Cherilyn Divine: «La sociedad aún no está preparada para ver a una transexual en un Mercadona»

-¿Qué es lo más difícil de ser drag?

-No es nada difícil, es divertidísimo ser drag. Lo difícil es afeitarte, por ejemplo, tener que quitarte todos los pelos, disimular la barba y el bigotazo.

-¿Cuándo decidió que quería ser drag?

-Yo de pequeña era muy travesti, me encantaba disfrazarme ponerme las pelucas de mi madre, hacer de Lola Flores y de Rocío Jurado. Cuando salí por Torremolinos vi un transformista y dije: Esto es lo que yo quiero ser, drag queen, que transformista es una palabra muy antigua.

-¿Alguna anécdota para el recuerdo?

-Recuerdo la primera vez que me vestí de Rocío Jurado, vi a alguien corriendo detrás de mí y me quitó la peluca, era otra que también iba de Rocío Jurado. De esto hace ya 20 años, pero me traumatizó (risas). Decía que la única Rocío que había en Torremolinos era ella.

-¿Os pisáis unas a otras cuanto os vestís del mismo personaje?

-No, porque hay códigos que hay que respetar. Si vas a un sitio y una drag lleva mucho trabajando haciendo un personaje no vas a ir tú vestida igual. Yo nunca he tenido ese problema, la verdad, cada uno tiene su estilo.

-Usted vivió con Laura Frenchkiss, ¿cómo fue ese tiempo?

-Fue duro, yo vivía en un estudio pequeño con una cama, y las dos nos confinamos juntas, ella con sus manías y yo con las mías. Yo me quedé en el paro, sin ayudas, y Laura tampoco tenía mucho. La verdad es que demasiado bien nos llevamos, pero fue muy bonito, aprendí mucho de su vida y de su lucha.

-¿La echa de menos?

-Mucho, todos los días me acuerdo de ella. Era una niña pequeña encerrada en el cuerpo de una adulta, había que estar con ella como con un niño. Cuando se vino a vivir a mi casa tenía el DNI caducado desde 2013, no te digo más. Yo fui el primero que se dio cuenta de que estaba mala del corazón, se cansaba mucho al subir cuestas y respiraba mal. No quería ir al médico y al final le dio un infarto. En fin, la sociedad aún no está preparada para ver a una transexual en un Mercadona. A mí hasta me echaron de un hotel hace unos años por contratar a una mujer trans.