«Si todas hacemos lo mismo, ¿dónde está la gracia?»

Como Rosalía cantando 'Saoko, papi, saoko', la extraordinaria Coca Boom se transforma en cuanto se calza sus tacones, un maquillaje impoluto la convierten en una gran diva de la canción y sus ropajes brillantes y glamurosos destellan carisma.

Una mujer fuerte, altiva y frágil al mismo tiempo alimenta al diseñador de vestuario y maquillador profesional que se esconde tras esta explosión de divinidad. Con ella, el burlesque americano está servido encima de un escenario, rehuyendo en este personaje –creado con fuertes cimientos– del folklore y las divas españolas. Coca Boom se hace su hueco en la escena drag nacional con una apuesta arriesgada, un show al que añade presencia y sensuales movimientos. Tras el foco de la entrevista explica que su trabajo más allá del drag a veces no le permitía ser tan arriesgada en sus propuestas, o que bien no surgía la ocasión, así que hace cinco años decidió que pisaría con garbo para trasladar esas ideas de ensueño a sus 'looks', a ella misma como lienzo: «Me costó mucho trabajo encontrar a mi personaje y al final lo encontré en Broadway, en un estilo muy cabaret, muy americano», relata con sinceridad y orgullo.

Tras alguna que otra puesta en escena, reconoce que la mejor noche de su recorrido llega cuando el público se renueva, pisa otras ciudades y los cálidos aplausos le elevan para seguir dándole una vuelta a sus 'playbacks', vestuario y maquillaje. Entonces, surge una «efervescencia» maravillosa al salir «de la zona de confort»: «Si quieres hacer comedia, no hagas lo que hace todo el mundo. Si quieres bailar, no hagas lo que hace todo el mundo. Tienes que explorar en tu personaje lo que te distingue del grupo y pelear a muerte por ello. Si todas hacemos lo mismo, ¿dónde está la gracia?», sostiene contundente. Sobre las primeras veces, Coca Boom es consciente de que siempre se suele «hacer un cuadro», pero son estrictamente necesarias para darle forma a un personaje que nunca acaba de estar finito.

Sin embargo, el futuro de estas nuevas drags de la escena malagueña aún está en el aire. Esta artista explica que en España «el drag no está bien valorado ni entendido», pues aún sigue habiendo muchas lagunas a la hora de realizar un show en cualquier pub: «Si no te formas en nada y sólo estás esperando a que te llamen es como estar haciendo de camarero sin tener contrato. O cualquier otro trabajo que no está legalmente regularizado. Es difícil, porque si yo me rompo una mano... Hay muchos locales en los que tengo contrato, pero otros en los que no. Eso es un poquito tabú», finaliza con una risa nerviosa y los dientes apretados. ¡Que pase la siguiente diva!

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