Secciones
Servicios
Destacamos
Clemen Solana
Martes, 10 de diciembre 2024, 11:47
Carlos Valdivia espera, sereno, en su céntrico piso de Madrid. A su «rostro angelical», le pasó factura trabajar anoche; pero él, ante todo, es un artista de variedades. Rodeado de obras, presenta orgulloso las propias. También, las ajenas. Un original de Ana Locking armoniza su ... pared entre óleos personales y otros tantos de la basura. No faltan libros, para algo es traductor. Un trabajo «matemático y creativo» que descubrió en clases de latín allá en el instituto. Viste corporativo ante su último proyecto, la revista Nuevo Party, un homenaje junto a Cain Q., a la mítica cabecera de divas gais y portadas homoeróticas que escandalizó a la España de finales de los años 70. A Valdivia se le entiende todo, lo que dice con la boca y lo que expresa con los ojos.
¿Todo el mundo es al menos dos personas?
De la gran Roberta Marreo. Claro que sí y ella era muchísimo más. Dentro de 50 años, se hará una lista de autores LGTBIQ+ y saldrá ella. Justo nos queda dar ese paso, conseguir que llegue al público general. Sus obras son su legado, aunque en el último momento se planteara destruirlo todo. Pensó que, si no la quisieron en vida, no la iban a querer en la muerte. Afortunadamente, no lo hizo y queda un manuscrito de un poemario con Angelo Néstore. En estos últimos meses, no quería estar en público y eso implicaba no querer adoptar lo que se esperaba de ella, que fuese la diva reivindicativa. Ella necesitaba calma y entiendo que ese «somos dos personas» conlleva la cara que das al público cuando eres una figura. Ella sabía que la muerte estaba ahí y que la gente se iba a quedar muy preocupada. Su nota de despedida fue un abrazo para todos.
Siguiendo su estela, ¿quién es usted?
Un artista de variedades que trabaja por obsesiones. Voy teniendo diferentes facetas porque me aburriría mucho estar sólo en un campo. Me ha perjudicado el hecho de tocar muchos palos porque la gente no me ubica. No es algo que me moleste, pero sí creo que eso se entiende, desde fuera, como indecisión. Yo tengo dos trabajos; el que me da de comer, que es cero creativo, la restauración, y luego el que sí es creativo.
¿Lo de artista le viene por ser familia de Carmen Maura?
(Ríe). No sé si me llega tanta sangre Maura. Concepción Maura, tía abuela materna de Carmen se casó con el tío abuelo de mi abuela materna. Luego, esa rama de la familia trabajó en el estudio de los Lumière en Francia y más tarde acabaron mudándose a Arcila y Larache, en Marruecos, para abrir un estudio de fotografía. Sí que veo a mi madre igualita a Carmen en ciertos rasgos físicos.
Natural de Priego, pero residente en Madrid. Por referencia a Carmen, ¿cómo es volver al pueblo?
Volver al pueblo siempre es un viaje en el tiempo, estás allí y parece que Madrid no existe. Siento volver al pasado, pero no del todo. Espero encontrar lo que recuerdo de mi infancia, pero ya no está ahí, quizá porque yo lo habito de otra manera. Es un alivio poder volver y no tener que ocultarme como sí lo hice durante mucho tiempo. Cada vez estoy más cómodo volviendo a un sitio donde, en un momento, no estuve cómodo.
Aludiendo a la obra de su compañero Daniel Valero, ¿1ué niño no fue?
Cuando miro álbumes veo a un niño súper feliz hasta los siete años. A partir de los 12, veo una cáscara porque me gritaban «maricón» y se reían de mí. A ese niño le debo mucho. De hecho, me tatué una foto mía de pequeño para volver a ser el niño que fui y que después se encarceló. Cuando veo a un niño como yo, intento explicarle todo lo que pueda para evitar que le pase como a mí. Mucha gente puede salir de la cáscara, pero otra mucha no, y la cáscara crea costra.
¿En ese encarcelamiento se refugió en la cultura?
La cultura para mí siempre ha sido estar a salvo. En el instituto, empecé a hacer teatro y se creó una pequeña familia. Nos reuníamos, ensayábamos y estábamos juntos. Y para una persona que ha crecido encarcelada, ponerse en un teatro delante de 500 personas e interpretar un papel, libera bastante. Hoy en día igual, cuando me siento mal, voy a un museo o veo algo y me relaja esa ansiedad.
