«Todas las drags quieren ir de guapas en la Nogalera y yo pienso que eso es un error»

–Se hizo viral por Instagram, ¿qué le debe a las redes sociales?

–Le debo el 98% de ser tan conocida. Gracias a los heretosexuales, que fueron quienes me hicieron conocida. Me hice viral en Asturias, con unos niños de un colegio que se metieron en mi directo de Instagram y gracias a ellos, que tenían 14 o 15 años, se empezaron a ver mis vídeos.

–¿Qué es lo más complicado de ser drag queen?

–Que te den oportunidades, esto una tarta muy pequeña y todo el mundo quiere comer de ella, y hay gente que quiere que no haya tarta para todos. Tienes que ser muy conocida para que te abran las puertas, es muy difícil vivir de ser drag, se está pagando muy poco. Con Drag Race España es cierto se ha puesto más de moda.

–¿Cansa?

–Todos los trabajos cansan cuando llevas una semana sin parar, pero ves el lado positivo, la satisfacción de hacer reír a los demás, del dinero que se gana... Cuando llegas a final de mes y juntas los billetes dices: Oye, pues me ha merecido la pena. Pero sobre todo hacer feliz a los demás es lo que compensa el sacrificio de estar de martes a domingo actuando.

–¿Se ve dispuesta a dejar algún día la profesión?

–No me lo planteo, pero no me quiero ver con 60 años mendigando por las noches y cobrando una mierda. En el drag cuanto mayor eres menos te valoran, conozco a personas que trabajan en la Nogalera con 70 años y muy infravaloradas, están en locales que no conoce nadie y están por necesidad. Yo no me quiero ver así, cuando llegue a la jubilación espero tener un dinero ahorrado, haberme comprado una casa en la playa y estar tranquila.

–¿Cómo se tomó su familia el día que decidió ser drag?

–Mi madre se asustó, porque vino a buscarme a un bar al que yo iba a tomar Coca Cola y café, me vestí a escondidas y ella me vio. Se puso fatal, se pensaba que quería ser transexual, pero le expliqué que quería ser artista y vestirme de mujer para entretener. Lo aceptó y me ayudó mucho, fue mi gran apoyo porque era ella quien me hacía los vestuarios al principio.

–En ciertos sectores de la sociedad aún se confunde el ser drag con ser transexual. ¿Le pasa?

–Sí, hay personas que no saben diferenciar, incluso hay fans míos que se piensan que soy Cherilyn 24 horas. Me escriben a las 10 de la mañana y me dicen: mándame un vídeo saludando. Pero creo que es por el realismo que le doy al personaje.

–Bajo esa facha de maquillaje y peluca se esconde David. ¿Cómo es él?

–David Moreno no tiene nada que ver con Cherilyn. Es tímido e introvertido, cuando trabaja de animador es extrovertido, pero después es muy discreto, nada que ver con Cherilyn, ni se le ocurriría decir las cosas tan disparatadas que dice ella. Mi personaje es mi bizarro y grotesco, muy políticamente incorrecto.

–Se toma licencias para decir lo que piensa David cuando es Cherilyn.

–Claro, cuando voy de Cherilyn me permito utilizar el humor para dejar caer entre broma y broma una verdad, que a más de un sector le pica. A veces hay personas que no se atreven a decir lo que piensan por cobardía, pero Cherilyn las dice bien alto.

–Siempre tiene la broma perfecta para cada momento, y aquí le saco el tema del humor negro. Hace bromas que no gustan a todo el mundo.

–A todo el mundo no le puede gustar, hay gente con la piel muy fina. Yo intento no tocar los defectos de nadie, si veo a una persona que no tiene pelo le digo: Mira, ahí viene Kiko Matamoros o Chupachups de limón, no toco la herida. No toco tampoco la política, cuando hago humor no pienso en eso, sólo en hacer de reír. Se hace mucho humor con las monjas, los curas y los mariquitas, y si haces un chiste de gays no eres homófobo, simplemente estás haciendo un chiste de gays. Pero ahora, no hagas chistes con los musulmanes, que te tachan de racista. Hay que normalizar el humor, que es para todos y hay que dejar las tonterías aparte.

–¿Crees que aún no está bien visto este trabajo en la sociedad?

–Por supuesto que no, hay muchos 'Orgullos' que organizar aún y que visibilizar. Por la calle noto miradas, risas y burlas y eso es porque la sociedad no está preparada todavía. A ciertos tipos de personas les molesta ver a drags empoderadas en la calle, molesta ver a una drag segura de sí misma, y lo noto, porque yo no agacho la cabeza. Cuando me doy cuenta me doy la vuelta, me tiro un eructo y le digo: 'Pa ti, asqueroso'.

–¿No tiene miedo de que algún día alguien se enfrente a usted?

–No tengo miedo a nada ni a nadie, porque debajo de la piel de mujer que llevo hay un hombre y soy mala cuando me enfado.

–Hablemos de la Nogalera, ¿qué desvirtúa allí la profesión?

–Se valora cada vez más y hay mucha competencia, pero a veces no es quien quiere, sino quien puede, se quedan las mejores.

–¿Qué tiene la mejor?

–Todas las drags quieren ir de guapas en la Nogalera y eso es un error, porque la gente está cansada de lo mismo. Para guapa ya está Madonna o Britney Spears, la gente quiere reírse, y quienes triunfan en Torremolinos son las que hacen de reír. También hay mucha rivalidad entre locales, no dejan que las artista se muevan entre bares. No puedes vivir de que te llamen una vez al mes y eso pasa en ciertos bares de Torremolinos.