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Isasaweis es una de las ‘youtubers’ de habla hispana más seguidas. Al poco de empezar, la fichó Susanna Griso para su programa.
Webos Fritos y otras recetas para triunfar

Webos Fritos y otras recetas para triunfar

Susana es abogada y enseña a hacer los platos que nunca fallan. Isasaweis es informática y arrasa con su comida sana. Y María adelgazó 50 kilos y lo contó en la red. Tres blogueras españolas con miles de seguidores relatan su exitoso salto a las librerías

julia fernández

Lunes, 14 de marzo 2016, 00:16

Desde noviembre, Isabel Llano no para de hacer maletas. Lo mismo se despierta en su casa de Gijón que come en Madrid, que al día siguiente madruga para acercarse a Valladolid y termina la semana de madrugada en León. «Duermo muy poco». La mayoría de los días acaba la jornada al filo de la medianoche y todavía aprovecha un par de horas ya en la cama para ponerse al día con lo que se le ha quedado pendiente. La causa de todo el revuelo es su libro. Estas navidades fue uno de los más vendidos «de ficción y no ficción». Ahora, es el quinto en Amazon, donde lleva 129 días en el Top 100 de superventas, la mayor parte de ellos en lo alto del podio. En la Casa del Libro lo despachan como rosquillas.

Va por la quinta edición, «más de 50.000 ejemplares» vendidos. ¿Y de qué habla este volumen tan deseado? Pues de algo tan sencillo e imprescindible como comer. Se titula Cocina sana para disfrutar. A lo largo de sus 240 páginas desgrana más de un centenar de propuestas saludables y equilibradas que demuestran que el sabor no está reñido con cuidarse. Lo curioso es que Isabel no es nutricionista ni cocinera, sino licenciada en Informática y profesora. Su fenómeno de ventas se explica por su alter ego, Isasaweis, una de las videoblogueras más famosas de habla hispana. Tiene 350.000 seguidores en Youtube, 437.000 en Facebook, 181.000 en Instagram, 98.000 en Twitter... Sus números marean.

Todo empezó hace seis años, cuando subió un vídeo a Youtube donde enseñaba cómo hacerse un moño con un calcetín. «Acababa de mudarme a Cantabria para dar clase, no tenía amigos ni a la familia cerca y lo hice para entretenerme». Apenas duró unas horas porque cuando vio que la gente pinchaba le pudo la vergüenza. Lo borró, pero su marido insistió en que lo subiera de nuevo. Después llegaron otras grabaciones relacionadas con el maquillaje, la belleza, las recetas... Aprovechó sus conocimientos de informática para crearse una web y tenerlo todo «más ordenadito». En apenas unos meses logró que se fijaran en ella hasta los creativos de televisión. La llamaron de Antena 3 para hacer un programa en solitario y para «colaborar en directo en Espejo Público» sin casi haberlo contado a la familia. Solo estaban al tanto sus hermanos y sus padres que, por supuesto, «fliparon». «¡Ay, nena! Que te ve todo el mundo», le dijeron.

Pero se fue con Susanna Griso...

Dije que sí porque estaba lanzada, pero luego pensé: ¿dónde voy?

Le ha acabado cogiendo gustillo a las cámaras. El año pasado protagonizó la campaña de una conocida marca de atún. Ahora mismo, Isabel es autónoma y vive de lo que le genera Isasaweis y de seguir dando clases. En estas semanas de promoción, ha tenido que dejar de lado la docencia, pero se niega a arrinconarla. «Con lo que me costó sacar la carrera y las oposiciones...». También porque es muy realista: «Lo vivo como un hobby. Nunca sabes qué va a pasar».

Pese a ello, Isabel se emplea a fondo. «Es el trabajo más exigente que he tenido». Madruga para ponerse a contestar los cientos de mensajes que recibe cada día. También edita vídeos, escribe post y atiende esas peticiones particulares que recibe de parejas a punto de casarse, compañeros que despiden a la más veterana del equipo, novios que van a pedir la mano a su chica... Y da igual si es domingo o sus peques, Mateo, de 5 años, y Sancho, de año y medio, están enfermos. Se desdobla. Hace cuatro años que no tiene unas vacaciones de verdad, «pero me gusta lo que hago». Esa es la llave de su éxito.

