Secciones
Servicios
Destacamos
Encarni Hinojosa, Víctor Rojas y Felip Ariza (ilustraciones)
Miércoles, 29 de mayo 2024, 09:13
Pero... ¿vosotr@s cómo lo hacéis?», es la pregunta incómoda que cualquier hetero, cuando coge la suficiente confianza, le ha lanzado alguna vez a una lesbiana o a un gay. Es una pregunta de lo más normal, la que suelen hacerle a cualquier amigo: «Oye, ¿tú eres más de 'perrito' o de '69'?»... No, ¿verdad? Pero se entiende que genere curiosidad comprender cómo follan las manzanas con las manzanas y las peras con las peras, ¿o era al revés?
Mito
La ‘tijereta’
El mayor mito de la sexualidad lésbica se originó por lo de siempre: no se preguntó a una mujer. Tener que hacer el ‘chaturanga dandasana’ para conseguir la postura correcta mientras se observa con detalle
la pedicura de tu amante no es, para nada, sinónimo del placer.
¡Ah!, y no menos importante:
totalmente vetada para las «muslonas».
Mito
El ‘69’
Es la postura más reconocida
en todos los ámbitos
–cuánto daño ha hecho el bingo– y, también,
la más sobrevalorada.
Ni te concentras en dar placer ni en recibirlo. Mejor hacer las cosas por turnos, como en
la carnicería. Y si aun así decides practicarlo, por favor, que sea de lado para evitar atragantamientos.
¡Viva el sexo seguro!
Mito
De pie
Ni los pasivos son los pequeños ni los activos, los grandes.
Hay de todo. Por eso esta postura es complicada de practicar y, además, muy incómoda. Nunca se atina.
¡¡Más vale una buena superficie… o apoyarse contra una resistente pared!!
Mito
El ‘falocentrismo’
Cuando el curioso pregunta:
¿cuál de las dos hace de hombre?,
prepárate para lo peor.
El culto por la penetración
vía falo también se venera
en el sexo entre mujeres.
Que sí, que un strap-on de vez
en cuando nos gusta a todas.
Pero, ¡arriba las clitorianas!
Alza tu voz y pide sin miedo que se
quite ese plástico y use sus dedos.
Mito
La ‘tijereta’
El mayor mito de la sexualidad lésbica se
originó por lo de siempre: no se preguntó
a una mujer. Tener que hacer el ‘chaturanga dandasana’ para conseguir la postura
correcta mientras se observa con detalle
la pedicura de tu amante no es, para nada, sinónimo del placer.
¡Ah!, y no menos importante:
totalmente vetada para las «muslonas».
Mito
El ‘69’
Es la postura más reconocida en todos
los ámbitos –cuánto daño ha hecho el bingo–
y, también, la más sobrevalorada.
Ni te concentras en dar placer ni en recibirlo. Mejor hacer las cosas por turnos, como en
la carnicería. Y si aun así decides practicarlo,
por favor, que sea de lado para evitar atragantamientos. ¡Viva el sexo seguro!
Mito
De pie
Ni los pasivos son los pequeños ni los activos, los grandes. Hay de todo. Por eso esta postura es complicada de practicar y, además, muy incómoda.
Nunca se atina.
¡¡Más vale una buena superficie…
o apoyarse contra una resistente pared!!
Mito
El ‘falocentrismo’
Cuando el curioso pregunta: ¿cuál de las dos
hace de hombre?, prepárate para lo peor.
El culto por la penetración vía falo también
se venera en el sexo entre mujeres. Que sí,
que un strap-on de vez en cuando nos gusta
a todas. Pero, ¡arriba las clitorianas!
Alza tu voz y pide sin miedo que se quite
ese plástico y use sus dedos.
Mito
La ‘tijereta’
El mayor mito de la sexualidad lésbica se originó por lo de siempre: no se preguntó a una mujer. Tener que hacer el ‘chaturanga dandasana’ para conseguir la postura correcta mientras se observa con detalle la pedicura de tu amante
no es, para nada, sinónimo del placer.
¡Ah!, y no menos importante: totalmente
vetada para las «muslonas».
Mito
El ‘69’
Es la postura más reconocida en todos los ámbitos
–cuánto daño ha hecho el bingo– y, también, la más sobrevalorada.
Ni te concentras en dar placer ni en recibirlo. Mejor hacer las cosas por turnos, como en la carnicería. Y si aun así decides practicarlo, por favor, que sea de lado para evitar atragantamientos.
¡Viva el sexo seguro!
Mito
De pie
Ni los pasivos son los pequeños ni los activos, los grandes. Hay de todo. Por eso esta postura es complicada de practicar y, además, muy incómoda. Nunca se atina.
¡¡Más vale una buena superficie…
o apoyarse contra una resistente pared!!