¿Perdura en los homosexuales millenials falta de afecto?
Es verdad que hay calidez de trato en las relaciones, quizá porque somos lo único que tenemos. Con el tiempo, te das cuenta de que ser amable es mejor. No puedes estar peleándote con el mundo y aprendes a elegir tus batallas. Yo no quiero hacer una crítica negativa a un libro porque no tiene ninguna utilidad, es mucho más placentero hacer algo positivo. Ahora está todo mucho más asentado, pero mi viaje histórico desde los 15 años es otra experiencia. Hay que adaptarse a marchas forzadas, si no, te come el mundo.
¿Bebieron muchos pájaros de sus heridas abiertas?
Las heridas te conectan con otra gente. De esa pregunta me quedo con lo positivo. Si ha habido algo negativo de esos pájaros, no lo recuerdo, no ha tenido un impacto en mi vida. Creo que esas heridas están bastante bien. Ha habido mucho trabajo propio y ajeno de estar en casa con amigos y notar que se me entiende. Hay muchas heridas que tú no puedes sanar.
¿Ha entrelazado muchas gafas?
Ha habido una parte de mi vida en la que tenía muchísimo miedo, pero de un tiempo a esta parte sí. Cada vez estoy más seguro porque entiendo las relaciones de otra manera. Me he ido quitando muchas expectativas. Últimamente, entrelazo muchas más gafas con mis amigos. Soy como Pedro Lemebel, que decía: «No tengo amigos, tengo amores». La gente va buscando una aspiración de estar en pareja, pero lo que se espera de una relación afectiva, lo tengo con mis amigos; la comodidad, la ayuda, la conexión y las relaciones sexuales.
¿Es la suya la historia de un palomo cojo que le leyó a Mendicutti?
Supongo que sí, que mi historia es la de un palomo, la de una golondrina y la de una paloma negra. La gente vio que estaba cojo antes de yo saberlo, que supongo que es la historia de todo el mundo. Mendicutti hizo una labor fantástica por reapropiarse de ese término. Escribiendo literatura gay, consiguió llegar al público general contando historias que no se entendían. A nivel de colectivo, le debemos mucho a Eduardo Mendicutti porque abrió puertas y las dejó libres para la gente entrara. Para mí, fue educación literaria porque pensé que se podía escribir sobre travestis y hacer un libro como autor serio.
Tiene mucho de cordero, pero nada de carnívoro. ¿Cómo le cambió la vida la obra de Agustín Gómez Arcos?
Cuando trabajaba en la librería Berkana era una misión personal que cada persona saliese con un ejemplar de 'El Cordero Carnívoro'. Es un libro gay, pero quedarse ahí es no haber entendido nada. Habla de hermanamiento, memoria y clases. Para mí fue algo subversivo y no hay nada comparable. Hay una labor de recuperación muy interesante de la obra de Agustín Gómez Arcos, pero no creo que llegue a ser un gran autor español porque España es así. En Francia es una estrella.
Su amigo Carlos Barea considera fundamental la creación de mitos para sobrevivir ¿Fue ese el cometido en su ópera prima, 'Devocionario queer' (Egales)?
Cuando intentamos admirar a alguien del colectivo LGTB, lo sometemos a un filtrado imposible de pasar y eso no se hace con un icono general. Cuando yo entré en el activismo LGTB, las mujeres trans no querían saber nada de Cristina La Veneno porque implicaba romper el activismo que llevaban haciendo las mujeres trans. De repente salió la serie, se encumbró a Cristina y yo pensé, joder, ¿dónde estabais hace tres años? Entiendo que los discursos evolucionan y se la ha resignificado, pero La Veneno se mantuvo por el colectivo gay, y no digo LGTB. Devocionario Queer nace de un dibujo que regalo de una santa Ocaña y gusta. Actualmente, tengo mis diferencias con la selección, aunque también es el producto de su época y ahora he conocido a otros iconos. Seleccioné a Miguel Bosé y, dos meses después, salió que había comprado bebés, una postura con la que yo no estoy alineado.
