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Ruta lineal que recorre el camino que va desde el puerto de los Pescadores, hasta el paraje de Barranco Blanco, en el término municipal de ... Coín
Comarca: Valle del Guadalhorce
Municipio: Coín
Nivel de dificultad: Media. Aunque la primera parte del recorrido discurre por un carril ancho y cómodo, el tramo que discurre junto al río Alaminos puede ofrecer muchas dificultades técnicas a lo largo del año, sobre todo a la hora de vadearlo si ha tenido crecidas recientes. Se recomienda llevar un calzado cómodo, pero con muy buen agarre.
Tipo de ruta: Lineal
Duración aproximada: 1 hora y 30 minutos (sólo ida)
Longitud: 3,8 kilómetros (sólo ida)
Altura mínima: 205 metros
Altura máxima: 341 metros
Lugares de interés próximos: Puerto de los Pescadores, cascadas de Barranco Blanco, charco del Infierno, poza de los Huevos, mirador del cerro Alaminos y (falso) castillo de Alaminos.
El punto de partida de esta ruta fluvial hay que buscarlo en la actualidad junto a la carretera MA-3303, desde el puerto de los Pescadores, donde hay desvío (aproximadamente a 5 kilómetros de Alhaurín El Grande en sentido Coín) que continúa por un carril de tierra. Una vez en este camino, se encontrarán los carteles que indican que está prohibido continuar en vehículo a motor entre el 1 de junio y el 31 de octubre. partir de ahí tocará bajar a pie por un camino que discurre en su mayor parte bajo la sombra de un pinar.
1 Este sendero se puede acortar entre noviembre y mayo con el acceso directo hasta el aparcamiento habilitado en las inmediaciones de Barranco Blanco, pero si hay tiempo, es recomendable dejar el vehículo en el punto de partida oficial, muy cerca de la carretera que une a Alhaurín El Grande con Coín. Ahí, los primeros metros discurrirán por un espeso pinar, que ofrece sombra durante casi todo el día. Desde allí habrá que bajar 2,2 kilómetros aproximadamente por un carril de tierra que desemboca en el curso del Alaminos.
2Una vez que este camino llega al río, habrá que girar a la derecha para llegar hasta el puente que sirve para cruzarlo. Desde allí hay que comenzar subiendo junto al cauce del Alaminos. Eso sí, justo debajo del puente, se quedará una cascada de grandes dimensiones que se podrá visitar tras la vuelta. En los primeros trescientos metros el recorrido se hace por la orilla del río –preferentemente el margen izquierdo-, entre una espesa vegetación ribereña. De esa forma se llega al lugar más conocido y frecuentado del río Alaminos, al que se le conoce con varios nombres, entre ellos, el charco de la Paloma o del Infierno. Se trata de una poza de aguas cristalinas que se refugia en parte bajo una pared caliza. Por la otra, hay también una resbaladiza orilla pétrea. Para muchos puede ser el punto de regreso, ya que no siempre resultará fácil atravesar este enclave. Tras las últimas lluvias de marzo de 2025, la charca está mucho menos profunda, pero sigue siendo un enclave espectacular.
3Desde este enclave habrá que regresar. El camino de vuelta se hace por el mismo cauce hasta llegar al puente indicado anteriormente. En ese punto, antes de dejar el enclave, merece la pena descender por el mismo curso (desde cualquiera de los dos márgenes) para ver la vertiginosa cascada en otro de los enclaves sorprendentes de este río. Desde allí, ya tocará regresar.
4Conviene tener especial cuidado con los objetos que se puede estropear si se mojan, como cámaras fotográficas, móviles o llaves de coche, ya que hay pozas de aguas que sólo se pueden superar metiéndonos en el agua y nadar en ellas. Por tanto, es recomendable llevar recipientes estancos, que eviten disgustos con determinado material. Es indispensable usar para esta ruta ropa y calzados adecuados, es decir, que se puedan mojar, no provoquen rozaduras y tengan una suela flexible, pero, al mismo tiempo, resistente.
5Desgraciadamente este enclave ha pasado a la historia negra de Málaga porque allí se originó el incendio que asoló buena parte de las sierras del entorno en septiembre de 2012. Pese a ello, la zona se va recuperando paulatinamente. Eso sí, hay que vigilar especialmente la limpieza tanto del cauce como la de los caminos cercanos.
En esta zona de Barranco tanto la flora como la fauna se vieron muy mermadas por el incendio de 2012. Pese a ello se pueden reseñar valiosas especies biológicas, que demuestran el vigor de la naturaleza ante desastres de tal magnitud. Entre los árboles que resistieron al incendio destacan especialmente algunos algarrobos y pinos. En torno al río también se pueden ver distintas especies vegetales, como adelfas, palmitos lentisco o romero. En lo que se refiere a animales, hay quien asegura que en la zona se han visto nutrias, que se abastecen de algunos peces que viven en sus aguas, como el cachuelo. Tampoco faltan ni una amplia gama de anfibios ni vistosos insectos, como varios tipos de libélulas.
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