José Perea: «Voy a vestir a la madre y a la cuñada de Kiko Hernández para su boda con Fran Antón»

El joven diseñador podría haber conseguido la fama por hablar sobre los personajes de la televisión a los que ha vestido, desde Rocío Carrasco a María Patiño pasando por otros como Ana María Aldón y Lydia Lozano, pero siempre ha preferido mantenerse al margen en este sentido y optar por destacar con sus diseños. A pesar de que Sálvame ha acabado, su relación con los colaboradores sigue estando intacta y ya está inmerso en los trajes de algunas invitadas de la boda de Kiko Hernández y Fran Antón. Las afortunadas serán la madre del ex gran hermano y la hermana del actor. También vestirá a otros invitados que todavía no están confirmados.

–¿Cómo le contaría a alguien que no le conoce quién es el diseñador José Perea?

–Le diría que es una persona muy inquieta, que ama la moda, lucha por sus sueños cada día y se pone metas muy altas para conseguirlo.

–Dice que se pone metas muy altas. ¿Cuáles ha conseguido?

–El que la gente me reconozca por mi trabajo. Poder vivir al 100% de crear y diseñar ropa. Vestir a mujeres y hombres de forma diferente, arriesgada y andrógina. Podríamos decir que esas.

–¿Y cuáles le faltan por conseguir?

–La verdad es que creo que he conseguido lo más fuerte, pero me gustaría expandirme más internacionalmente. Vestir rostros muy reconocidos, que marquen un antes y un después en mi carrera, por ejemplo.

–¿Desde cuándo lleva en el mundo de la moda y cómo empezó?

–Este año es el décimo aniversario de mi primer desfile. Fue en 2013 en mi pueblo, Hinojosa del Duque. En abril hice una conmemoración por llevar diez años haciendo desfiles y creando diseños. Fue un desfile homenaje. Empecé cuando era muy pequeñito. Me encantaban las cosas manuales: dibujar, colorear, crear. Sin estudiar moda ni tener conocimientos en patronaje y diseño, me puse a crear vestidos siendo menor de edad, con 12 años. Le cogía la máquina de coser a escondidas a mi madre. Mi carrera en el mundo de la moda ha sido un desarrollo de mí mismo y un aprendizaje de los errores y los aciertos.

–¿En qué momento da el salto a la televisión?

–Participé como invitado en un programa a través de un contacto y, una vez tuve esa oportunidad, intenté que me conocieran los rostros conocidos y los directores del programa. Fui participando en otros programas hasta que llegué a Maestros de la Costura en Argentina. Ha sido todo poco a poco, pero con buen pie.

–¿Por qué decidió participar en Argentina, no se planteó hacerlo en la edición española?

–Aquí me rechazaron por haber hecho pantalla. Se me propuso, pero se me echó para atrás. No querían rostros que hubieran hecho ya tele. Yo ya había vestido a algunos famosos. Había aparecido en Sálvame, había estado defendiendo en Supervivientes a Romina Malaspina. Querían rostros anónimos, entonces se me ofreció la oportunidad en Argentina y ni me lo pensé. Me apetecía mucho dar el salto y probar cosas nuevas. Me hizo más ilusión que el español porque lo conocía y sabía cómo funcionaba, pero en Argentina me enfrentaba a un mundo nuevo.

–¿Cómo fue su paso por el concurso?

Mi paso por Argentina fue increíble. Fue en 2020, el programa empezó sin pandemia y se alargó por este motivo. Arrasó en audiencias. Firmé un contrato para tres meses si llegaba a la final. Pero lo estiraban tanto por la pandemia, que a los ocho meses decidí abandonar. La situación era muy complicada: no había vuelos, se puso todo muy difícil y no había fin de programa. Me senté con el director del programa y lo hablamos. Lo entendió aunque me dijo que para ellos era una putada porque se iba un peso fuerte del programa. Yo ya había cumplido mis objetivos con creces porque había casi triplicado la fecha que tenía que estar en el reality. Entonces, me vine. Al durar tanto el programa, los concursantes iban entrando con pruebas. Iban saliendo. No quedé en una posición exacta.

