

Secciones
Servicios
Destacamos
Agustín Peláez
Lunes, 13 de junio 2016, 00:47
El queso es un producto natural y vivo. Por tanto, necesita ciertos cuidados para una mejor conservación. En general todos deben estar protegidos y conservados en el frigorífico a una temperatura inferior a 10º para evitar que se resequen y pierda sabor. Al menos, es es el consejo de la Interprofesional Láctea (InLac). Es una organización interprofesional que engloba a todo el sector lácteo de España. Sus miembros representan a la rama de producción ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-Alimentarias de España- y a la rama transformadora (o industria) FENIL y Cooperativas Agro-Alimentarias de España-. Su principal función es velar por la sostenibilidad de la cadena de valor del sector lácteo. InLac es el instrumento fundamental de interlocución y vertebración entre los agentes de la cadena láctea y se constituye como el foro estable de discusión entre sus miembros, respetando los ámbitos de actuación propios de las organizaciones que la componen.
Según esta asociación, el queso es uno de los productos más apreciados dentro de nuestra gastronomía. De hecho, en nueve de cada diez hogares españoles se consume queso, y en muchos de ellos a diario o varias veces por semana. Sin embargo, el consumo per capita en España se encuentra muy por debajo de la media Europa: 7,78 kilos de queso por persona y año frente a 17,2 kilos de media de la UE, según InLac.
España cuenta con más de 150 variedades de queso y más de 32 Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP), lo que nos convierte en uno de los países con mayor variedad de tipos de queso del mundo. A ello ha contribuido la diversidad orográfica y climatológica, factores que han condicionado el asentamiento y desarrollo de un gran número de razas de ganado de las tres especies: bovina, caprina y ovina.
En el sector quesero español se conjugan los métodos tradicionales con las tecnologías más avanzadas y la investigación. En todos los casos se cumplen las más exigentes normas de seguridad alimentaria, trazabilidad y calidad,tanto en las materias primas como en los procesos de transformación, señala InLac.
Partiendo de que en general todos deben estar protegidos y conservados en el frigorífico a una temperatura inferior a 10º para evitar que se resequen y pierda sabor, si lo que se quiere es conservar durante cierto tiempo, lo mejor es envolverlo en un paño ligeramente humedecido. Al menos, así lo aconseja la Interprofesional Láctea.
Para los formatos grandes de pasta dura y corteza seca, el consejo es frotar con aceite de oliva o manteca.
Para pequeñas porciones y cuñas, el consejo de InLac es proteger el queso bien en su envase original o en papel parafinado (papel encerado, papel manteca...). Y por último, si lo que se quiere es evitar que el moho penetre en el queso, lo mejor es pasar un cuchillo por la superficie, como si untásemos mantequilla. De este modo, se consigue taponar la entrada de oxígeno al interior.
Según InLac, el queso es un alimento con un gran valor nutricional que contiene de forma concentrada la mayoría de los nutrientes de la leche.
Aporta proteínas de alta calidad con un elevado contenido de aminoácidos esenciales, minerales como el calcio, el fósforo y el magnesio; vitaminas
A, B12, riboflavina y niacina. Además es un alimento recomendable para incluir en una dieta variada y equilibrada, e importante en las etapas de crecimiento debido a la formación de los huesos, y en la edad adulta para favorecer a la conservación de la masa ósea.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.