Senderismo Málaga: Sendero de la Rejía

Esta ruta lineal recorre las sierras pardas de Tolox para tener una vista panorámica del Salto de la Rejía (o Regía), considerado como el más alto de la provincia de Málaga.

El inicio de esta ruta comienza algunos metros más arriba del Hotel Cerro de Hijar, en una de las salidas del Carril del Chaparral. Concretamente, se deja este camino a la altura del enclave conocido como Alto de la Cuesta (COORDENADAS 36.679086, -4.920180). Aunque no hay una zona de aparcamiento habilitada, hay espacio en la zona para dejar el vehículo estacionado sin que éste impida el paso de otros vehículos por la zona. Para llegar hasta allí habrá que tomar las indicaciones para ir al mencionado hotel. Desde allí, hay poco más de un kilómetro y medio de distancia por carril de tierra.

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En el corazón de la Sierra de las Nieves aguarda el sendero de la 'Rejía' (también conocido como Regía), que recibe su nombre del salto de agua más elevado de la provincia de Málaga, con 51 metros de longitud. Para ello, el sendero discurre por las conocidas como sierras pardas de Tolox y consigue tener bonitas vistas panorámicas tanto de ésta como de otras vertiginosas cascadas de la zona.

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La ruta de la Rejía nos permitirá sólo tener una visión de las cascadas desde una perspectiva elevada y no el contacto directo con el agua -sólo es posible con la denominada Ruta de las Cascadas-. Ocurre así en el Alto de la Cuesta, desde donde también sorprende el color rojizo de la sierra en esta zona. Esta tonalidad atípica se justifica por la presencia de la peridotita, una roca de origen ígneo que también podemos ver en Sierra Bermeja. Su toxicidad no ha impedido que muchas especies vegetales hayan encontrado allí un hábitat idóneo para su supervivencia.

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Desde el punto de partida, en el denominado Alto de la Cuesta, se deja el carril para a empezar a caminar por un cortafuegos, desde el que habrá que girar a la derecha poco después para tomar un sendero que discurre por la falda de la sierra. El camino va descendiendo paulatinamente de forma que a la izquierda se puede ver el cauce del río de los Caballos. Su curso no cuenta con un gran caudal, pero el descenso de sus aguas y la de sus afluentes desde elevadas cotas sí consiguen proporcionarnos imágenes tan impresionantes como las caídas de agua de la Rejía u Horcajuelos o la denominada Poza de la Virgen.

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En esta primera parte del camino, que coincide con la Ruta de las Cascadas, , se cruzarán algunos arroyos, como los del Salpo y el Palmarejo. Después de atravesar este último, habrá que realizar una subida que llega hasta una bifurcación. En este caso habrá que girar hacia la izquierda. Así, tras atravesar un espeso bosque de pinos se llega hasta el conocido como el collado de la Machoruela, que es un excelente mirador para ver tanto el Salto de la Rejía como el curso del río de los Caballos.

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Tras disfrutar de estas vistas espectaculares, hay que volver por el mismo camino, que tiene casi un kilómetro de longitud, hasta la antes mencionada encrucijada de caminos. Al llegar a ésta, habrá que girar a la izquierda para seguir dentro de esta ruta de senderismo homologada por la Federación Andaluza de Montañismo. El camino continúa hay en un continuo ascenso que llega hasta un cortafuegos que atraviesa el carril que va al Puerto de las Golondrinas, donde termina este itinerario. Desde allí se podrá observar la geodiversidad del entorno, en el que hay interesantes contrastes entre el grisáceo de las calizas y el rojizo, más predominante en esta ruta, proporcionado por las peridotitas.

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El regreso se hará por el mismo camino usado en la ida y obviando el desvío que lleva al collado de la Machoruela. Esta ruta no deberá confundirse con la Ruta de las Cascadas, que es circular y tiene un recorrido más largo.

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El valor ecológico de esta zona está complementado en esta ruta con el Balneario de Aguas Amargosas de Tolox, restaurado y puesto en valor en los últimos años. Normalmente sólo está abierto para su uso terapéutico entre mayo y octubre, si bien como alojamiento suele estar disponible en otras épocas del año.

Zonas de cultivo abancaladas, pinos resineros -los que mejor se han adaptado a la peridotita- y castaños conviven en este recorrido singular que cuentan con inesperados miradores naturales que nos muestran algunos de los secretos más escondidos del corazón de la Sierra de las Nieves. Entre las plantas, la más destacada es la jara pringosa. También se verán especies propias de riberas, ya que se atraviesan algunos arroyos que suelen llevar agua, salvo en el verano o en sequías prolongadas. Es también un lugar idóneo para apreciar parte de la fauna de este parque natural. Además de la cabra hispánica, en este paseo podemos ver especies tan singulares como la salamandra común o el tritón jaspeado, dos anfibios que se suelen cobijar en fuentes o manantiales.

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