Víctor Rojas
Miércoles, 13 de septiembre 2023, 22:58
La Sexta tiene nueva colaboradora. La Caneli ha fichado por 'Más vale sábado' para hablar sobre cultura pop, folclore y cine. Sus apariciones en el nuevo programa de Boris Izaguirre y Adela González son un gran paso para el colectivo LGTBI y las travestis, que llevaban años sin aparecer en la televisión abierta y generalista de manera continuada. La drag, que comenzó su sección el pasado sábado, tendrá un espacio para seguir hablando de estos temas, algo que lleva haciendo cinco años en su podcast '¡Ay, la Caneli!'.
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—Hizo su debut televisivo en 'Más vale sábado', pero habrá gente que se esté preguntando quién es la Caneli.
—La Caneli es una travesti, a mí no me gusta echarme estas flores, pero dicen que soy experta en cultura popular, en cine, en cultura LGTBI también. Soy un poquito de todo. Y mi podcast '¡Ay, la Caneli!', con el que llevo ya cinco años, le gusta a la gente. Me conocen, más o menos, por eso. De esa forma es como contactan conmigo desde el programa, porque son fans de mi podcast.
—¿Cómo empezó en el drag?
—Un poco como empezamos todas: experimentando. Tienes ciertas inquietudes de ponerte una peluquita, unos tacones… No sé, para mí fue algo orgánico. No empiezo, de repente, un día: quiero llegar a Chueca y tener un show. Empezó poco a poco: experimentando con mi género, cuando sales del armario y empiezas a salir de fiesta por ciertos ambientes. Entonces ves a una artista sobre el escenario y piensas que te encantaría tener ese poder para mover a las masas como hace esa persona. En mi caso, las primeras travestis que vi en directo fueron Las Fellini. Me dejaron absolutamente fascinado. Ahí fue cuando se plantó el germen en mí de querer subirme a un escenario y tener ese poder. Eso fue en 2007 y ya estamos en 2023, es esa semillita que va creciendo, vas probando y, al final, me he convertido en el pedazo de travesti que soy hoy en día.
—La semillita ha crecido tanto que ha llegado a 'Más vale sábado'. ¿Qué supone para el colectivo que cada sábado una drag tenga representación en un programa de la televisión generalista?
—¡Qué fuerte! Hoy en día ya tenemos 'Drag Race'. Ya hay drags en la tele. Pero es un programa que, aunque sea de la misma empresa en la que estoy ahora: Atresmedia, se emite bajo pago. Entonces que yo aparezca en la televisión en abierto, creo que es algo bueno. Pero todavía es pronto para decir nada. Sólo he salido en un programa. Todavía no ha dado tiempo a que me vean y me conozcan. Recuerdo la irrupción de Deborah Ombres hace 20 años en el programa 'MTV hot', que primero tuvo en MTV. Era un canal de pago. Pero tuvo tanta repercusión que la ficharon en Telecinco. Estuvo en 'Caiga quien caiga', el programa de entrevistas más famoso de la época. Fue la primera drag con personalidad que vi en la tele. Ahora mis amigos me hacen el chascarrillo de que soy la nueva Deborah Ombres. Para nosotros era el referente máximo de ese momento. Han pasado 20 años y la representación travesti volvió a las catacumbas, a desaparecer de la televisión. Tener esta oportunidad de colarme en las casas los sábados por la tarde, que puedo acompañar desde personas mayores hasta familias, me parece un gran paso para las travestis. Yo soy muy del colectivo, así que un pasito de La Caneli es un gran paso para el colectivo.
—Al igual que Deborah Ombres fue su referente porque la veía por televisión, no sé si es consciente de que ahora se puede convertir usted en el referente para otros.
—No soy consciente. Soy de hacer las cosas y no ser consciente de la repercusión. Además como todo está siendo tan rápido, quizá estoy un poco disociada. Pero es verdad que todos los mensajes que me están llegando por redes sociales son muy bonitos. Estoy recibiendo mucho cariño. Están los de mis amigas y compañeras, pero empiezo a notar que hay gente que no conozco de nada y a los que no seguía, pero que me están escribiendo. Es cuando estoy empezando a ser un poco más consciente de que está siendo algo más de lo que yo pensaba en un principio. Si estoy llamada a ser referente de algo, aquí estamos. Al fin y al cabo, me represento a mí misma, pero soy muy del colectivo y no me gusta individualizar. Creo que unidas vamos a ser más fuerte siempre. No quiero alzarme como la guerrillera, quiero que mi visibilidad ayude a todas. Eso sería lo más satisfactorio. Y si, dentro de 20 años, una personita dice que la Caneli le marcó y le ayudó mucho, será una total satisfacción.
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—Sobre los mensajes que le han llegado, ¿hay alguno especialmente emocionante o de alguien que no se esperaba?
—De repente me están escribiendo mis tres exs, que hacía años que no sabía de ellos –ríe–. Siempre hace ilusión. Aunque sea tu amiga la que todos los días te habla para decirte que eres estupenda. Estoy agradecida por todos los mensajes con buenos deseos.