Mito
El ‘falocentrismo’
Cuando el curioso pregunta: ¿cuál de las dos
hace de hombre?, prepárate para lo peor.
El culto por la penetración vía falo también se venera en el sexo entre mujeres. Que sí, que un strap-on de vez en cuando nos gusta a todas.
Pero, ¡arriba las clitorianas! Alza tu voz y pide sin miedo que se quite ese plástico y use sus dedos.
Mito
La ‘tijereta’
El mayor mito de la sexualidad lésbica se originó por lo de siempre: no se preguntó a una mujer. Tener que hacer el ‘chaturanga dandasana’ para conseguir la postura correcta mientras se observa con detalle la pedicura de tu amante
no es, para nada, sinónimo del placer.
¡Ah!, y no menos importante: totalmente
vetada para las «muslonas».
Mito
El ‘69’
Es la postura más reconocida en todos los ámbitos –cuánto daño ha hecho el bingo–
y, también, la más sobrevalorada.
Ni te concentras en dar placer ni en recibirlo. Mejor hacer las cosas por turnos,
como en la carnicería.
Y si aun así decides
practicarlo, por favor,
que sea de lado
para evitar
atragantamientos.
¡Viva el
sexo seguro!
Mito
De pie
Ni los pasivos son los pequeños ni los activos,
los grandes. Hay de todo. Por eso esta postura
es complicada de practicar y, además,
muy incómoda. Nunca se atina.
¡¡Más vale una buena superficie…
o apoyarse contra una resistente pared!!
Mito
El ‘falocentrismo’
Cuando el curioso pregunta: ¿cuál de las dos
hace de hombre?, prepárate para lo peor.
El culto por la penetración vía falo también se venera en el sexo entre mujeres. Que sí, que un strap-on de vez en cuando nos gusta a todas.
Pero, ¡arriba las clitorianas! Alza tu voz y pide sin miedo que se quite ese plástico y use sus dedos.
En definitiva, el porno ha hecho mucho daño, no sólo en el mundo heterosexual. La cópula entre personas del mismo sexo está llena de grandes mitos –como pasa en la heterosexual, muchas veces provocados por el culto al falo–, pero también esconde lo que parecen ser grandes secretos como son las posturas 'win-win' en la fornicación entre mujeres y la que se practica entre hombres. Y que, además, no son exclusivas a las parejas homosexuales. Como evangelizadores sexuales de los heteros, es nuestro deber compartir esta guía a modo de Kamasutra LGTBI. Para seguirla, sólo hay que echarle imaginación y despelotarse.
Realidad
El misionero
Pues sí, un clásico. Y es que las lesbianas somos unas clásicas. Monógamas, románticas y cariñosas, nos puede el contacto piel con piel, mirarse a los ojos y
el morreo interminable de esta postura. Aquí, para estimular los órganos sexuales, entra en
juego el ‘petting’ con los muslos y las manos entrelazadas (no entre ellas, sino cada una en la vagina
de la otra).
Realidad
El ‘perrito’
Otra apuesta clásica, el ‘a cuatro patas’ de toda la vida. Como se diría en un mercadillo: bueno, bonito y barato. El claro ejemplo del menos es más. Una postura muy sencilla,
pero muy satisfactoria si las cosas se hacen bien: tener en cuenta la
profundidad para no hacer daño y aumentar la intensidad de forma gradual.
Realidad
I Love Rock ‘n’ Roll!
También conocida como la ‘mano mágica’, es una determinada posición de dedos que aparece por sorpresa cuando se realiza un cunnilingus a la amante tumbada. Simulando el saludo rockero de los cuernos, el dedo corazón y anular estimulan el interior de la vagina con la palma hacia arriba mientras la lengua sigue con lo suyo. Si ésta se cansa, entra en acción el pulgar (‘thumbing’) para terminar de conjurar el hechizo.
Realidad
La ‘cucharita’
Te despiertas abrazado a tu novio tras pasar una noche más juntos. Ambos en la misma dirección. Empiezan las caricias, los besos
en el cuello, los tocamientos,
todo tan bonito y matutino como
la ‘cucharita’. La postura ideal para
los amantes del sexo mañanero y los románticos empedernidos.
Si la sigues practicando tras muchos años de relación,
eres todo un afortunado.
Realidad
El misionero
Pues sí, un clásico. Y es que las lesbianas
somos unas clásicas. Monógamas, románticas
y cariñosas, nos puede el contacto piel
con piel, mirarse a los ojos y el morreo interminable de esta postura. Aquí, para estimular los órganos sexuales, entra en
juego el ‘petting’ con los muslos y las
manos entrelazadas (no entre ellas,
sino cada una en la vagina de la otra).