Estudiar en vacaciones

Susana Pérez también le echa horas al asunto. «Los fines de semana, mi casa parece la guerra», confiesa. La cocina se convierte en un muestrario de productos con los que hace magia junto a su madre, Juli, y el salón se transforma en un estudio fotográfico casero para que su marido, Jesús, saque lustre a las recetas. Sus dos hijas, Sara y Beatriz, se convierten en las catadoras oficiales. Susana es el alma mater de Webos Fritos, el blog de las recetas «que siempre salen».

Curiosa precisión.

Todo lo que colgamos lo hemos hecho nosotros. Está pensado, estudiado e investigado.

Para lograr sus macarons infalibles hubo más de dos y de tres intentos fallidos. Algunos de esos platos que enseña son parte del recetario familiar y otros los aprende durante sus vacaciones gastronómicas. Siempre que puede, rompe la hucha y se apunta a cursos monográficos a los que arrastra a la familia. «Este verano hice uno sobre la tarta tatín en Francia». Mientras ella estudiaba, ellos «se sacrificaron» paseando por París. Pero como Isabel, Susana no es chef ni gastrónoma, es abogada. Trabaja de lunes a viernes en un despacho y el tiempo libre lo emplea en el blog (380.000 usuarios únicos al mes) y en las redes sociales. Aprovecha hasta los viajes diarios entre su casa de Guadalajara y la oficina de Madrid. Gracias a esta dedicación ha publicado cinco libros en cinco años. Tiene uno de pan, otro de platos para fiestas, otro de mugcakes... «Van todos por la segunda edición», excepto el de bizcochos, «que anda por la tercera». No descarta que la familia de papel crezca a corto plazo.

¿Podría vivir solo de esto?

(Se lo piensa) Entre el blog, en el que decidimos hace un tiempo incluir publicidad, y los cursos de pan que doy, puede que sí, pero llevo 25 años trabajando en el mismo sitio, no quiero dejarlo.

Isabel y Susana son solo dos ejemplos de blogueras españolas que han dado con éxito el salto de la red a las librerías. Hay más: Sandra Mangas, de La receta de la felicidad; Belén Canalejo, de Balamoda; Laura Baena, de Malas Madres; Alexandra Pereira, de Lovely Pepa... Precisamente esta última, que se ha convertido en estilista profesional, sirvió de inspiración a la zaragozana María Corbacho para animarse con su libro. «Llamé yo a la editorial».

Les convenció con su idea:«Estaba harta de ver libros para adelgazar con la dieta del momento y pensé que sería buena idea decirle a la gente que se podía hacer cambiando algunos hábitos y comiendo sano», justo como ella lo había logrado. Aunque no lo parezca, hace cinco años en su armario no había ropa por debajo de la talla 48 («hoy equivaldría a la 52»).

¿Qué pasó para dar ese cambio?

Estaba con mi sobrino de 8 años y le dije:«¡Qué tripita tienes!». Me respondió:«¡Pues anda que tú!».

50 kilos en tres años

Se miró al espejo y no se reconoció. Entonces, hizo clic y empezó «a comer bien» y a mejorar su relación con los alimentos, que a veces habían sido su «refugio». Adelgzó 50 kilos en tres años sin regímenes. El cambio no solo fue físico, también mejoraron sus problemas de salud y su autoestima. Contó esto en Instagram, donde tenía 900 seguidores y su audiencia comenzó a crecer de manera exponencial. Hoy hay 67.100 personas pendientes de sus consejos. Por ello, se lanzó a crear un blog, 1 reflejo en el espejo, y a escribir su primer libro, Haz click y vive sano. Hace unos meses sacó el segundo, sobre qué y cómo cocinar.

María también da charlas en las que anima a comer bien «sin obsesiones». «Viene gente muy diferente, desde niñas de 16 años a padres». Lo hace por ayudar y desea encaminar su futuro por ahí. «Quiero estudiar nutrición. El año pasado me quedé a dos décimas de entrar en el único centro que lo imparte en Zaragoza y en los cursos a distancia me pedían 3.000 euros».

¿No le da el blog para pagarlo?

¡Ojalá! Jajaja. Pero no tengo la suerte de ganar dinero con esto.

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