–¿Cómo es su vida ahora que la gente le conoce?

–Igual que antes, pero tienes que estar más agradecido y contento. Es real que en cualquier cosa de la vida cotidiana: ir a un restaurante, montarte en el AVE, alguien te reconoce. Es verdad que en televisión aparece el personaje de José Perea que es muy divertido, que viste muy exagerado y pomposo. En mi día a día, tengo mi propio estilo, pero no es tan llamativo. La gente te mira y no sabe si eres tú o no. Pero suele ser un cariño muy guay. Lo que más me gusta es que te valoran por mi trabajo. Me dicen que soy muy rápido, resolutivo y talentoso.

–Aparte de los diseños tan originales que hace, otra de sus características es la rapidez. ¿Cómo descubriste esta habilidad?

–Desde muy pequeño, he sido muy inquieto. Siempre me ha gustado conseguir lo que me propongo. Soy incapaz de dormir sin tener la prenda acabada. Llevo mucho tiempo cosiendo y sé lo que es la rapidez. Y dónde puedo agilizar el proceso. Creo que de ahí viene ese talento de coser tan rápido. Que en una Sálvame Fashion Week de Telecinco te encarguen el vestuario de una semana para otra. Hacer el vestuario del Mediafest durante ocho semanas para 15 personas y hacerlo en dos días. Grandes profesionales de la moda me lo dicen. Lorenzo Caprile me dice que es increíble la capacidad que tengo y la velocidad. Me halaga muchísimo. Mi ropa te puede gustar más o menos, pero mi mayor característica es la rapidez.

–Alguna anécdota que le haya pasado en televisión.

–No se me viene ninguna en concreto. Pero como bonito, por ejemplo, cuando conocí a Rocío Carrasco. Me llamó mucho la atención que ella conociera mi vida como yo conocía la suya. Fue muy guay porque para mí fue muy bonito conocerla y fue recíproco. A los dos nos hizo la misma ilusión. Me marcó muchísimo que un personaje tan conocido supiese de mi existencia, lo que hacía: que había hecho desfiles en homenaje a su madre o que había estado en el museo y había subido un TikTok que fue viral. Me impactó muchísimo, que gente de la tele te conozca tanto. Por ejemplo, estar en una mesa y que venga la hija de la Duquesa de Alba, Eugenia Martínez de Irujo, y pregunte que si podemos hacernos una foto porque es fan. Es gente que es historia de España y te valoran y te piden una foto a ti.

–¿Y algo más desagradable que le haya pasado con algún famoso?

–Podría ser. Pero soy una persona que no presta mucha atención a eso. No me gusta la mala energía ni el conflicto. De hecho, he trabajado en Sálvame y podría haber sido protagonista de muchas cosas que no van conmigo. Las borro o me da igual. Por ejemplo, si alguna vez dejo una prenda y la devuelven en mal estado, en vez de poner una cara colorada lo que hago es no volverla a dejar. Aprendo de los errores. Mi solución es que no me vuelva a pasar.

–¿Qué famosos suelen llevar sus diseños habitualmente?

–La última ha sido Rocío Carrasco. La filosofía de mi marca ha cambiado muchísimo. Quiero que se valore. Yo decido quién quiero que lo lleve. De los últimos rostros ha podido ser Rocío Carrasco, también Kiko Hernández. Soy uno de los invitados de la boda de Kiko y Fran Antón. Soy amigo de la pareja. Voy a vestir a la madre de Kiko y a la hermana de Fran. Anabel Dueñas también es otro rostro al que suelo vestir ahora mucho. No sabría decir a alguien en concreto porque hay muchos rostros que confían en llevar mis diseños.

–¿Entonces va a vestir a la madre y la cuñada de Kiko Hernández para su boda con Fran Antón?

–Sí. Visto a la madre de Kiko Hernández, la madrina de la boda, y la hermana de Fran Antón. Como personajes directos de la boda, imagina que van a ir un montón de personajes conocidos y de Sálvame, pero hasta que ellos no confirmen yo no voy a decir que los voy a vestir.

