Sendero del Pinar de Tábanos: Arena de playa y vistas al Peñón de Gibraltar en la 'perla' de Manilva

Comarca: Costa del Sol Occidental

Municipio: Manilva

Nivel de dificultad: Media. Dada su longitud total y la pendiente inicial, no se podría catalogar como fácil para los usuarios no experimentados. Existen restricciones para la circulación que no sea a pie.

Tipo de ruta: Circular

Duración aproximada: 3 horas

Longitud: 10,8 kilómetros

Altura mínima: 16 metros

Altura máxima: 177 metros

Lugares de interés próximos: Pinar de Tábanos y yacimiento arqueológico de Castillejos de Alcorrín, en la propia ruta; iglesia de Santa Ana de Manilva, playa de Punta Chullera, Baños de la Hedionda, Canuto de la Utrera y castillo de la Duquesa, en el entorno.

Para comenzar esta ruta hay que dirigirse hasa el término municipal de Manilva. Hay que ir por la costa. Concretamente, por la A-7 hay que buscar la salida indicada para la urbanización Aldea Hills, justo después de pasar por el arroyo Alcorrín (frente a la playa de Chullera). Así, habrá que subir desde la autovía por la calle Martagina hasta que ésta se cruza con la que lleva el nombre de Loma de Don Ciprián, donde se encuentra el panel descriptivo de esta ruta.

1Hay que tener en cuenta que el inicio de este sendero, homologado como pequeño recorrido (PR-A-484), coincide también con otro de menor longitud e igualmente circular, el de Martagina (SL-A-340). Habrá que estar atentos a la señalización distinta de ambos, ya que tanto si se empieza por un lado como por otro hay más de dos kilómetros coincidentes. En cualqueir caso, para hacer el sendero del Pinar de Tábanos lo más recomendable es comenzar ascendiendo por la calle Martagina (la otra opción sería hace un ligero descenso por la calle Loma de Don Ciprián). De esta forma, se arrancará la ruta haciendo la parte menos atractiva de la misma, en una zona residencial y con la pendiente más acentuada de todo el recorrido. En estos primeros metros habrá que caminar por la acera.

2A un kilómetro y medio del punto de partida, se abandona la zona residencial y se toma un carril inicialmente asfaltado y ancho que vira ligeramente hacia el noroeste. Aunque el camino sigue siendo ascendente, la subida es mucho más atenuada y cómoda, lo que permite disfrutar más de un entorno botánico muy interesante. Así, tras un kilómetro después de dejar atrás la urbanización de la costa de Manilva se llega a uno de los grandes hitos de este recorrido, el yacimiento arqueológico de los Castillejos del Alcorrín. Este enclave está situado a la derecha del camino. Allí se han localizado importantes vestigios que corresponden con una fortaleza del siglo VIII , aunque en su origen es un asentamiento de la civilización de Tartessos. Hoy es posible ver este enclave y comprender su importancia estratégica hace varios siglos.

3Justo a la altura de los Castillejos del Alcorrín hay una importante encrucijada donde este sendero homologado se cruza también con otros homologados en territorio de Manilva. En este caso, habrá que tomar un carril de tierra ligeramente ascendente, que es, de todos los que hay, el único que se dirige al Pinar de Tábanos. Para ello habrá que cruzar la AP-7 por un puente peatonal y luego ascender ligeramente hasta empezar a ver los primeros pinos que dan nombre a este enclave. Se pasa junto a una antigua valla publicitaria que nombra a este enclave como la 'perla' de Manilva, ya que tiene un gran valor ecológico y paisajístico, a pesar de que hace años parte de lo que allí se ve sufrió un incendio.

4Tras pasar por dos pinos de grandes dimensiones, el camino irá a la sombra algunos metros bajo la sombra de algunos árboles dispersos. Buena parte de esta parte del recorrido se hará por un camino ancho y prácticamente llano. Poco después, comenzará un ligero descenso que se dirige hacia el sur. Esto permitirá ver a la derecha el Peñón de Gibraltar y, si el día está claro, al otro lado del Estrecho, la costa africana.

5En los dos últimos kilómetros de recorrido, se comienza a virar hacia el este en un ligero descenso. Se vuelve a cruzar de nuevo la autopista de peaje por otro puente peatonal para después girar a la derecha e ir en busca del paraje conocido como la Loma del Rey y el arroyo Martagina. Así, tras cruzar este curso fluvial, hay un pequeño ascenso por la calle Loma de Don Ciprián que regresa al punto de partida.

Este recorrido sorprende por la variedad botánica. El sendero va ganando en diversidad según avanza. Entre las especies más destacadas están los pinos carrasco y piñonero En concreto, hay dos ejemplares de grandes dimensiones prácticamente en el ecuador de la ruta. Otras especies botáncicas de interés son los palmitos, muy presentes en buena parte de la ruta. En el entorno pueden verse ejemplares del conocido como quejigo moruno o roble andaluz (quercus canariensis), que se trata de un endemismo incluido en el Catálogo Andaluz de la Flora y Fauna Silvestre Amenazada. A ello hay que unir la frondosidad de arbustos y otras plantas que hay en el tramo del Pinar de Tábanos. En lo que se refiere a fauna, hay que estar especialmente atentos al cielo, ya que, por su cercanía al Estrecho de Gibraltar puede ser un lugar idóneo para la observación de aves migratorias.