Sendero Casa de la Nieve

Esta ruta, que parte del centro de Canillas de Aceituno, es una de las más duras de la provincia de Málaga, ya que tiene un desnivel aproximado de 1.400 metros hasta llegar hasta la cima más elevada de la provincia de Málaga, conocida como La Maroma o pico Tejeda. Oficialmente, el itinerario es conocido como el de la Casa de la Nieve, por ser un camino histórico que conducía hasta los neveros o simas donde se acumulaba la nieve para después usarla para la conservación de alimentos.

El punto de partida de esta ruta está en el propio pueblo de Canillas de Aceituno. Concretamente se puede comenzar junto al ayuntamiento de la localidad (COORDENADAS 36.873354, -4.081810 ). Para llegar hasta este punto habrá que dejar bien estacionado el vehículo en las calles cercanas. Al pueblo se accede principalmente desde la Autovía del Mediterráneo. En esta carretera, en sentido Motril desde Málaga, hay que tomar el desvío indicado para Vélez, para después seguir en dirección a Alhama de Granada. A unos 12 kilómetros habrá que desviarse por la MA-125 que conduce directamente a Canillas de Aceituno.

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Una vez bien estacionado el vehículo en Canillas de Aceituno (hay espacios habilitados para el aparcamiento en la entrada), habrá que ir hasta el edificio del Ayuntamiento, situado cercad de la Casa de los Diezmos. Allí se podrá ver el cartel que indica esta cima de Sierra Tejeda. En esos primeros metros habrá que ascender por las calles más empinadas del casco urbano hasta salir de él. Estos primeros urbanos por las calles del pueblo ya tienen una inclinación considerable. Por eso, es recomendable calentar y hacer estiramientos antes de comenzar la ruta. También hay que tener en cuenta que es una ruta que requiere de mucha preparación física, pero también de experiencia en itinerarios similares (sobre todo si hay nieve en el camino) o si se va acompañado por personas responsables que conozcan la ruta.

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Una vez que se sale del casco urbano, se recorre un sendero estrecho de tierra que lleva hasta un carril ancho. En éste habrá que buscar el panel indicativo de la ruta, situado a menos de 100 metros a la derecha. El cartel indica, concretamente, el camino de ascenso hacia La Maroma a través de la conocida ruta la Casa de la Nieve. En esos primeros metros, habrá que subir por un frondoso pinar. Constantemente se abren distintas alternativas de caminos, pero casi siempre desembocan unos en otros. Eso sí, unos son de subida más acentuada que otros. Por eso, habrá que tomarlos en función de la forma física de cada uno.

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Tras un kilómetro de subida, se llega a una zona llana que sorprende por las curiosas piedras calizas que hay en ella. No es un mal lugar para hacer un primer descanso y disfrutar de las vistas panorámicas que se tendrán tanto del pueblo de Canillas de Aceituno como de buena parte de la Axarquía. Después, habrá que seguir el sentido que indican las balizas correspondientes.

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El camino se convierte en un sendero mucho más recto, dejando a la izquierda una impresionante vaguada que separa esta ruta de la zona de los Tajos Lisos. Apenas hay arboleda y sí mucho matorral en este tramo. Durante algo más de un kilómetro habrá que seguir por este recorrido longitudinal y de cierta dureza, que, en ocasiones, queda aliviada por tramos en zigzag.

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Tras atravesar un pequeño pinar, se llega a La Rábita, una cavidad en torno a la que hay leyendas muy singulares. Justo antes, se pasará también junto a una antigua fuente, que está vallada para preservar unos valiosos anfibios. Esta zona es una buena opción para hacer un descanso, ya que estos tres primeros kilómetros iniciales han sido de especial dureza. De hecho, en La Rábita conviene disfrutar de las vistas panorámicas del entorno.

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Desde La Rábita toca seguir subiendo, aunque el desnivel se atenúa con respecto al primer tercio de la ruta. También se cambia el paisaje y se ve desde cerca el gran macizo calizo de Sierra Tejeda, con sus llamativos Chimeones. La ruta, tras un leve zigzagueo, discurre por un camino estrecho que, en algunos tramos, se hace llano, lo que viene muy bien para disfrutar de algunas vistas panorámicas de un paisaje vertiginoso. El camino comienza a hacer un giro hacia los conocidos como Tajos Lisos hasta llegar a la Fuente de la Gitana, de la que no es recomendable beber, ya que sus aguas, en ocasiones, se estancan.

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Desde la Fuente de la Gitana toca hacer un duro ascenso, aliviado por el tramo en zigzag, para llegar hasta el collado de los Charcones, paso obligado para llegar a otro de los hitos de esta ruta, la conocida como Proa del Barco, donde se puede hacer otro descanso antes de acometer el último tramo de subida a La Maroma. Desde este punto, situado a algo más de 1700 metros sobre el nivel del mar, se puede disfrutar de unas bonitas vistas panorámicas.

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Desde la Proa del Barco, se continúa el ascenso casi en línea recta en sentido noroeste. La vegetación se limita en buena parte de este recorrido a plantas tapizantes, como el piorno azul. El terreno es mucho más pedregoso y tosco, pero las pendientes suelen ser menos complejas, gracias a algunos tramos en zigzag. Así se llega hasta el collado de la Casa de la Nieve, preámbulo de la cima de La Maroma. Este último tramo suele ser especialmente complicado tras las nevadas que cada invierno blanquean las cumbres de estas montañas.

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Por tanto, habrá que tener mucha precaución y estar muy atentos a los distintos hitos, que, en ocasiones, pueden ser casi ocultados por la nieve. En caso de que haya demasiada nieve, habrá que desistir de la subida, ya que puede resultar muy peligroso. En cualquier caso, habrá que llevar el equipamiento necesario para este tipo de subida, como botas y ropa aptas para la nieve (se recomienda llevar, además de abrigos y pantalones térmicos, gorros, pasamontañas o bragas de cuello). Los bastones, la protección solar y agua y alimentos suficientes también son fundamentales para acometer la subida por la nieve. Sin todo este equipamiento no se debe acometer en ningún caso la subida a la cima.

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Una vez que se llega a la cima de La Maroma, en otoño e invierno no habrá que entretenerse demasiado, ya que este punto tiene temperaturas extremadamente frías. Por tanto, habrá que plantearse el descenso hacia el punto de partida por el mismo camino. Eso sí, habrá que extremar las precauciones para evitar caídas, sobre todo, si ha nevado.

En esta zona del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama existen muchas especies botánicas singulares, como sus pinos -pinaster y negro-, o algunos de sus matorrales, entre los que no faltan esparto, tomillo, matagallos, aulagas, altabacas o palmito. En la zona más alta, destaca la presencia de plantas como el piorno azul, el enebro o el torvisco

En lo que se refiere a fauna, la reina de esta zona es la cabra montés, que se puede ver con cierta facilidad a primera hora de la mañana en el entorno de La Rábita. Más complicado será avistar a los jabalíes que merodean la zona. Son más escurridizos, pero suelen dejar huella de su presencia en el camino. También se pueden ver numerosas aves. Algunas rapaces, como distintos tipos de águila; carroñeras, como el buitre leonado; y aves propias de estos hábitats, como la collalba negra, el escribano montesino y el acentor alpino.

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