–¿Ahora mismo tiene algún proyecto televisivo?

–Tengo proyectos que se verán a partir de septiembre en Telecinco.

–¿Quiénes son sus referentes?

–Me encanta el arte. Lo valoro muchísimo. Cojo todo lo que me gusta de pintores, diseñadores, cantantes, artistas. No sabría decirte algo de alguien que me impresione o impacte. Valoro mucho el arte de la gente a la que se le reconoce y de la que no se le reconoce, también. Te podría poner como referente a gente que no es famosa. Por ejemplo, mi madre, que es una luchadora. O mis abuelos, que han sido muy trabajadores. Cuando quiero tirar la toalla o me cuesta seguir adelante, pienso en ellos. En las situaciones tan difíciles a las que se han enfrentado.

–¿Tiene miedo de que el éxito le haya llegado demasiado pronto o joven?

–No. Lo siento muy al revés. Entré por los pasillos de Mediaset o me empecé a juntar con rostros conocidos hace casi diez años y he vivido mucho detrás de las cámaras. Se me ha propuesto ir a realities y he dicho que no. Lo llevo muy bien. Sigo teniendo mi mismo entorno y viviendo de la misma forma. No me da miedo el éxito porque he vivido mucho detrás. He vivido de lo que no hay que hacer.

–¿Qué cosas considera que no debe hacer?

–Actualmente me costaría mucho entrar en un reality que no tuviera nada que ver con la moda o vender a alguien por algo personal. He vivido muchas situaciones en las que podría haber hablado y no lo he hecho. Se me ha ofrecido, pero eso no lo haría.

–Ha estado en Sálvame y podría haber vivido de contar situaciones con los colaboradores y no de su trabajo.

–Sálvame ha sido historia de la televisión por contar lo que pasaba delante y detrás de las cámaras. Yo he estado muchísimas horas delante, pero también detrás. He vivido situaciones incómodas y, a veces, me han dicho que lo cuente. Y he dicho que no. Confío mucho en la gente que ha confiado en mí. Ellos saben que conmigo en eso no. Además, no valdría. Donde no me siento cómodo, no podría estar.

–¿Cómo vivió el final de Sálvame?

–Principalmente muy agradecido a que contaran conmigo en el programa final. Me parecía que resumir un programa de 14 años en cuatro horas era imposible. Que yo estuviera ahí y se dedicaran unos minutos al trabajo que yo había hecho, lo agradecí totalmente. Fue muy triste, pero he de reconocer que yo lo viví como el final de una era, pero el comienzo de otra mejor. Tenía la sensación de que se acababa algo, pero que lo que venía era mucho mejor.

–¿Está siendo así?

–Sí. Fíjate, esta productora va a empezar un programa nuevo y han contado conmigo.

–Además de la tele, ¿en que está trabajando actualmente?

–Presenté la campaña 'Orgullo de Mercados'. Fui la imagen de todos los mercados de la Comunidad de Madrid. Era un boceto pintado por mí. Diseñador por mí, donde salían muchas frutas y verduras como si fuera un vestido de alta costura. Tuve que presentar un mega desfile, donde hice un homenaje a Rocío Jurado también. Eso ha sido lo más gordo que he hecho últimamente. Además, he recorrido numerosas ciudades este verano. He estado en el festival Music Meets Tourism, donde presenté mi colección. También, en Ibiza, donde se hace un desfile que se llama Ibiza Inclusión. Formé ahí mi nueva colección, que ha estado en numerosos sitios. También voy a estar en la Fashion Week de Valencia, que es la primera semana de octubre y será un homenaje a Sorolla. Luego, a finales de octubre me voy a Nueva York quince días. Será un viaje profesional. Pero ahora ya me pongo a full con la boda de Kiko Hernández y Fran Antón.

–Ha comentado a las personas que va a vestir y que van seguro, pero hay otras que faltan por confirmar o no se han dicho públicamente que también van a lucir sus diseños, ¿no?

–Sí, piensa que el universo Sálvame va a ser muy protagonista en esta boda. Vamos a ir todas con súper diseños de José Perea.