La Caneli
Travesti
—¿Ve una oportunidad para que en la televisión generalista haya más espacios para usted y otras compañeras?
—Sí. Creo que lo importante, no sólo para las travestis, sino para todas las siglas del colectivo, es conquistar espacios. Es una de las cosas y de los avances más importantes que estamos haciendo en los últimos años. Estamos volviendo a conquistar la tele después de todos estos años. Hay que enseñarle a la gente que no mordemos, que las drags no somos peligrosas. Estamos ahí para entretener al público y que nos quieran. También tenemos cosas positivas que aportar a la sociedad. La tele es la ventana. La ventana absoluta del siglo XX y XXI. Si no estás en la tele, no estás. El llegar a la tele es un paso para todas.
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—En el programa va a hablar de cultura pop, folclore, cine. ¿Por qué son tan importantes estos temas para usted y para el colectivo?
Son importantes para toda la sociedad. Una sociedad se basa en todos los conocimientos que se tienen en ella. La cultura pop y la cultura, en general, ayudan a avanzar a toda la sociedad. Individualmente, creo que la cultura pop es básica para entender esa sociedad. Por ejemplo, el beso de Britney Spear, Madonna y Christina Aguilera en los MTV de 2003 marcó toda mi adolescencia. Son cosas que te van marcando cuando vas creciendo. Todo te va formando como personas. La cultura pop, en este sentido, es diversión, ser quiénes fuimos, valorarlo. También me gusta bucear en la cultura de décadas anteriores. Me encanta el cine clásico, explorar a los maricas de los años 50 que veneraban a las estrellas de antaño como John Crawford y Bette Davis. Me gusta esa labor de investigación que pone en valor esa cultura LGTBI que hubo en el pasado y se pierde. Al final, la cultura en general, sobre todo cuando es heteropatriarcal, permanece. La sociedad siempre se ha encargado de conservarla. Pero lo que yo quiero hacer con mi trabajo, principalmente en mi podcast, es recuperar esa cultura LGTBI que se va perdiendo por el camino.
—¿Por qué es tan importante la cultura de otras décadas?
—No hay que olvidar que nosotros en los 80 y 90 tuvimos una gran epidemia, que fue la del VIH y la del sida. Generaciones enteras de maricones desaparecieron. Hoy en día es difícil ponernos en esa situación y pensar en aquello. Vivimos bien entre comillas: tenemos nuestros derechos, hemos luchado, nos podemos casar, hay una medicación para el VIH con la que puedes hacer vida normal. Pero muchos ancianos LGTBI nos relatan sus años de adolescencia diciendo que iban de funeral en funeral. Es importante que tengamos presente esta historia del colectivo. Está muy bien reivindicar cómo nos sentimos, los pronombres y todo eso, pero es importante tener en cuenta toda nuestra historia colectiva. Si no es por nosotras, no se va a conservar. Los heteros no lo han hecho nunca, no lo van a hacer ahora. Es una labor que tenemos que hacer como colectivo y como personas que pertenecemos a él: preservar nuestra cultura y nuestra historia. Al final, está todo conectado: la cultura pop, la cultura del corazón, del papel couché, también tiene mucho de ese mariconeo. Casi todos los comentaristas han sido maricones aunque hayan estado en el armario. También las folclóricas. Siempre hablaban de los mariquitas, como ellas decían. Tenían ese punto de afecto hacia ellos porque ellas lo vivían así. Eran sus principales seguidores. Por ejemplo, leí la biografía de Bette Davis, que se escribió en los años 70, y el biógrafo escribió que un show sólo fue visto por público gay. Siempre hemos estado ahí. Antes de Stonewall ya había maricones que apoyaban a las estrellas.
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—Es algo que lleva haciendo cinco años en su podcast, '¡Ay, la Caneli!', pero ahora tiene una pequeña oportunidad de hacerlo también cada sábado. ¿Qué tema le gustaría abordar en el programa?
—La tele funciona de una manera en la que no sabes qué va a salir al final. Mi ilusión, lo mando como un mensaje en una botella, sería seguir esta labor de hablar de cultura LGTBI y cultura pop y española, que es lo que vende. Pero me encantaría que me dejaran este puntito de reivindicación del colectivo. Sinceramente estoy abierta a todo lo que me propongan en el programa. Tengo mucha ilusión, muchas ganas de conocer el medio del todo. Además, trabajar con Boris Izaguirre y Adela González es muy fácil, son compañeros maravillosos. Si me dices qué desearía yo, sería eso: traer un poquito de esta cultura LGTBI a las pantallas. Reivindicar a los transformistas de los 70. Visitar El Cangrejo de Barcelona, que es un local en el que todavía persisten estos transformistas de antaño. O El Molino de Benidorm, uno de esos lugares donde aún se pueden ver shows como eran en los 80. Este sería mi deseo absoluto. Al final, soy una mandada y haré lo que me pidan.
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—¿Nota que es un momento en el que las drags estáis teniendo más popularidad, por ejemplo, entre un público que no es el habitual?