Realidad
El ‘perrito’
Otra apuesta clásica, el ‘a cuatro patas’ de toda la vida. Como se diría en un mercadillo:
bueno, bonito y barato. El claro ejemplo del menos es más. Una postura muy sencilla,
pero muy satisfactoria si las cosas se hacen
bien: tener en cuenta la
profundidad para no hacer
daño y aumentar la intensidad
de forma gradual.
Realidad
I Love Rock ‘n’ Roll!
También conocida como la ‘mano mágica’,
es una determinada posición de dedos
que aparece por sorpresa cuando se realiza
un cunnilingus a la amante tumbada. Simulando el saludo rockero de los cuernos,
el dedo corazón y anular estimulan el interior de la vagina con la palma hacia arriba mientras
la lengua sigue con lo suyo. Si ésta se cansa, entra en acción el pulgar (‘thumbing’) para terminar de conjurar el hechizo.
Realidad
La ‘cucharita’
Te despiertas abrazado a tu novio tras pasar una noche más juntos. Ambos en la misma dirección. Empiezan las caricias, los besos en el cuello, los tocamientos, todo tan bonito y matutino como la ‘cucharita’. La postura ideal para los amantes del sexo mañanero y los románticos empedernidos. Si la sigues practicando tras muchos años de relación,
eres todo un afortunado.
Realidad
El misionero
Pues sí, un clásico. Y es que las lesbianas somos unas clásicas. Monógamas, románticas y cariñosas, nos puede el contacto piel con piel, mirarse a los ojos y el morreo interminable de esta postura. Aquí, para estimular los órganos sexuales, entra en juego el ‘petting’ con los muslos y las manos entrelazadas (no entre ellas, sino cada una en la vagina de la otra).
Realidad
El ‘perrito’
Otra apuesta clásica, el ‘a cuatro patas’ de toda la vida. Como se diría en un mercadillo:
bueno, bonito y barato. El claro ejemplo del menos es más.
Una postura muy sencilla,
pero muy satisfactoria
si las cosas se hacen
bien: tener en cuenta
la profundidad para
no hacer daño y
aumentar la intensidad
de forma gradual.
data journalism
Realidad
I Love Rock ‘n’ Roll!
También conocida como la ‘mano mágica’, es una determinada
posición de dedos que aparece por sorpresa cuando se realiza
un cunnilingus a la amante tumbada. Simulando el saludo
rockero de los cuernos, el dedo corazón y anular estimulan
el interior de la vagina con la palma hacia arriba mientras
la lengua sigue con lo suyo.
Si ésta se cansa, entra en acción el
pulgar (‘thumbing’) para terminar
de conjurar el hechizo.
Realidad
La ‘cucharita’
Te despiertas abrazado a tu novio tras pasar una noche más juntos. Ambos en la misma dirección. Empiezan las caricias, los besos en el cuello, los tocamientos, todo tan bonito y matutino como la ‘cucharita’. La postura ideal para los amantes del sexo mañanero y los románticos empedernidos. Si la sigues practicando tras muchos años de relación,
eres todo un afortunado.
Realidad
El misionero
Pues sí, un clásico. Y es que las lesbianas somos unas clásicas. Monógamas, románticas y cariñosas, nos puede el contacto piel con piel, mirarse a los ojos y el morreo interminable de esta postura. Aquí, para estimular los órganos sexuales, entra en juego el ‘petting’ con los muslos y las manos entrelazadas (no entre ellas, sino cada una en la vagina de la otra).
Realidad
El ‘perrito’
Otra apuesta clásica, el ‘a cuatro patas’ de toda la vida. Como se diría en un mercadillo: bueno, bonito y barato. El claro ejemplo del menos es más. Una postura muy sencilla, pero muy satisfactoria si las cosas se hacen bien: tener en cuenta la profundidad para no hacer daño y aumentar la intensidad de forma gradual.
Realidad
I Love Rock ‘n’ Roll!
También conocida como la ‘mano mágica’, es una determinada
posición de dedos que aparece por sorpresa cuando se realiza
un cunnilingus a la amante tumbada. Simulando el saludo
rockero de los cuernos, el dedo corazón y anular estimulan
el interior de la vagina con la palma hacia arriba mientras
la lengua sigue con lo suyo. Si ésta se cansa, entra
en acción el pulgar (‘thumbing’) para terminar de
conjurar el hechizo.
Realidad
La ‘cucharita’
Te despiertas abrazado a tu novio tras pasar una noche más juntos. Ambos en la misma dirección. Empiezan las caricias, los besos en el cuello, los tocamientos, todo tan bonito y matutino como la ‘cucharita’. La postura ideal para los amantes del sexo mañanero y los románticos empedernidos. Si la sigues practicando tras muchos años de relación,
eres todo un afortunado.
Publicidad
Pilar Martínez | Malaga y Encarni Hinojosa
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.