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Sendero lineal que une el complejo deportivo de Yunquera con la ermita de Porticate a través de un camino llano que es apto para recorrerlo tanto a pie como en bicicleta.
Comarca: Sierra de las Nieves
Municipio: Yunquera
Nivel de dificultad: Baja. ... Todo el camino se hace por un carril ancho, ya sea de tierra u hormigonado. Hay pocas pendientes, pero las que hay no requieren de un gran esfuerzo físico. Eso sí, hay que tener en cuenta que la vuelta es más ascendente. Hay que estar atentos a la señalización.
Tipo de ruta: Lineal
Duración aproximada: 1 hora y 30 minutos (sólo ida)
Longitud: 3,9 kilómetros (sólo ida)
Altura mínima: 650 metros
Altura máxima: 728 metros
Lugares de interés próximos: Ermita de Porticate, torre vigía de Yunquera, molino de los Patos, iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, museo Francisco Sola y pinsapar de Yunquera.
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Para dirigirse hasta el inicio de la ruta hay que localizar en Yunquera, el área recreativa de Los Arbolitos y el complejo deportivo de la localidad. Junto a ellos hay una pequeña zona para aparcar el vehículo. Desde allí se verá rápidamente el cartel descriptivo de esta ruta, que comienza en el camino de la Lomilla de los Bueyes.
1Desde el cartel indicativo situado en la confluencia de los caminos de la Lomilla de los Bueyes, de la Sierra de las Nieves y de los Arbolitos, habrá que empezar a hacer el recorrido hacia el sur por el primero de ellos. Este carril, que es ancho en todo momento, es idóneo no sólo para hacer un paseo sosegado a pie hacia la ermita de Porticate sino también para recorrerlo en bicicleta.
2En los primeros metros el camino es prácticamente llano, aunque comienza a descender ligeramente, tras unos cuatrocientos metros. Después, va girando hacia la derecha (al oeste). En ese momento, se encuentra el primer hito de este recorrido, el mirador de los Peñoncillos, donde merece la pena detenerse para disfrutar de las vistas panorámicas del entorno. Desde allí se verá incluso una original perspectiva del pueblo de Yunquera.
3Tras un kilómetro de camino se pasa por la fuente de Magajuán, que puede estar seca durante buena parte del año. Poco después, habrá que estar atentos para girar a la izquierda por un puente situado a la altura de la fuente del Trojilar. El mencionado puente sirve para cruzar el arroyo de la Umbría, uno de los muchos afluentes que el río Grande tiene en esta zona de la comarca de la Sierra de las Nieves. A partir de ahí se abandona el camino de la Lomilla de los Bueyes para continuar por el de la Fábrica.
4Tras un ligero ascenso por el camino de la Fábrica, más espeso por la vegetación que el anterior, se llega al puerto de Umbría, desde el que se tiene una bonita vista del pueblo de Yunquera, ya mucho más alejado. Desde allí habrá que continuar por el mismo camino tan sólo un kilómetro más para avistar la ermita de Porticate. Quedarán tan sólo unos trescientos metros para llegar hasta dicha capilla, situada junto a una pequeña área recreativa. Este pequeño templo goza de mucha devoción entre los yunqueranos por la virgen que alberga, a la cual se le atribuye un milagro, lo que propició que se construyera allí la ermita. Cada verano se hace hasta allí una romería. El resto del año suele estar cerrada al público, salvo por cultos religiosos.
5Desde la ermita habrá que volver al punto de partida por el mismo camino. Eso sí, existen otras alternativas para regresar pasando por el pueblo de Yunquera. Para ello habría que en lazar con el sendero que une al pueblo con el nacimiento del río Grande. Esto permitiría entrar al casco urbano por la calle Agua. Después de pasar por el pueblo tocaría buscar el vehículo, si se ha dejado en Los Arbolitos, para lo que habría que recorrer algo más de un kilómetro a pie.
Este itinerario hace un recorrido con mucha variedad botánica, ya que se pasa de una de zonas de huertas de cultivos tradicionales a una zona de ribera en el fin de la ruta. En el camino, se podrán ver almendros, olivos, acebuches, eucaliptos, pinos, encinas e incluso algunos castaños. Además, se pasa por zonas de huertas y cítricos. Algunas de ellas están en espectaculares bancales, con los que a lo largo de muchas décadas se han ido ganando tierras pare el cultivo.
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