El arzobispo de Granada dice que su cargo está en manos de la Iglesia y del Papa

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Mártínez, se defendió de las acusaciones de dejación de funciones que está recibiendo en el caso de los abusos sexuales a menores, diciendo que "cuando el denunciante pidió mi ayuda pero me dijo que no actuase, tomé las medidas oportunas. Hablé al día siguiente sobre ello. Antes de que tuviera noticias de la notificación de que había habido denuncia a la Santa Sede, ya había estado más de dos horas conversando con él", declaró antes de entrar a la reunión en la Conferencia Episcopal ante medios nacionales.

"Siento un dolor inmenso cuando personas de la Iglesia en las que se ha depositado una confianza puedan haber cometido un escándalo de este tipo", declaró. Sobre la posibilidad de presentar su renuncia ha dicho que su vida está en manos de la Iglesia y del Santo Padre.

La Policía Nacional, por su parte, está tomando declaración a personas supuestamente vinculadas con el caso de los sacerdotes acusados de presuntos abusos sexuales, entre otras diligencias dirigidas al esclarecimiento de los hechos, que han llevado al Arzobispado de Granada a apartar del ejercicio a varios sacerdotes y que están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción 4 de Granada.

El subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, ha rehusado precisar a los periodistas a qué personas se está tomando declaración, si bien ha querido matizar que no necesariamente se trataría de las personas directamente implicadas en los supuestos abusos, sino también a posibles cómplices que encubrieron los hechos o que por otras cuestiones pueden aportar datos que ayuden a la investigación.

Pérez ha recordado que la Policía Judicial está practicando las diligencias que se han considerado oportunas tanto por parte de la Fiscalía como del Juzgado competente para esclarecer "la verdad", sin descartar que de estas actuaciones se deriven detenciones. En todo caso, se producirán cuando la autoridad judicial lo considere oportuno.

Preguntado si la investigación se extiende a algún centro educativo o comunidad religiosa de la provincia, el subdelegado ha recordado que la Policía sigue dos líneas de investigación y está intentando aclarar el grado de participación de los religiosos, pero también de sus posibles cómplices.

"Hay una serie de personas que parece ser que han cometido algún delito, pero hay que demostrarlo con las pruebas y los datos suficientes y eso es en lo que trabaja la Policía", han recordado desde la Subdelegación, que ya el martes precisó que no se habían realizado contactos con el Arzobispado de Granada por este asunto, en un caso en el que se ha decretado el secreto de sumario y que se ha abierto después de una denuncia ante el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón.

Por su parte, la Fiscalía Provincial de Granada ha señalado que la continuidad de las líneas de la investigación a desarrollar "se ha podido ver gravemente comprometida por las publicaciones" realizadas del caso, aunque "se cumplirá con la obligación de impulsar la causa al objeto de esclarecer los hechos denunciados".

En un comunicado, recuerda que el Juzgado, conforme a lo previamente interesado por el Ministerio Fiscal, decretó el secreto de las actuaciones y mientras se mantenga este extremo "no se proporcionarán por esta Fiscalía Provincial, otros datos ni comentarios".