—Se está notando, sobre todo por la irrupción de 'Drag Race' en España. Ya en sí la irrupción de 'Drag Race América' vino a darnos ese momento de lanzarnos y poder hacer drag. Muchas empezaron a raíz de esto. No es mi caso aunque luego me convertí en fan del programa. Pero al estar en España, ha llegado a un público más heterogéneo. Lo están viendo familias, mujeres que nunca se habían planteado que podían ser drag queen, drag king o lo que quieran. Todo el mundo puede hacer drag, no hay un carné con requisitos. Simplemente es tener vocación, ganas y el arte. Hay muchas drags, pobrecitas mías, que no tienen ningún arte y hacen lo que pueden. Yo las quiero a todas. Teniendo el empeño, yo ya lo considero un valor para que se te valore y aplauda.
La Caneli
Travesti
—¿Se están conquistando más espacios?
—Creo que estamos llegando a más espacios, incluso estamos saliendo de la noche. Siempre se nos ha asociado a la noche. Al sórdido mundo de la noche. Salir es necesario para nosotras. También vamos a disfrutarlo más. Vamos a poder enseñar otras cualidades que tenemos. Aunque en la noche hay drags maravillosas y que están muy cómodas. En mi caso, la noche no me gusta tanto. Disfruto más haciendo mi show por la tarde o al mediodía. Por ejemplo, en la Dragalada, una fiesta que abarca toda la tarde. Esa experiencia me gusta mucho, me alejo de la noche, de dar lo mejor de ti para cuatro borrachos que no te hacen caso. Me gusta que estemos saliendo y llegando a otros medios, que estemos saliendo en series, películas. Por ejemplo, Vania Vainilla antes de concursar en 'Drag Race' salió de extra en 'Élite'. Cualquier espacio que conquistemos alguna de nosotras, va a ser bueno para todas.
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—Además, tiene el podcast de 'Canelis & Dragonas' en el que habla de 'Drag Race'. ¿Concursaría en el programa?
—Por un lado, quiero comentar que 'Canelis & Dragonas', que es como un spin off de '¡Ay, la Caneli!', es traer esta cultura adelante. El comentar el programa con compañeras drags es una excusa para invitar a mis compañeras para que hablen de ellas. Es importante que ese testimonio quede reflejado en la red, para la posterioridad. Por ejemplo, tuve un capítulo dedicado a Diosa. Fue lo más a finales de los 90. Era una drag que también salía en tele. Es una compañera que en estos últimos años no ha tenido tanto trabajo, entonces es importante reivindicar su figura. Eso con todas ellas: las que están empezando, las que están más establecidas. Ha habido algunas que han venido a 'Canelis & Dragonas' y al año siguiente han entrado en 'Drag Race'.
Contestando a la pregunta: no me veo en 'Drag Race'. Hay que ser conscientes de las limitaciones de cada una. Me encantaría vivir la fantasía de estar en el programa, pero sé que detrás de la cortina hay mucho trabajo, hay que estar bien psicológicamente. Yo ya estoy en la tele sin haber pasado por 'Drag Race' por decirlo de alguna forma. No sé si entrar me serviría para algo bueno o para volverme totalmente loca. Me encanta que exista el programa, adoro a todas mis compañeras que han salido del programa y ojalá haya más temporadas. Por ejemplo, me encantaría ir de jurado o colaboradora, formar parte de la historia de 'Drag Race', pero de concursante no me veo.
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—También ha surgido una Asociación Drag. ¿Cómo lo valora?
—Voy a decir una cosa, están usando una foto grupal en la que salimos varias drags, pero sólo hay varias que pertenecen a ella. A día de hoy no sé muy bien en qué consiste esta asociación que se ha creado en Barcelona. Conozco chicas que están dentro y me mandaron un audio por encima. Pero nadie de la asociación se ha puesto en contacto conmigo para pedirme permiso para usar esa foto, que está en sus redes y en su web. Ni para contarme qué es la asociación y si quiero formar parte. Por lo que tengo entendido, sólo se está moviendo en Barcelona. No tiene pinta de que vaya a ser más nacional. Poco más te puedo contar. Sí sería interesante que existiera un sindicato travesti a nivel nacional porque, al final, nuestra profesión está muy precarizada. Yo tengo suerte, pero hay compañeras que se ven obligadas a aceptar sueldos ínfimos. A trabajar en unas condiciones horrorosas. Sería increíble que existiera un sindicato travesti que pusiera cierta condiciones para que nuestro trabajo fuera digno y respetado.
—Además de la televisión, en qué otros proyectos se encuentra inmersa la Caneli.
—Sigo a tope con mi podcast. Voy ya por la quinta temporada. Hemos estado haciendo el 'shooting' para las nuevas fotos que voy a sacar en breve. Me encantaría que alguna plataforma de audio me comprara el formato. Estaría encantada de hacer lo mismo pero con buenos medios y sueldos. Al fin y al cabo, el podcast lo hago por amor al arte, lo gestiono y lo produzco con mi dinero. Aprovecho para lanzarlo al universo. Si algún medio quiere ser patrocinador, encantada. Es en lo que estoy centrado ahora. Además, he dejado los bolos de lado porque quería que lo de la tele saliera adelante, pero estoy deseando volver a los escenarios, que es lo que me da la vidilla.
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