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Los calendarios se hacen ahora de todo tipo.
Calendarios con sello propio para los 365 días

Calendarios con sello propio para los 365 días

El calendario de bomberos (y bomberas) macizos no puede fallar. Es un clásico, como el de las mujeres de un pequeño pueblo de Huesca, que este año posan con joyas rodantes del siglo pasado. Los desnudos pierden fuelle

Susana Zamora

Martes, 3 de enero 2017, 00:16

De sobremesa o de pared; con santoral o con las fases lunares; para llevar en la cartera o para regalar... Unos optan por comprarlos, otros esperan a que les lleguen de propaganda. Y luego están los especiales, esos que, como el resto, llevan los 365 días del año, pero que en cada mes tienen marcado en rojo la empatía y el altruismo de quienes los hacen. En cuestión de calendarios solidarios pasa como en botica, hay de todo, solo que la medicina que se dispensa es la generosidad.

En Navidad toca pasar página al año viejo y qué mejor forma de hacerlo que estrenando un almanaque solidario. Así viene haciéndolo desde hace siete años la Asociación Mujeres Ballanzualas, de Salas Altas, un pequeño pueblo de Huesca que se transforma cada verano en un gran plató para la sesión de fotografías que durante dos fines de semana revoluciona a sus 320 vecinos. En esta ocasión la temática escogida fue la de automóviles clásicos y por allí que desfilaron unas cuantas joyas de cuatro ruedas del siglo pasado: el que fuera conocido como el coche del millón de kilómetros (Mercedes Colas, de 1966) por su dureza y durabilidad; el famoso Tiburón (Citroën ID 19, de 1964), que arrasó en el Salón de París de 1955, donde se vendieron 743 ejemplares en solo 15 minutos, y que se convirtió en un vehículo emblemático para los franceses al salvar la vida del presidente De Gaulle tras ser tiroteado; y el vehículo más grande jamás construido por General Motors, el Cadillac El Dorado, con sus seis majestuosos metros de largo.

«Alguno se quedó en el camino; la vejez le pasó factura», recuerda entre risas la presidenta de la asociación, Asunción Arbeloa. Para asombro de los habitantes de Salas Altas, 96 de las 110 socias iban en ellos haciendo posturitas: acariciando al Cadillac, cambiando la rueda del Mercedes 180 D Ponton, o montadas en plan aventureras en el fantástico Jeep Renegade... «Lo que haga falta, porque la causa lo merece», asevera Asunción.

A punto ya de agotar los mil calendarios puestos en circulación a siete euros la pieza, el colectivo entregará las ganancias (unos 4.500 euros) al Grupo Español de Investigación del Cáncer de Mama (GEICAM). «Cuando empezamos, pensamos en hacerlos en años alternos, pero la respuesta ha sido siempre masiva. No acabamos un calendario cuando la gente empieza ya a preguntarnos qué temática tendrá el siguiente. Así que mientras tengamos fuerzas y la gente responda, los haremos todos los años».

Y de automóviles clásicos al más clásico de los calendarios, el de los bomberos (y bomberas) macizos. Por recurrentes que sean no dejan de ser menos atractivos. Ellos lo saben y están dispuestos a enseñar parte de su cuerpo «con elegancia» si de lo que se trata es de echar un cable. Este año, el Cuerpo de Bomberos de Orense se ha puesto manos a la obra y tras una votación popular en su página de Facebook decidieron donar la recaudación de los 5.000 calendarios, a cinco euros cada uno, a tres instituciones: una de ámbito local, Nico contra el cáncer infantil, y dos nacionales, la del Síndrome de Angelman (ASA) y la Duchenne Parent Projet (distrofia muscular). Ni un almanaque les ha quedado a estas alturas y eso se traduce en una recaudación de 21.000 euros, que irán a partes iguales para los tres beneficiarios.

Atrás quedan las sesiones de fotografías «surrealistas», en las que 16 bomberos (dos de ellas mujeres) delante de un croma (técnica audiovisual que reemplaza el color de un fondo por una imagen) tenían que meterse en el papel, e imaginarse en escenarios de guerra ayudando a los más pequeños, luchando contra dragones, como los personajes de Juego de Tronos, o como superhéroes que dudan qué traje ponerse ese día. Ignacio de Rafael no oculta su satisfacción por el resultado, «aunque también hemos recibido críticas: nos dicen que vamos muy tapados», bromea el bombero orensano.

El calendario solidario del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), discurre por otros derroteros: «Nosotros no tenemos el físico de los bomberos; si lo enseñásemos, nos los devolverían en masa», aventura su responsable de Comunicación, David Calvo. Lo suyo, desde la erupción volcánica submarina en El Hierro en 2011, han sido las campañas de divulgación en colegios e instituciones de todas las Islas Canarias gracias a la venta de estos calendarios. Este año han sido 3.000, a diez euros cada uno. Lleva en portada una foto de la última erupción ocurrida en la región de la Macaronesia (en Fogo, Cabo Verde, en 2014) y la acompañan 12 hojas con imágenes de los diferentes edificios, estructuras y morfologías volcánicas que se pueden encontrar en estos archipiélagos. Ya apenas les quedan. Y es que lo que empezó como un simple proyecto para dar salida al ingente material fotográfico que generaron las continuas erupciones, al final casi se ha convertido en un libro. En esta edición han incluido todos los terremotos registrados en Canarias con una magnitud igual o superior a 4 grados en la escala Richter, así como las mayores erupciones volcánicas ocurridas en el mundo en los últimos 200 años.

Solo el capricho del destino y su empeño personal explica el calendario que Eli, una empleada del Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid), impulsó allá por el mes de noviembre cuando arrancaba un proyecto personal. «Quería que mi nueva web www.womanmotorbike.com (aún en construcción) rompiese el estereotipo de que la mujer no puede conducir motos de gran cilindrada, pero además vincularla a una causa solidaria». Su deseo se hizo realidad en cuestión de semanas. Hoy todavía no se explica aquel golpe de suerte, cuando un ciudadano que acudió al Ayuntamiento y también aficionado a las motos la puso en contacto con BMW Rolen Motor. Gracias a su patrocinio ha podido poner en el mercado 500 calendarios moteros, a 10 euros la pieza, cuyos beneficios irán destinados a la Fundación Prodis, que atiende a personas con discapacidad intelectual. Desde esta asociación agradecen el gesto: «El verdadero donativo ya nos lo han hecho dando trabajo a la treintena de personas del Centro Especial de Empleo que han realizado estos calendarios», afirma su director, Germán Martínez.

Lo que parece que va decayendo es la costumbre de posar disfrazado de Adán y Eva, que hace unos años abarcó desde equipos universitarios especialmente de rugby a granjeros e incluso a las azafatas de Ryanair.

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