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Ruta fluvial que discurre en paralelo al Guadiamar, el principal afluente del Guadalquivir en su último tramo. El recorrido, en este caso, se hace desde ... el centro de interpretación de Aznalcázar de forma lineal hasta el mirador situado en Benacazón.
Comarca: Aljarafe (Sevilla)
Municipio: Aznalcázar y Benacazón
Nivel de dificultad: Baja. El recorrido es prácticamente llano (salvo el último tramo hasta el mirador) y discurre en su mayor parte por carril ancho. Es idóneo para hacer en bicicleta.
Tipo de ruta: Lineal
Duración aproximada: 2 horas y 20 minutos (sólo ida)
Longitud: 8,9 kilómetros (sólo ida)
Altura mínima: 12 metros
Altura máxima: 92 metros
Lugares de interés próximos: Antiguo puente romano de Aznalcázar, jardín botánico de Buitrago, mirador de la Cárcava o del Guadiamar, cerro del Alcázar, Vado del Quema, parque nacional de Doñana, la ermita de Castilleja de Talhara, glesia de Ntra. Sra. de las Nieves y parque de las Doblas.
Para comenzar esta ruta hay que dirigirse hasta el municipio de Aznalcázar, situado en la zona sur de la provincia de Málaga. En concreto, el punto de partida de este recorrido es el centro de visitantes del Guadiamar, situado en la zona este del casco urbano. A tan sólo unos metros de allí hay una zona habilitada para el aparcamiento de vehículos.
1Una vez que se ha estacionado el vehículo, antes de empezar la ruta es recomendable entrar en el centro de visitantes del Guadiamar, que abre al público de jueves a domingo, habitualmente, donde se puede conocer con detalle información sobre este río, que es un afluente del Guadalquivir, al que le aporta agua en su último tramo, gracias a un recorrido que parte desde el noroeste de la provincia de Sevilla (concretamente, desde el municipio del Castillo de las Guardas). Este río ofrece en la zona baja, entre los municipios de Aznalcázar y Benacazón uno de los tramos más espectaculares. Por esa razón, es recomendable hacer este camino río arriba desde la primera de las dos localidades sevillanas.
2Tras dejar atrás el centro de visitantes, hay que tomar un carril que se dirige hacia el río, que permite ver los restos de un posible antiguo puente romano. Tras visitarlo, habrá que continuar hacia el norte, dejando, por tanto, el cauce del Guadiamar a la izquierda. Así será a lo largo de toda esta ruta, si bien hay que tener en cuenta que hay una opción al otro lado para hacer un sendero de interés botánico (Buitrago).
3El camino será prácticamente llano y discurrirá en primera instancia junto al casco urbano de Aznalcázar, el cual queda a la derecha en esos primeros metros. Después se irá perdiendo de vista, mientras se avanza río arriba y se brindan algunos camino a la izquierda para aproximarse al río, lo que permite ver algunas de las zonas de interés biológico del Guadiamar, pero también algunas de sus infraestructuras. Entre ellas un puente peatonal que permite pasar al otro lado del río.
4Tras más de cinco kilómetros recorridos, hay un tramo en el que la arboleda se dispersa algo más e incluso el camino se aleja algo del curso del Guadiamar. Así será durante casi dos kilómetros, justo hasta en el punto en el que se vuelve a la ribera. Tras disfrutar de ella, habrá que estar atento a la derecha para salir por un carril ascendente que permite subir, con algo de esfuerzo, hasta el mirador de la Cárcava o del Guadiamar, un excelente balcón para disfrutar de esta zona fluvial.
5Desde el mirador habrá que volver por los mismos pasos hasta conectar de nuevo con el carril del Corredor Verde del Guadiamar. A partir de ahí, habrá que virar a la izquierda para regresar, aunque quienes tengan más tiempo pueden continuar río arriba, ya que este itinerario tiene una longitud total que supera los 60 kilómetros, la mayor parte río arriba. Otra opción es regresar inicialmente por el mismo camino y cruzar alguno de los puentes que se encontrarán sobre el Guadiamar para pasar a la otra orilla. En este último caso habrá que continuar río abajo hasta el sendero botánico de Buitrago, donde habrá que cruzar por un puente de hierro para llegar al punto de partida, el centro de visitantes del Guadiamar.
La vegetación predominante en este recorrido fluvial es la propia de ribera, con un amplio bosque de galería que sirve de protección al Guadiamar en este tramo. Fresnos, álamos, sauces e incluso algunos eucaliptos son algunos de los árboles más notables. Pero también hay amplios campos de cereales y otros cultivos, donde se pueden ver distintos tipos de ganado, entre ellos el equino, pero también algunas aves tan singulares como las cigüeñas. Pero, llega a abrumar sobre todo la variedad de aves que se ven o se escuchan, dada la proximidad del parque nacional de Doñana. Mirlos, verderones, patos reales, garzas reales, polluelas, comoranes, gavilanes, petirrojos, abejarucos, golondrinas, ruiseñores y milanos son algunas de ellas. Entre los réptiles, destacan el galápago leproso y la culebra viperina, mientras que entre los mamíferos, destacan zorros, el tejón, la gineta, el meloncillo o la nutria.
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