza son algunos de los ciberdelitos con las mujeres como víctimas cada vez más frecuentes». Con dicho manual se persigue realizar un trabajo de prevención además de destacar los tipos de ciberacoso y pautas para saber actuar ante estas situaciones que, en muchas ocasiones, «por miedo o por vergüenza no se denuncian», destaca el IAM. El objetivo del manual no es otro que visibilizar estas formas de violencia y crear redes de apoyo y defensa.

  1. Desmonta la violencia desde dentro

Para abordar el problema es fundamental que el personal docente experimente lo que significa tener red social. Debe acercarse a su realidad para poder ayudar al alumnado. «Escuchar y participar de su mundo va a ser fundamental para poder hacer un aprendizaje desde dentro», apunta la guía. Por ello es imprescindible empaparse de qué redes sociales utilizan los estudiantes, cómo las usan, qué situaciones viven frecuentemente, etc.

  1. ¿Se prohiben en caso de mal uso?

Para responder a esta pregunta debemos tener claro que las redes sociales son una herramienta destacada de relación en la etapa de la adolescencia. De hecho, tal y como resalta el informe, investigaciones recientes confirman que quienes no pueden tener acceso a ellas pueden estar en riesgo de exclusión social. Por ello, prohibir o eliminar las redes a los adolescentes podría acarrearles un aislamiento social. En todo caso debe ser decisión propia de cada alumno si desea dejar de usarlas.

  1. Cómo trabajar el ciberacoso

El punto de arranque debe ser trabajar los temas de fondo que están detrás del ciberacoso. La guía propone ahondar en la presión por entrar dentro de un estereotipo de belleza o en las creencias sexistas sobre las chicas. En el primer caso la clave sería cuestionar los cánones de belleza y el postureo, identificar la presión y cosificación que viven las mujeres en la publicidad y medios (violencia simbólica) y fomentar el respeto a la diversidad de cuerpos. En el segundo supuesto nuestro objetivo sería profundizar en la importancia de las creencias sexistas que nos han enseñado, de la influencia que puede tener recibir un insulto de forma recurrente y favorecer que piensen respuestas colectivas de apoyo a quienes viven ciberacoso.

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  1. Qué se esconde tras el Ciberacoso sexual

El elemento más importante para entender esta forma de violencia es, destaca la guía, la reiteración y el no consentimiento. Para abordar este asunto, pues, debemos realizar un análisis específico sobre la sexualidad y el consentimiento en las clases. «El modelo de sexualidad tradicional nos indica que los chicos tienen un instinto sexual sin límites y siempre desearán practicar sexo, que las chicas no deben desearlo, y además deben poner límites a los chicos. Esta falsa creencia nos lleva en ocasiones a castigar y culpar a las chicas por establecer relaciones sexuales», apunta el escrito.

Se debe explicar que la insistencia para conseguir quedar con una chica, o conseguir fotografías suyas no es una «táctica para ligar» sino una forma de acoso o presión sexual. También se deberá trabajar con las personas que participan en la humillación y el reenvío de vídeos o fotos íntimas. «Detrás de algunos casos de ciberacoso sexual pueden encontrarse parejas o exparejas de las chicas, que están intentando difundir contenidos sexuales sin su consentimiento para humillarlas en las redes».

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En este punto es vital identificar que esta violencia tiene que ver con culpar a las mujeres de su sexualidad así como empatizar con lo que puede suponer difundir vídeos o fotos sin consentimiento. Los alumnos deben pensar si pueden hacer algo para cortar la difusión.

Para trabajar este asunto se proponen dos visionados que pueden ayudar a debatir en este tema: Video fórum sobre el primer capítulo de 'Por trece razones' y el vídeo 'Consentimiento sexual explicado con té'

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  1. Cómo abordar el cibercontrol

A día de hoy sigue pasando. Muchas chicas se enfrentar al control de sus parejas que desean controlar en todo momento dónde están, la ropa o maquillaje que llevan. También les piden fotos para comprobarlo o explicaciones por conversaciones con otros chicos en redes sociales o nuevos seguidores. «Revisar su última hora de conexión, echarle en cara comentarios que hace a otras personas o exigirle la inmediatez de responderle para demostrarle que le quiere, también son ejemplos de este cibercontrol».

Para trabajar este asunto en clase se puede proyectar el vídeo «Doble Check», sobre la última hora de conexión de nuestra pareja y analizar la discusión de los dos jóvenes protagonistas que aparecen. El objetivo es «desnormalizar el control que tanto chicas como chicos viven en sus relaciones e identificar que una relación supone respetar el espacio y tiempo de la otra persona».

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  1. Mejorar la autodefensa

Otro apartado de la guía destaca la necesidad de trabajar la autodefensa en redes o, lo que es lo mismo, una forma de respuesta ante las violencias que se reciben en ellas. Ante todo, esa autodefensa es una actitud que implica ser consciente de que la única responsabilidad del acoso es del que la ejerce, saber que todas las personas tenemos derecho a participar en las redes sin recibir violencia y, por último, buscar ayuda cuando no sabemos cómo defendernos. «Sabemos que el silencio apoya la violencia. No quedarnos calladas ni callados ante ella, es la única forma de cambiar».

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