¿'Eres tan travesti' (Egales) como para obligar a Anto Rodríguez a escribir ese libro?
Soy fetichista y creo en el potencial de la gente. Anto Rodríguez y yo estamos muy sintonizados en la admiración al pasado y ese libro tiene una labor increíble con fuentes de 100 años de historia del travestismo español. Soy bastante travesti de personalidad porque lo camp y el utilizar el humor para encubrir inseguridades es travesti. No está mal recordar que nada viene de cero y es fantástico lo que está haciendo Anto en Instagram rescatando la referencia histórica de cada capítulo de 'Drag Race España'.
¿Acontecemos a la época de esplendor de la literatura queer?
La literatura LGTB tiene un sambenito y nunca va a conseguir un esplendor porque significaría el fin. Es esencial que siga habiendo una editorial y una sección LGTB en las bibliotecas y en los institutos. Lo general siempre será más que lo específico por lo que nos diluiríamos y no se nos encontraría. Me alegro de que siga habiendo un lugar y una literatura con etiqueta guste más o guste menos. Sí tenemos que buscar un equilibrio entre seguir haciendo ese tipo de literatura y que vaya llegando al público general como ha conseguido Alana Portero con 'La mala costumbre'.
Equipara la traducción con la recuperación histórica...
Quizá haya un libro que no será un bestseller, pero es necesario que esté. Un libro de fondo puede ayudar a mucha gente. En ese aspecto, hay una simbiosis entre edición y recuperación que es un punto a favor de la edición independiente. Cada generación está marcada por libros que se publican y, la labor editorial, debe tener una implicación. Editar libros no es simplemente que la gente los lea, es que esta quede marcada por lo que lee.
Sigue haciendo christmas, ¿es igual de nostálgico para todo?
Me gusta mucho escribir cartas y enviar postales. Me gustan las cosas que no son producción industrial. No me planteo hacer un dibujo, imprimirlo y enviarlo. Me parece muy impersonal y es un reto intentar hacer un collage para cada persona, además pensando exactamente en lo que supone cada persona para mí.
¿Un poco Peter Pan buscando su sombra?
Siempre hay algo de nostalgia para mí, incluso en las relaciones. Me gusta mucho escribir sobre lo que hemos sentido y tenido. Me parece muy sano, casi terapéutico. Acojo la nostalgia como arte, pero tampoco nos podemos quedar a vivir ahí. En mi obra 'La ley del' se reflejan varias miradas: el amante mirando la cama después de que alguien se vaya, el amante mirando la cama vacía porque no ha venido nadie, el amante que está esperando… Hay mucha parte de nostalgia, pero también mucha de ambivalencia.
Reconoce hacer todo desde la obsesión y contra la ola capitalista. De esa fijación, nacieron biografías ilustradas como 'Saritísima' (Varietés), éxito rechazado por los grandes sellos editoriales. ¿De nuevo los gais reparando el mundo?
Ese libro redescubre, en muchos aspectos, a Sara. Si hasta pagaba las fianzas de las travestis que la imitaban y terminaban en el calabozo. Es un proyecto bastante interesante que no atrajo a ninguna editorial. Llegó el momento de hacerlo junto a Daniel María y, aunque no ganáramos ni un euro, seríamos felices y creamos la editorial Varietés. El libro funcionó genial y Sara nos guio, lo sé porque tengo un rollo místico. La Academia de Cine maltrató a Sara Montiel negándole el Goya de Honor. El último cuplé revivió el cine español y el homenaje que Sara debería haber tenido en vida se hizo con 'Saritísima' en la Academia. Nos orgullecemos de eso.
Y entre homenajes, decide junto a Cain Q, editar 'Nuevo Party'. ¿Qué les motivó para llevar a cabo el crowfunding?
Todo eso está hecho desde las más absoluta pobreza y obsesión. El crowfunding surgió porque no sabíamos cuánto íbamos a vender, pero la preventa superó nuestras expectativas. 'Nuevo Party' es una revisitación de cómo sería hoy en día Party con diferentes diversidades. Es un proyecto increíble que querríamos que tuviese continuación porque es tan disfrutona como la original. Hay diversión, memoria histórica, temas serios, divas… Sobre todo, habla de la unión histórica entre el colectivo LGTB y las mujeres.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.