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Esta ruta asciende hasta la que se considera el techo de la Sierra de las Nieves, el pico de (La) Torrecilla, que es, a su vez, la segunda cumbre en elevación en la provincia de Málaga (Sólo superada por La Maroma). Sus más de 1900 metros de altitud sobre el nivel del mar representan siempre un bonito desafío, incluso para los habituados a la práctica del montañismo, ya que supone afrontar un desnivel.
Comarca Sierra de las Nieves
Nivel de dificultad Alta
Tipo de ruta Circular
Duración aproximada 4 horas y 30 minutos (sólo ida)
Longitud del trayecto 10,2 kilómetros (sólo ida)
Altura mínima 1.212 metros
Altura máxima 1.919 metros
El punto de partida de esta ruta es el mirador del Puerto del Saucillo (Coordenadas 36.722086, -4.9653138), situado en el término municipal de Yunquera. Para llegar hasta este punto hay que tomar un carril de tierra próximo al camping de Yunquera. Se trata del Camino Forestal que, en principio, aparece hormigonado y posteriormente tiene un firme de tierra. Por tanto, se recomienda circular despacio para evitar algunos baches que pueda haber en el camino. Tras un ascenso continuo de algo más de 2 kilómetros se llega hasta una bifurcación en la que habrá que tomar el carril de la derecha. Por ese camino, se accederá hasta el punto indicado, siempre en carril de tierra. Hay una decena de plazas de aparcamientos junto al mirador.
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El punto de partida de esta ruta, el Mirador del Puerto del Saucillo, donde se puede estacionar perfectamente el vehículo, es ya todo un atractivo para el excursionista, ya que allí y en su entorno se pueden ver singulares pinsapo. No en vano, en los primeros metros se pueden ver algunos con peculiares formas y otros de grandiosos portes. Desde el mirador habrá que seguir las indicaciones hasta la cima de La Torrecilla o Torrecilla (la primera denominación es la más correcta, pero la segunda es la más común). Para ello, existen dos opciones que pasan por la ruta circular por la que se accede a Puerto Bellina. Es decir, existen dos posibles salidas, a izquierda y derecha, para comenzar el ascenso. La más interesante es la de la derecha, que permite ver algunos ejemplares singulares de pinsapos. Entre ellos, está el que se conoce como el del Candelabro, denominado así por la forma de su tronco y los distintos brazos que salen de él. La otra opción es la más directa y corta e incluye el paso junto a un antiguo nevero y una fuente. En cualquier caso, en este primer tramo lo más recomendable es hacer la vuelta por el lugar contrario al elegido en la ida.
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En cualquier caso, las dos alternativas del primer tramo se encuentran en Puerto Bellina, donde hay una importante concentración de cedros, un árbol de gran porte y belleza, gracias, entre otras cosas, a la forma de sus ramas. Casi todos están en la llamada Cañada de los Mármoles, lugar de paso obligado de la ruta, donde conviven con pinos silvestres y de repoblación. La tranquilidad de este enclave y la sombra que proporcionan los árboles lo convierten en un sitio apropiado para descansar y relajarse.
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Tras la primera hora de subida y antes de llegar hasta el Peñón de Enamorados (1763 metros), se obtiene una amplia panorámica de la zona norte del Parque Natural de la Sierra de las Nieves, es decir, la más próxima a Ronda y a El Burgo. No es extraño que en esta zona se puedan ver algunos rebaños de cabra montés, la reina de este espacio protegido.
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A partir de ahí el itinerario parece convertirse prácticamente en llano, aunque aún queda pendiente la parte más dura: la subida desde el Pilar de Tolox hasta el pico de La Torrecilla, que supone algo más de doscientos metros de desnivel en un tramo de menos de un kilómetro. No está de más tomar un descanso en ese punto antes de afrontar una subida empinada por la ladera cimera de esta emblemática cumbre. Una vez allí, podremos ver, en los días claros, buena parte de la provincia de Málaga. En especial, sorprende las vistas que se tienen de la costa marbellí, que se antoja más próxima desde esta cumbre.
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Para hacer este itinerario hay que tener en cuenta que es necesario tener no sólo una buena condición física sino también experiencia en subidas similares, que impliquen afrontar grandes desniveles, como el mencionado desde el Pilar de Tolox hasta la cumbre. En total, hay que afrontar un desnivel de unos setecientos metros en unos diez kilómetros de longitud. Por otra parte, si se realiza esta ruta a finales del otoño o en invierno, hay que informarse muy bien tanto las previsiones meteorológicas como la posibilidad de que parte del camino esté cubierto de nieve. En este último caso habrá que evitar la realización de la ruta si no se tiene experiencia ni material (calzado y ropa, sobre todo) para afrontar senderos nevados. Además, habrá que prestar especial atención al camino, ya que muchos de los hitos e incluso las balizas de madera pueden estar ocultos bajo la nieve.
La variedad de árboles como el pinsapo o el quejigo es ya una buena excusa para subir a estas cotas de la Sierra de las Nieves. Además del valioso pinsapar que se ve en el inicio de la ruta, destaca el espectacular quejigar junto al que se pasa en el último tramo, con ejemplares centenarios de gran belleza. En el camino se podrán apreciar matorrales muy variados, como la aulaga, la lavanda, el romero y otras especies mediterráneas. En lo que se refiere a fauna, la reina de esta zona es la cabra montés, que se puede apreciar en muchos puntos del recorrido, siempre y cuando se vaya con sigilo. También destacan por su tamaño los jabalíes y los zorros, que son algo más esquivos con la presencia humana. Sí se pueden apreciar a cierta distancia numerosas rapaces, como distintos tipos de águila, halcones o incluso azores.
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